Jaime de Althaus
Para Lampadia
La superficie cultivada con coca se expandió en 23% el 2021 en relación al 2020 (considerando las mismas áreas monitoreadas). Llegó a las 80,681 hectáreas, incluyendo cinco nuevas áreas de monitoreo. Ello según el informe de Devida publicado ayer titulado: SUPERFICIE CULTIVADA CON ARBUSTO DE HOJA DE COCA MONITOREADA EN 2021, que solo mide las plantas con más de un año de producción, de modo que el área sin duda es aún mayor.
La expansión de las áreas cocaleras es casi exponencial. Hemos casi doblado el área sembrada en cuatro años, entre el 2017 y el 2021. Con los incrementos de área sembrada de este año sin duda se habrá doblado o más que doblado, considerando que este año la meta de erradicación es de 18 mil has. (hasta agosto se ha erradicado solo 15,742 has.), y que, como bien anota Jaime García, para reducir el área sembrada debe erradicarse el 50% de lo existente por lo menos.
En efecto, como vemos en el siguiente gráfico, el incremento fuerte del área sembrada se dio los años 2020 y 2021, en los que hubo poca erradicación debido a la pandemia y al cambio de gobierno. Los años anteriores se tuvo que erradicar aproximadamente la mitad del área sembrada para que esta se incrementara en poca medida el año siguiente. Lo que ocurre es que se erradica, pero los cocaleros siembran en otras zonas.
Por supuesto, una política más efectiva sería la que se aplicó en los 90: el corte del puente aéreo, en este caso a Bolivia. E intervenciones más decididas para incautar cocaína en los puertos. Y controlar la desviación de insumos químicos. Pero lo primero no se puede aplicar hasta ahora por indolencia para resolver el contencioso con Estados Unidos que lo impide. Y el control de insumos químicos nunca funcionó.
Por ello, la meta de 18 mil hectáreas de erradicación es muy baja. Es deliberadamente baja. El jefe de Devida, Ricardo Soberón, anunció que en el VRAEM, donde, dicho sea de paso, el área sembrada pasó de 27,994 ha en 2020 a 32,106 ha en 2021, con un crecimiento de 15% entre dichos años, no habría erradicación sino auto erradicación, o erradicación concertada. Esa estrategia no ha funcionado en el pasado y no va a funcionar ahora. Y apenas se intenta retomar la erradicación, se da marcha atrás. En una carta al secretario general de la Federación de Productores Agropecuarios del VRAEM, difundida por Epicentro, el ministro del Interior le informa que “se ha dispuesto la paralización inmediata de la erradicación forzosa y compulsiva” en el VRAEM. En la práctica en el VRAEM hay licencia para producir coca y cocaína.
Jaime García calcula lo siguiente: de las 80 mil hectáreas sólo se destinan 8 mil para el consumo legal. En las 72 mil hectáreas para el narcotráfico se estaría produciendo 750 toneladas de cocaína al año. Nunca hemos tenido esas cifras. Seríamos el primer país exportador de cocaína porque incautamos bastante menos que Colombia. El reporte de Devida no informa sobre toneladas incautadas.
Lo preocupante es que por primera vez los tres países productores de cocaína, Colombia, Perú y Bolivia, coinciden en políticas anti erradicadoras. Petro en Colombia anunció que el Estado ya no erradicará porque la política antidrogas ha fracasado. Se estimulará la auto erradicación y el cambio de cultivos.
Con los tres países productores en sinergia perfecta, el narcotráfico puede terminar de capturar los Estados respectivos. Y considerando la penetración del narcotráfico en Ecuador, podríamos terminar hablando de la ‘narco comunidad andina de naciones’. Muy peligroso. Lampadia