Jaime Spak
Para Lampadia
Soy una persona muy aficionada a la música y la escucho tanto cuando trabajo como cuando estoy escribiendo mis columnas.
También lo hago todas las mañanas que salgo a caminar muy temprano, siempre me acompañan melodías de todos los ritmos y cantantes que hacen de mis caminatas un momento muy placentero.
Hace unos días mientras caminaba acompañado de las canciones de Charles Aznavour me llamó poderosamente la atención que la canción Esperanza, un cha cha cha que la hizo súper popular en la década de los 60 el cantante español Pedrito Rico, era una creación de este gran compositor francés.
Esa canción me dio pie para que escriba este artículo y lo asocie con la precaria esperanza que tenemos en estos días, que la situación política pueda cambiar.
No solo tenemos poca esperanza, sino que esto se asocia a la poca indignación popular, tal como lo mencionó el director de Lampadia.
No abrigo ninguna esperanza de cambio del gobierno de Castillo y no solo porque lo he manifestado en múltiples oportunidades que no tiene la mínima preparación, sino porque el mismo secretario general de Perú Libre confesó que no pensaban ganar las elecciones, porque no estaban preparados.
Si hacemos un poco de memoria, solo al inicio de este año las encuestas para presidente las lideraba Lescano de Acción Popular y nos producía un gran temor de lo que podría hacer un político mediocre al frente de la presidencia del país. Al final su candidatura decayó y acabó en quinto lugar con un magro 9%. Nos dejó de herencia a un grupo heterogéneo de congresistas que nunca se ponen de acuerdo para apoyar alguna moción.
Quién sabe si Lescano hubiera sido menos malo que Castillo.
Estamos concluyendo el año 2021 con una incertidumbre tremenda y con una molestia generalizada por la incompetencia de nuestro presidente.
Nunca se ha visto que la fiscalía ingrese a Palacio de Gobierno para indagar sobre posibles hechos delictuosos en el que está involucrado todo el gobierno.
Castillo tiene el descaro de no permitir el ingreso de los fiscales a la oficina de la secretaria, donde hace unas semanas se descubrió en el baño US$ 20,000 sin que hasta ahora haya una respuesta lógica del porque el exsecretario lo guardaba allí.
Es obvio que ese dinero es producto de la corrupción.
Nunca se ha visto que lobistas que mas parecen ladronzuelos de 7 suelas, ingresen al palacio o a la casa de Breña a negociar contratos millonarios.
Tampoco se ha visto un cinismo tan grande como el del presidente que invita a 5 periodistas a decirle que a partir de enero dará entrevistas.
Es como la persona que desea ponerse a dieta y siempre dice: el lunes empiezo, y nunca lo hace.
Castillo nunca dará una entrevista porque no tiene la mínima capacidad de contestar preguntas espontáneas.
Como lo dijo Bellido: “Castillo es un sindicalista elemental”.
Si nos acordamos de la entrevista al paso, que le hizo un periodista en Washington sobre qué seguridad le iba a dar a los inversionistas extranjeros y contestó: que la policía le iba a dar toda la seguridad (plop como decía Condorito).
¿Tendrá una idea que Las Bambas es el proyecto mas grande de Perú y uno de los 5 más grandes del mundo, y que representa el 1% del PBI, y del dinero que deja de recaudar el Estado por cada día de paralización?
Si nos ponemos a enumerar todas las barbaridades que ha hecho Castillo en estos primeros 4 meses, la indignación sería aún más grande.
El gobierno de Castillo se podría definir como una ineptocracia, que según el filósofo francés Jean D’Ormesson, es el sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar son elegidos por los menos preparados para producir y que solo esperan que el gobierno les de bonos y dádivas que consigue en base a impuestos que pagan los que sí producen.
El himno del Estado de Israel “Hatikva “significa esperanza, un país que se independizó hace 72 años y hoy ya pertenece al primer mundo. El himno de Perú “Somos Libres “y después de 200 años no somos libres de la corrupción ni de los malos gobernantes y seguimos siendo parte del tercer mundo.
El Perú tiene recursos, gente capaz y la gran mayoría son muy trabajadores. ¿Si eso no nos da esperanza, entonces qué?
La esperanza es lo último que se pierde y que esto no sea un autoengaño, sino que en un momento de lucidez Castillo entienda que es hijo del azar y que por el bien del país renuncie, pues la vacancia de parte del congreso lo veo muy improbable.
Tiene que renunciar de inmediato pues la indignación del pueblo está creciendo como la espuma y que no espere a que sucedan hechos lamentables que lo hagan dejar el poder.
Deseo que el año 2022 sea diferente……. no nos merecemos esto. Lampadia