Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia
Recientemente un articulista nos recordaba que, Alejandro Magno consideraba que la mejor ubicación de sus tropas para enfrentar al enemigo, era de espaldas a un profundo barranco, de forma tal que, así tendrían claro que sólo les quedaba la victoria o la muerte, pues no había forma de retroceder o escapar.
Cuando uno observa la situación en la que nos encontramos en el Perú, tras dos intentos fallidos de vacancia, creo que bien deberíamos hacer un frío y sereno análisis de la situación. Analizar qué impidió la vacancia en esos dos procesos y qué motiva esa rígida postura de 45 congresistas, que a sabiendas que el país se encuentra en su peor momento y camino al despeñadero, insisten en blindar a Castillo (PC) y oponerse.
Al margen de los miembros del partido de gobierno y los grupos de izquierda, quienes obviamente tienen que defender su aventura política y las cuchipandas que esta les permite, tenemos otros grupos con motivaciones diferentes.
Algunos argumentan que no pueden “gastar su bala de plata” pues eso los expondría a una eventual disolución del Congreso ante cualquier pretexto, al más puro estilo Vizcarra. Otros salen con respuestas alambicadas y llenas de “dignidad”, señalando su compromiso de asegurar la gobernabilidad en el Perú, como si la permanencia de PC contribuyese a ello. Ciertamente, nadie se los cree, pero démosles a algunos el beneficio de la duda. Otros, en cambio, es claro que digan lo que digan, tienen intereses subalternos que los lleva a votar en contra, abstenerse o evadir la responsabilidad ausentándose del hemiciclo al momento de la votación. Lo cierto es que se aferran al cargo y no alcanzamos ni de lejos a los 87 votos requeridos.
En estas circunstancias, es claro que los congresistas están encontrando vías de escape y argumentos que les permite, por lo menos en sus mentes y la de algunos incautos, alguna lavada de cara que les ayude a dormir cada noche, a pesar del daño que le están haciendo a nuestra patria, al no votar por la vacancia de PC.
En el camino, ya van dando el voto de confianza a varios gabinetes, a cada cual más impresentable, con ministros delincuentes sentenciados, terroristas reciclados o simplemente incapaces, investigados o prontuariados de todo tipo, gente que jamás debió haber accedido a tales cargos y que, mereciendo su censura, los mantienen más de lo debido. Ya es común escuchar que, para ser funcionario de este gobierno, se requiere contar con un prontuario y no con un Curriculum Vitae lleno de valores, conocimientos, especialidades y trayectoria de excelencia. Después de la experiencia con este régimen, entiendo que muchos exministros estarían tratando de borrar este estigma de sus CV, en lugar de exhibirlo como un honor.
Lo anterior nos lleva a la conclusión que, nos hace falta 66 congresistas patriotas, que amen al Perú, quienes deben censurar de inmediato a este desquiciado primer ministro, pues ya ha dado muestras suficientes de su incapacidad mental para presidir el gabinete y liderar una gestión de gobierno. Sólo así, al menos 87 congresistas puestos al borde del despeñadero, sin más opción que vacar a PC a riesgo de irse a su casa luego de que PC disuelva el Congreso y pierdan igual todas sus prebendas y gollerías. ¿Podrían en esas circunstancias ser capaces de optar por apoyar la vacancia o recortar el período de gobierno y salvar al Perú?
Por supuesto que debe darse el acuerdo político que permita la reelección parlamentaria, de modo tal que aquellos buenos parlamentarios, que los hay, y que han sido capaces de llevar las cosas al límite con tal de salvar al Perú, tengan la posibilidad de ser reconocidos y premiados por la ciudadanía en las próximas elecciones. De otro modo, nos quedaremos estancados y la izquierda seguirá ganando la iniciativa.
Creo que, finalmente, debemos recordar la anécdota de Alejandro Magno frente al famoso “Nudo Gordiano” que nadie lograba desatar en la ciudad de Gordium, en el Asia Menor, nudo que unía el carro y la lanza del rey de Frigia. Según la leyenda, el que lograse deshacer el nudo, sería dueño de Asia. Alejandro quiso probar suerte y fue a resolver el problema. Al ver el nudo, Alejandro rio, desenfundó su espada y de un solo tajo cortó el nudo dejándolo para la posteridad sólo como una leyenda.
¿Seremos capaces de deshacer el “Nudo Gordiano” en que nos encontramos? Lampadia