Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia
Antes de que la Fiscal de la Nación Patricia Benavides hubiera presentado el 11 de octubre pasado la denuncia constitucional contra el filo senderista Pedro Castillo Terrones, ya había recibido 3 denuncias constitucionales: una presentada por Kelly Portalatino, otra por Guillermo Bermejo y una tercera por la inefable Betssy Chávez. Todo el aparato de ablandamiento político del gobierno comunista de Castillo ya había disparado contra ella, había iniciado la persecución, buscando evitar lo inevitable: que denunciará al cabecilla de la mafia roja que asaltó el poder el 28 de julio de 2021 gracias al apoyo de tantos tontos útiles de nuestra política.
Los siguientes en denunciar a la Fiscal fueron los abogados de Castillo: doctores Atencio y Noblecilla, quienes no dudaron en solicitar a la Junta Nacional de Justicia su inmediata suspensión cautelar en el cargo. Toda valía a la hora de evitar el enjuiciamiento de Castillo.
El asedio contra la Fiscal había sido de tal magnitud que hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, de probada orientación pro marxista, se vio obligada a dictar una tibia Medida Cautelar en favor de ella y su núcleo familiar en febrero de 2023.
En abril de este año, la Junta Nacional de Justicia (JNJ), que tarda años en destituir a jueces corruptos, admitió rápidamente a trámite una hilarante denuncia contra la Fiscal por haber recibido una condecoración del impertinente Alcalde de Lima. La impertinencia política de Porky de querer abrazar a todo el mundo sirvió de coartada para un nuevo ataque a la Fiscal. El pretexto: Una denuncia formulada por quienes acusan al esposo de la Fiscal de ser propietario de una empresa proveedora de servicios a la minería, hecho por el cual ciertamente nadie puede ser denunciado.
Susel Paredes, la Congresista de la República del Partido Morado, que había afirmado que Castillo “puede ser un delincuente, pero no hay que destituirlo”, ha acusado recientemente a la Fiscal Benavides de haber plagiado sus tesis, basada en la afirmación de una persona cuyo nombre no puede revelar.
A todos estos acusadores de la Fiscal, cuyo origen y fin político es más que obvio, se suman, lamentablemente y como siempre, los tontos útiles que desde la academia, el foro, la política o la prensa denostan a la Fiscal, no por haber acusado a Castillo (a quien implícitamente defienden), sino por sus títulos de post grado de la Universidad Alas Peruanas, con un tufillo clasista y snob, impropio para estos tiempos.
Dime quienes te acusan y te diré quién eres. Vale para el caso de la Fiscal Benavides.
Felizmente, otros millones de peruanos, entre los que me cuento, que ni siquiera conocemos a la Fiscal Benavides, no vemos el vaso medio lleno de la Fiscal, sino la entereza de asumir la acusación más compleja de la historia política peruana, contra el primer marxista que llegó al Poder y delinquió desde allí, enfrentando a todo el aparato político de respaldo que este tiene hasta hoy y la complicidad internacional que lo socapa. Para nosotros, que bien que haya sido una Fiscal de Huancavelica, con títulos de pos grado de Alas Peruanas quien haya tenido la valentía que otros, con títulos en apariencia más vistosos no hicieron y que más bien se pusieron al servicio del aprendiz de dictador. Lampadia