Rafael Venegas
Para Lampadia
La caída del muro de Berlín simbolizó la derrota del comunismo a fines de los ochenta. Sin embargo, esa derrota no significó la desaparición de esta nefasta doctrina política, porque una derrota sólo es final cuando el enemigo es totalmente aniquilado y desaparece por completo.
Ese no fue el caso con el comunismo, ni tampoco lo fue en nuestro país con sendero luminoso. Por eso, hoy están nuevamente en acción.
En Latino América, el comunismo se ha disfrazado de socialismo del siglo XXI. Una ‘nueva’ corriente lanzada por Castro y Chávez y reforzada por Lula y el foro de Sao Paulo. Como doctrina no tiene nada de nuevo, pero su objetivo central si que ha cambiado.
Hoy el fin es el saqueo del país vía el crimen organizado y en nombre del ¨pueblo¨. Viles delincuentes de alto vuelo, que se aprovechan del poder y de la ignorancia, la pasividad y el miedo de las poblaciones vulnerables. Los ejemplos hablan por si mismos.
En cuanto a sus estrategias, la única que han modificado es el formato para la toma del poder. Mientras que antes era el terrorismo y la lucha armada, hoy lo tratan de conseguir por la vía electoral y la asamblea constituyente.
Para esto apelan al fraude organizado, a la compra de voluntades y a una potente y bien estructurada campaña de comunicación masiva (la propaganda política).
Las demás estrategias siguen iguales, incluyendo el adoctrinamiento vía la toma de la educación, el control y burocratización de las instituciones públicas, el sometimiento de las FFAA, la milicia popular, la proliferación adrede de la delincuencia y el control de los medios de comunicación. En nuestro país, todas están en diferentes estados de desarrollo y algunas ya están totalmente controladas.
La propaganda masiva siempre fue un pilar estratégico de los regímenes totalitarios como el nazismo (impulsada por Goebbels) y el comunismo (impulsada por Lenin). Además, hoy se han beneficiado tremendamente con las redes sociales, cuyo costo es muy bajo y su difusión muy amplia y efectiva.
En nuestro país la vienen utilizando estas estrategias con mucho éxito, aprovechándose de la vulnerabilidad, la falta de información y sobre todo la ingenuidad de la población.
La base táctica son las grandes mentiras que se repiten incansable y cínicamente a manera de slogans. Explotan la victimización y el divisionismo. “No me terruquees”, “No mas pobres en un país rico”, “Palabra de maestro”, “La derecha radical”, “No quieren que un provinciano agricultor sea presidente”, “El pueblo decide”, etc. son algunos ejemplos.
Como complemento y apoyo utilizan la táctica de la piñata. Esta consiste en identificar a un enemigo colectivo al que lo convierten en un ‘monstruo’ para atacarlo y golpearlo desmedidamente, generando así una causa común sustentada en un profundo y enfermizo odio.
En el último proceso electoral el enemigo común fue el ‘monstruoso’ fujimorismo y una vez que tomaron el poder, el enemigo es ahora la monstruosa derecha radical y golpista.
Con el efectivo uso de la propaganda anti fujimorista generaron a los ‘cojudignos’ y también convirtieron a los ‘caviares’ en tontos útiles. Así lograron pasar del 10.7% de votos en la primera vuelta al 50% en la segunda. Un gran trabajo de marketing político.
Luego de tomar el poder han comenzado a desplegar las demás estrategias, al mismo tiempo que han dado rienda suelta rápidamente a su tremendo hambre de corrupción, abuso de poder y tráfico de influencias.
Sin embargo, se han encontrado con un inesperado impasse, el cual les dificulta dar su segundo paso: la asamblea constituyente. El Congreso y el TC les han cerrado todos los caminos constitucionales para conseguirla por vía de un referéndum. ¡Buen trabajo!
A este problema se les ha sumado el rápido deterioro que vienen sufriendo ante la opinión pública, que comienza a hartarse y a darse cuenta de sus engaños. Según las últimas encuestas, el 74% desaprueba la ‘gestión’ del mandatario y cerca del 70% pide que renuncie o que lo vaquen.
Por eso, los asesores cubanos y venezolanos dirigidos por el G2 y el peligroso embajador cubano Zamora, están apurados y muy enfocados en tratar de cerrar el Congreso a como de lugar. Este es el único camino que les queda para conseguir la asamblea constituyente.
Entre las tácticas que están utilizando para lograr este verdadero golpe de estado, están la provocación para la doble censura de los gabinetes, así como la movilización de gente de provincias, pagándoles para que generen desmanes y presionen por el cierre del Congreso. Todo esto, otra vez, apoyado por una agresiva, repetitiva y engañosa propaganda.
Esta vez, el tema central es de victimización y el slogan es “No al Golpismo de la derecha”, refiriéndose a la vacancia. Esto es 100% engañoso dado que el caso es totalmente al revés.
El golpe de estado se da cuando se toma el poder por la fuerza y anticonstitucionalmente. Esto es justamente lo que pretenden hacer ellos cerrando el congreso.
Solicitar la vacancia por incapacidad moral, o la destitución por traición a la patria, o la suspensión vía denuncia constitucional por corrupción, no es golpe de estado, son derechos constitucionales que tiene la población para defenderse de casos como este.
Entonces, queda muy claro quienes son los verdaderos ‘golpistas’, aunque traten de engañar a la población diciendo lo contrario. Ya somos mas del 70% que no aprobamos la vergonzosa y corrupta ‘gestión’ de este gobierno y que no vamos a seguir cayendo en sus mentiras y engaños.
El Congreso tiene que ponerse muy firme, resistir y hacer su trabajo. La población y las FFAA tenemos que estar muy atentos y listos para actuar con firmeza en caso de que los verdaderos golpistas traten de cerrar el Congreso.
Esto no se trata de una contienda entre ideologías de derecha vs. izquierda o entre provincianos vs. capitalinos. Se trata de salvar a nuestro país de las garras de la inmoralidad, el desgobierno y el caos.