Alejandra Benavides
Para Lampadia
A casi un mes de las próximas elecciones generales, la contienda electoral se va haciendo más cruda, revelando las verdaderas caras de los candidatos, quienes se muestran desesperados por captar votos. Si bien las últimas encuestas de IEP y CIT podrían considerarse cuestionables, por la metodología utilizada, el alto margen de error y posibles sesgos políticos en ambas, hay una tendencia clara que indica que la derecha y la izquierda más conservadoras (Rafael López Aliaga vs. Yonhy Lescano) se enfrentarían en una segunda vuelta.
La progresía representada por Verónika Mendoza, candidata de izquierda radical, a pesar de decirse “moderna”, y de Julio Guzmán, partido sin claras convicciones, están haciendo lo imposible por repuntar. En esta última semana, Verónika Mendoza firmó un compromiso para cancelar el proyecto minero Tía María, en caso llegue a la presidencia. En declaraciones, recogidas por Gestión, expresó lo que pretendería: “Retiro inmediato de la empresa minera Southern Perú de la provincia de Islay, cancelación definitiva del proyecto minero Tía María y la Tapada. Asimismo, la cancelación definitiva de todo denuncio minero en la provincia, para garantizar el desarrollo del agro, el turismo y la agro exportación, declarando la intangibilidad del Valle del Tambo de la provincia de Islay para toda la actividad minera”. Dichas declaraciones despertaron dos cuestionamientos principales.
Primero, ¿cómo es que la señora Mendoza pretende financiar sus aventuras en caso de llegar al poder y compensar por todo lo que aporta la minería? Su plan de gobierno comprende grandes inversiones públicas, programas de empleo temporal masivo, universalización de Pensión 65, programa de “vivienda digna”, “mayores dosis” de programa Reactiva Perú, bonos universales por s/.15,000 millones a los más pobres, entre otros que incrementarían el ya golpeado déficit, que al cierre de 2020 se ubica en 10% del PBI. La señora Mendoza parece no saber que la minería contribuye con el:
- 20% de la recaudación fiscal (las mineras pagan aproximadamente 47% de su utilidad en regalías, canon e impuestos),
- 16% de la inversión privada,
- 10% del PBI y responde a
- 60% de las exportaciones.
Tenemos en cartera proyectos mineros por US$57,000 millones, entre Quellaveco, Mina Justa, Ampliación Toromocho y Ariana. Claramente, con un “compromiso” como el firmado en Arequipa, dichos proyectos se paralizarían y las empresas irían en búsqueda de algún otro lugar adonde haya estabilidad y reglas claras que se respeten.
Segundo, ¿cómo planearía compensar los beneficios que se esperaban de Tía María? Además de una inversión de US$1,400 millones, en la primera fase de construcción y operación se estima la creación de 9,000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, así como el pago de s/.270 millones anuales por concepto de canon y regalías. Se estima que el proyecto represente 0.5% del PBI.
La señora Mendoza se siente todopoderosa, cree que el Perú es de su propiedad y que vivimos en una burbuja. Sin embargo, el Perú es un país globalizado, con más de 95% de sus exportaciones destinadas a países con los que tiene Tratados de Libre Comercio – 21 tratados vigentes, que establecen cláusulas de protección de la inversión y estabilidad regulatoria. Este tipo de acciones nos cerraría la puerta a los mercados internacionales más importantes y afectaría gravemente nuestra capacidad de endeudamiento (y rating crediticio), capacidad de pago de deuda internacional, y nos sumiría en la más profunda depresión económica. Lampadia
Referencias
https://encuestas.com.pe/encuesta-presidencial-cit-lima-07-marzo-2021/
https://apisije-e.jne.gob.pe/TRAMITE/ESCRITO/1587/ARCHIVO/FIRMADO/5262.PDF
https://www.ipe.org.pe/portal/tia-maria-dialogo-para-el-desarrollo/