Cambios urgentes
Jaime de Althaus
Para Lampadia
Se nos acaba el tiempo para aprobar reformas electorales que reduzcan el número de partidos u opciones electorales que participarán en la carrera electoral al 2026. Hay que reclamarle al Congreso un último esfuerzo en esa línea, porque definitivamente no podemos tener 40 o 50 candidaturas presidenciales y listas congresales. Los electores van a tener muchas dificultades para encontrar el partido por el que quieren votar y pueden terminar marcando el primero de la lista o cualquiera.
Ya hemos reseñado las propuestas del colectivo “Peruanos de Estado”: la primera es ampliar el plazo para inscribir alianzas hasta el 12 de octubre. Si las nuevas reglas para las primarias son complicadas de modo que impiden que la inscripción de alianzas se postergue hasta octubre, pues simplifiquemos esas reglas y regresemos al esquema de elecciones internas como era antes.
Pero algo tan importante como eso sería homologar el filtro para participar en la primera vuelta: la ley que derogó las PASO estableció que cuando las elecciones internas se realizan mediante voto universal, libre, voluntario y secreto de los afiliados, o de los afiliados y ciudadanos previamente inscritos como electores ante la organización política, tendrán que haber votado un 10% del total de electores del padrón de la organización política correspondiente. De lo contrario no podrán participar en la elección general.
Sin embargo, cuando la elección es por delegados, se requiere el 10% no de los electores sino de votos de los delegados electos. Esto, como se dijo en su momento, es ridículo, porque es obvio que participará un porcentaje de delegados mucho más alto que el 10%. Quizá el 100%.
Por lo tanto, el Congreso está todavía a tiempo de corregir esa discriminación, estableciendo que cuando la elección es por delegados se requiere igual que hayan votado por esos delegados el 10% de los inscritos en el padrón del partido. En realidad, si queremos reducir de manera efectiva la oferta electoral, habría que subir a 20% la valla, o como mínimo al 15%.
Claro, esto requiere que los padrones de los partidos estén actualizados, respondan a la realidad actual. Hagamos el esfuerzo, pues esta sí sería una manera efectiva de reducir la oferta electoral, sin que los partidos que no pasen esa valla primaria pierdan su inscripción. La salud de la democracia peruana está primero.
Si se aprobara esto, ya no sería necesario adoptar la propuesta del congresista Diego Bazán de reducir la valla para ingresar al congreso al 3% de los votos si la alianza está integrada por cinco o más partidos, que es una salida de emergencia por esta vez.
Otro planteamiento de “Peruanos de Estado” es que sea posible inscribir alianzas solo para la plancha presidencial de modo que cada partido pueda ir con su lista congresal. Esto no está prohibido en la ley, pero para evitar interpretaciones restrictivas, sería bueno explicitarlo.
También deberíamos eliminar la regla de que miembro de la alianza que no alcanza representación, pierde la inscripción. No debería perderla. Y también eliminar la regla de que partido que decide no participar en una elección, pierde su inscripción. Así varios partidos, viéndose sin posibilidades, declinarían de participar en esta ocasión sin que por eso pierdan su inscripción electoral. Esto también es clave.
Insistimos: el congreso tiene que preocuparse de aprobar estos cambios si queremos tener una elecciones mínimamente ordenadas y funcionales que ayuden a los electores a escoger bien a sus gobernantes y representantes.
Es un asunto de respeto a los ciudadanos y de preocupación por la calidad de la democracia y de la gobernabilidad del país. Lampadia