Jaime Spak
Para Lampadia
No me cabe la menor duda que si hacemos una encuesta entre los peruanos, indicarían que el principal problema que tiene el país es la corrupción.
Incluso, por encima de la inseguridad ciudadana que esta desbocada.
Es verdad que todos desearían erradicar la corrupción, pero, o no saben cómo hacerlo o ven que es un largo camino que no están dispuestos a seguir.
Llego la hora que el principal caballo de batalla de una próxima administración pública sea la lucha frontal contra la corrupción.
Por primera vez en décadas no hemos tenido crecimiento económico, e intenta el gobierno darnos un halo de aire fresco indicando que este año volvemos por el camino del crecimiento.
Pero para que esto suceda se requiere de principios básicos que no podemos soslayar.
Me pregunto:
- ¿Quién va a querer invertir en un país en donde los contratos no se respetan?
- ¿Quién va a querer invertir en un país donde la justicia es precaria y demora años de años cualquier controversia?
- ¿Quién va a querer invertir en un país en donde el congreso es impresentable y en cualquier momento presentan y aprueban leyes absurdas que ponen en peligro sus inversiones?
- ¿Quién va a querer invertir en un país donde los delincuentes tanto nacionales como extranjeros, han tomado por asalto las ciudades y extorsionan a cualquier individuo que empieza a tener éxito en su negocio, sea pequeño, mediano o grande?
- ¿Quién va a querer invertir en un país donde sus máximas autoridades o están en la cárcel o están siendo enjuiciados por justamente corruptos?
- ¿Quién va a querer invertir en un país donde el ministerio público es una olla de grillos?
La corrupción la podemos ver no solo en casos de malversación de fondos, de contratos bambas, de inversiones sobrevaluadas.
También la corrupción se ve en el caso de ministros incompetentes que aceptan los cargos sabiendo que no tienen la mínima capacidad para ejercerlos y solo ingresan para enriquecerse.
¿Cómo es posible que lideres importantes políticos, estén fugados y nadie hace nada por detenerlos?
- Un congresista que incluso ha sido miembro de la mesa directiva que esta fugado desde el mismo momento que se le leyó su condena para ir a prisión.
- Un alto miembro del poder judicial “el popular hermanito “que se fue por la frontera ayudado por algunos malos elementos de las fuerzas del orden.
- Un pobre hombre que le sustrajo las famosas agendas a una primera dama y aprecio muerto sin que hasta ahora haya justicia por ese asesinato.
- Una jueza hermana de la ex fiscal de la nación, que se pasea en un automóvil Porsche, que no podrá nunca explicar el origen de los fondos para comprar un automóvil por encima de los US$ 100,000. Ni siquiera es inteligente de no demostrar signos exteriores de riqueza.
La corrupción es el mal de nuestra sociedad y del mundo entero.
No hay país de este planeta donde no se ventilen casos de corrupción en las más altas esferas de la política.
Pero seamos honestos, nosotros mismos no hemos sido corrompidos o corruptores.
¿Quién puede lanzar la primera piedra?
Acaso no nos hemos metido en la cola de manera solapa.
¿No nos hemos pasado una luz roja?
¿No hemos coimeado a un policía?
¿No hemos llamado amigos para que nos apoyen en trámites burocráticos, porque nos hacen pasar por el aro a por los múltiples obstáculos que nos pone la administración pública?
Hemos sido corruptores sin querer queriendo.
Cuantos de ustedes no han estado en situaciones parecidas.
Será muy difícil vencer esta lacra.
Pero algo debemos de hacer.
A medida que haya más situaciones complicadas como si fuera un detrás de cámara de una película en la cual le exigen a los intérpretes repetir una y otra vez su parte para que quede perfecta.
En nuestra sociedad la gente es especialmente propensa a querer figurar y están dispuestas a vender el alma al diablo.
El escándalo Epstein en USA donde hay involucrados personajes de alto nivel político como un expresidente americano, el hermano del rey de Inglaterra, y muchos más.
Creo que la única manera de vencer la corrupción es únicamente hacerlas públicas.
La prensa cumple un papel importante, pero también se excede al calificar el comportamiento de personas que no necesariamente son corruptos.
Hay un grupo que despotrica de los caviares, hay otro que se opone a lo que sea, y lo peor hay quienes sin tener una certeza exacta de lo que se trata ya trata de corrupto a alguien porque se deja impresionar por titulares sensacionalistas.
¿Ustedes creen que algún día la justicia sea pulcra en el Perú, que los políticos ingresen a la administración pública para trabajar en pro del país y no de planes subalternos?
Les dejo la respuesta a ustedes queridos lectores. Lampadia