Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
¡El Perú no está dividido en dos! Ya lo dijimos cuando todos afirmaban que el país estaba irremediablemente polarizado. Ver en Lampadia: El Perú no está partido en dos – La polarización fue coyuntural.
Lamentablemente, fuimos a votar en medio de una crisis múltiple: Sanitaria, económica, social e institucional. Todas creadas por el desastroso gobierno de Vizcarra y sus compinches. Entonces desconfiábamos de nuestros líderes, estábamos frustrados y sin esperanza en el futuro. La votación reflejaba ese momento, pero no la división de los peruanos y menos, el rechazo de nuestra economía social de mercado.
Así se comprobó con la encuesta de Datum, una semana después de la segunda vuelta, y así se comprueba ahora, con las tres encuestas publicadas en los últimos días.
Primero veamos cuales son las prioridades de los peruanos hoy día:
Algo muy importante es que el 72% del ‘Pueblo’ dice que la economía debe seguir un programa de libre mercado. Y solo el 4% opina que se debe seguir el programa presentado por Perú Libre para las elecciones.
Ver encuesta de Datum en el siguiente enlace: https://bit.ly/3x5ln6K
Por su lado la encuesta del IEP, el centro de estudios de izquierda y su aliado La República, publican información que coincide con la de Datum. El IEP indica que solo el 23% quiere que cambie totalmente el modelo económico.
Lo que se comprueba en todas las regiones, sexo, edad, NSE, ideología y voto de la segunda vuelta.
En cuanto al cambio de Constitución, igualmente, la gran mayoría de los peruanos, el 76%, está en contra de un cambio total de la Constitución. Solo el 23% estaría de acuerdo con semejante propuesta.
Lo que también se comprueba en todas las regiones, sexo, edad, NSE, ideología y voto de la segunda vuelta.
Ver encuesta del IEP en el siguiente enlace: https://bit.ly/3x7S4QG
Por su lado Ipsos indica que solo el 32% considera que la Constitución debe ser cambiada totalmente. Curiosamente, Ipsos muestra un porcentaje mayor que el propio IEP. Esperamos que Ipsos no esté siendo víctima del ‘Síndrome de Estocolmo´.
En cuanto a las prioridades señaladas por el ‘Pueblo’, Ipsos coincide con Datum en señalar los temas económicos y sociales, antes del tema del cambio constitucional. Registra que solo un 11% considera importante el cambio de Constitución.
Queda pues comprobado que la gran mayoría del ‘Pueblo’ no quiere un cambio de Constitución. Por lo tanto, Castillo está obligado a recoger esta opinión y a eliminar de su agenda su empobrecedora propuesta. De lo contrario estaría impulsando una agenda política impopular.
Por otro lado, no dejemos de aquilatar el origen de la turbación popular que afectó el normal desarrollo de las elecciones, que felizmente, no llegó a torcer la estructura del pensamiento de la población.
Las múltiples crisis que nos llevaron a la aparente polarización, fue creada por la gran incapacidad del gobierno de Vizcarra y sus secuaces. Veamos.
- La crisis sanitaria fue creada por un pésimo manejo de la pandemia
- Se insistió en rechazar el uso de las pruebas moleculares
- Se rechazó la ayuda del sector privado, de las iglesias y de la FFAA
- Se rechazó la donación del software para el seguimiento del virus
- Se rechazaron donaciones de plantas de oxígeno, pruebas y otras
- No se compraron las vacunas
- La crisis económica y social se generó agravando y prolongando los impactos de la pandemia, entre otras torpezas, ordenando cuarentenas equivocadas y caprichosas. Por ejemplo, se cerró el sector minero, cosa que no hizo ningún país.
Esta crisis afecto severamente a miles de empresa peruanas, especialmente a las más pequeñas, habiendo quebrado muchas de ellas, especialmente en el sector del turismo y la gastronomía.
Además, por su puesto, y tal vez lo más grave, se perdieron millones de empleos que hasta ahora no se recuperan completamente.
La recuperación del empleo es hoy día el eslabón más débil de nuestra economía.
- Por su lado, la crisis política parece haber sido provocada adrede por Vizcarra y sus asesores, entre los que pareciera se encontraba el G2 cubano, que lo acompañaron en una estrategia de copamiento de todas las instituciones del Estado.
Felizmente, los peruanos tenemos las cosas claras, y estaremos vigilantes de que el presidente Castillo no pretenda imponer una agenda política que contradice el sentir del ‘Pueblo’. Lampadia