Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia
En “Macri y la tenaza peronista” (Lampadia 07.10.2015), erré al creer que el cerco peronista conformado en esa elección por los candidatos Daniel Scioli y Sergio Masa impediría la llegada de Mauricio Macri al poder. El hastío de los argentinos con el populismo delictivo de los señores Kirchner pudo más. Fueron derrotados y Macri es hasta hoy, el presidente argentino. Sin embargo, en aquella misma ocasión, describí como funciona esa tenaza cuando uno que no es peronista llega al poder y como aquella, a través de sindicatos, corporaciones y grupos violentistas, le impide ejercer el poder adecuadamente. “Subvenciones, subsidios, pensiones, dádivas y privilegios sindicales (…) han logrado asalariar al electorado argentino, al punto que más de la mitad de la población argentina respalda al peronismo, en todas sus vertientes y facciones y no está dispuesto a un cambio, menos si este significa trabajar más recibir menos y ahorrar un poco”.
Tal cual.
Mauricio Macri no pudo librarse durante su gobierno de la tenaza peronista engendrada desde hace más de 70 años y tuvo que optar por el gradualismo en la reforma. Devaluó a medias, desreguló a medias, eliminó los subsidios a medias, redujo el gasto a medias y por lo tanto, no pudo reducir los gastos estatales y la presión fiscal sobre los contribuyentes, sino a medias. Esta tenaza le impidió sincerar la economía argentina. Logro permanecer en el poder, pero no logró ejercerlo a cabalidad y mucho menos corregir los males endémicos de esa sociedad. (ESPERT. LA ARGENTINA DEVORADA. 2017. P. 19)
La lógica consecuencia de lo anterior es que el gobierno del ex presidente de Boca Juniors no pudo contentar ni a unos ni a otros y hoy, después de quedar relegado en las elecciones primarias, va segundo en las preferencias electorales para las elecciones de este 27 de octubre, será derrotado por el colombroño de la señora Cristina Fernández de Kirchner que va de careta del tercer kirchnerismo y probablemente no llegue a impedir un triunfo en primera vuelta de estos oponentes.
Sin embargo, la sola grilla electoral argentina nos muestra que el peronismo no solo atenazó durante 4 años al gobernante, sino que ganó la batalla antes de las elecciones, porque tiene en sus manos los tres primeros lugares. En el primer lugar de las preferencias el dueto Fernández – Fernández. En el segundo lugar Macri, quien tuvo que aliarse con el senador peronista de derecha Picheto para poder conseguir votos de ese sector y el tercer lugar lo tiene otro ex peronista, el ex ministro Lavagna del gobierno peronista de transición de Duhalde. Dicho de otro modo, el peronismo llegará al poder gane quien gane, aunque en distinta medida.
¿Quiere decir esto que la Argentina no tiene arreglo?
¿Será verdad acaso que la Argentina desea seguir siendo devorada?
A juzgar por las preferencias electorales a la fecha, todo podría indicar que sí. Sin embargo, este proceso electoral también ha traído dos pequeñas candidaturas que permiten creer que, en ese país, hay posibilidades de arreglo y que el germen de una Argentina liberal, ya existe.
José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión son dos candidatos que han salido del molde. Se han ubicado fuera de la tenaza peronista y reivindican, con matices, una Argentina liberal. En particular José Luis Espert, para quien la Argentina vive “devorada por empresarios prebendarios que viven del proteccionismo y la dádiva estatal, sindicatos corruptos que actúan como empresas de interés particular o mafias y políticos funcionales a estas corporaciones que detentan el poder real es ese país”. (ESPERT. LA ARGENTINA DEVORADA. 2017. P. 19)
Espert es quien mejor que nadie ha graficado y entiende una verdad, muy incómoda para los argentinos. El Peronismo es el engaño latinoamericano perfecto. Ha sido capaz de convertir un país del primer mundo (entre los 15 primeros del mundo entre 1875-1947 a partir de su posición en el ranking del PBI per cápita) en un país del tercer mundo y hacerles creer que eso es justicia social, desarrollo y bienestar.
“Es cierto sin embargo que en algo somos únicos: somos el único país que, habiendo estado en el top 10 de los países más ricos del mundo, no para de caer en el ranking internacional.” (ESPERT. LA SOCIEDAD COMPLICE. 2018, P 26)
La presencia de Espert en la grilla electoral y su perfomance en los debates presidenciales, nos lleva a pensar que sea cual fue el resultado, el germen de una Argentina que no desea seguir siendo devorada ya existe. Nada indica que Espert en una sociedad así pudiera tener posibilidades electorales en este momento. Sin embargo, sus ideas podrían germinar mucho mejor si los argentinos indecisos y los que no son militantes a ultranza del kirchnerismo, suman fuerzas para impedir un triunfo en primera vuelta de Cristina Fernández, fuerzan un ballotage y permiten un mejor acomodo del tablero político en ese país. De lo contrario, no solamente será un país que siga siendo devorado, sino que es posible que pase a un modelo autocrático más cínico, que se mantenga en el poder sin reparos, ni alternancia, siguiendo los mandatos de La Habana y Caracas, como se ha visto en el fraude electoral boliviano que a toda cosa pretende mantener a Evo Morales por cuarta vez en el poder.
Argentina, no llores por ti.
Levántate e impide que te sigan devorando. Lampadia