Carlos E, Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Paras Lampadia
Acaba de efectuarse un proceso electoral en Venezuela y, luego de más de una semana, no podemos salir de nuestro estupor al ver una proclamación de victoria, sin mostrar actas electorales.
Ya el dictador Maduro había amenazado con que ganaría esas elecciones, “por las buenas o por las malas”. Y vaya que lo están haciendo, si no veamos de lo que han sido capaces para “impedir perder” estas elecciones:
- Vimos cómo se evitó, a toda costa, la participación de la lideresa de la oposición en las elecciones, no se permitió la inscripción de quien se propuso como sustituta y se tuvo que inscribir a último minuto a quien, finalmente fue el candidato: Edmundo González Urrutia.
- Impidieron la presencia de veedores independientes internacionales. Sólo sus invitados.
- Impusieron la exclusión de la diáspora, impidiendo el voto a más de 4 millones de venezolanos en el exterior, de un padrón electoral total de 21 millones.
- Desde muy temprano, el gobierno dispuso el impedimento de acceso y acreditación a los testigos electorales (personeros) a los lugares de votación, para forzar su reemplazo por “testigos accidentales”. Felizmente, los soldados a cargo, permitieron el acceso de los testigos (en contra de las órdenes). Eso permitió que a las 8:00 am, 94% de ellos estuvieran acreditados. Importante que los soldados fueron testigos de los intentos de fraude y, ellos mismos, ayudaron a corregir algunos.
- Sacaron a los “Testigos Nacionales” de la sala donde se centralizaba el cómputo general, para poder modificar la voluntad popular y el resultado de las mesas.
- Ante la evidencia de pérdida, dieron la instrucción de que no se entreguen las actas. No contaban con que la presión en todas las mesas y la buena disposición de los soldados presentes, les permitieran el recojo de tales actas, que fueron fotografiadas y enviadas de inmediato al “comando de control” para el conteo paralelo.
- Al final, en la sala de totalización, no se imprimieron ni las actas ni el resumen final de la elección que se leyera. Esta se imprimió en la impresora del jefe del comité electoral y fue lo que se usó en la proclamación, sin sustento de actas.
- El gobierno denunció “Hackeo” de sus sistemas y comunicaciones. Contra toda lógica, argumentaron que, el ganador, no quiera mostrar los resultados concordantes con los “Exit polls” (Boca de urna), que muestran que la oposición llevaba una ventaja de 40 puntos porcentuales.
Los resultados se obtuvieron, gracias a que se armó una estrategia y un equipo capaz de vigilar íntegramente el proceso electoral, copiar y escanear las actas electorales:
- Se constituyó un Comité Nacional Electoral paralelo.
- 600 mil ciudadanos se involucraron en el proceso, siendo verdaderos guardianes de los votos y la voluntad popular. Ellos han acopiado el 75% de las cédulas.
- Ante la falta de recursos, millones de venezolanos en el exterior, hicieron trabajo extra para enviar pequeños aportes de financiamiento de campaña y del sistema de protección, seguimiento y cuidado de votos, incluyendo pan y agua para los testigos.
- El equipo de la oposición previamente organizado y preparado pudo, en 48 horas, velar por los votos, recabar las actas, fotografiarlas, transmitirlas, escanearlas y tabularlas, para llegar a la información agregada, que respalda sus resultados.
- Se creó una página web, especialmente, para llevar el recuento de los resultados electorales, con las actas escaneadas y toda la información que permita la demostración de toda la base de datos, mesa por mesa y agregada.
- En esta página www.resultadospresidencialesvenezuela2024.com, se muestran las actas originales, con la información del 75% de las actas (hasta ahora), que concuerda con la información que los ciudadanos tienen a mano, para verificar que se esté respetando su voto. Y con eso se verifican los resultados que muestran una ventaja de 40 puntos porcentuales de la oposición frente a Maduro.
Lo importante aquí son las lecciones aprendidas de este proceso y que, se resumen en lo siguiente:
- Es indispensable unirse en un solo frente electoral, caso contrario hubiera sido imposible esta organización.
- Debemos de asegurarnos presencia de personeros en el 100% de las mesas de votación, para poder escanear las actas de todas ellas y transmitirlas a la oficina de campaña correspondiente.
- Debemos lograr que los miembros de las fuerzas armadas (FFAA), que también están en todas las mesas, retengan una copia de control de las actas de votación y los votos emitidos, para recurrir a ellas en última instancia.
- Nunca confiar ciegamente en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), ni en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), pues ya en el pasado mostraron parcialidad e incapacidad y, si no estamos preparados con elementos redundantes, no hay forma de hacer valer la verdad. Igualmente, vigilar la integridad de la base de datos de RENIEC.
Dicho todo esto, es fundamental que los países democráticos revisemos los mecanismos de instituciones internacionales, tales como la OEA y la ONU, como elementos garantes de estos procesos. En este caso, se ha verificado que países diminutos (de entre 300 mil y 50 mil habitantes) y petróleo-dependientes de Venezuela, tengan en la votación de la asamblea de la OEA, el mismo peso de países de otras dimensiones.
Se deben establecer reglas de gobernanza, para que no se considere a quienes tienen conflicto de intereses.
Tomemos lecciones y preparémonos, pues está creciendo la influencia de las actividades delictivas en el ámbito político y económico y, eso, se ha constituido en una amenaza para nuestra democracia. Lampadia