Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia
Ante las circunstancias actuales de pandemia por el Coronavirus se ha hecho ostensible un sinnúmero de debilidades de la estructura del Estado peruano. No podremos ser exhaustivos en su enumeración pues requeriríamos muchas páginas, pero si podemos a guisa de ejemplos señalar algunas cosas.
Ante la orden de inamovilidad y aislamiento social que restringe las posibilidades de reunión y tránsito normal para todos los ciudadanos, ya apareció la propuesta hecha por un congresista respecto al “Congreso Virtual” para permitir que; el Consejo Directivo, las Comisiones de Trabajo, la Comisión Permanente y el Pleno del Congreso, puedan tener sesiones virtuales aprovechando las facilidades que la tecnología brinda.
Debemos considerar que el congresista tiene como funciones principales: 1. Representar, 2. Fiscalizar y 3. Legislar, y además en ese orden de importancia. Consecuentemente, este Congreso debería estar en estos momentos trabajando intensamente en la fiscalización de las actividades que ha desarrollado el ejecutivo desde el 30 de setiembre del año pasado a la fecha, empezando por los Decretos de Urgencia y las actividades mismas de ese tiempo. Igualmente, hay actividades que durante este periodo de emergencia sanitaria se están ejecutando y requieren fiscalización (y vaya que requieren, con la gavilla de delincuentes, con honrosas excepciones, que hay al frente de gobiernos sub-nacionales). Ya sólo con eso tienen el “plato lleno”, al margen de tener que instalarse debidamente en comisiones para empezar a trabajar y cuidar que algunos congresistas no renuncien a las bancadas por las que fueron elegidos…
Las facilidades de comunicación virtual son ciertamente una gran herramienta, pero aplican fundamentalmente a labores de coordinación de grupos relativamente pequeños, por ejemplo; el Consejo Directivo, la Junta de Portavoces, algunas actividades de algunas Comisiones de Trabajo y probablemente algunas actividades de carácter administrativo y de coordinación de la Comisión Permanente, pero de ninguna manera para tener un análisis y debate integral y profundo de los proyectos de ley y en algunos casos hasta de propuestas de modificación constitucional. A menos que quieran pasar las cosas “por agua tibia”, no me imagino, por ejemplo, la presentación del gabinete y debate de investidura en una “sesión virtual” del Pleno del Congreso.
Este Congreso es percibido como un “Congreso Light”, tiene nueve bancadas (para empezar) y la que más, fue elegida con un máximo de 8% de los votos emitidos. Sin liderazgo claro, ni visión de futuro, sin vocación fiscalizadora y muchos congresistas dispuestos a ceder rápidamente sus facultades legislativas, mientras otros con propuestas y pose de radicalismo populista para las tribunas. Por eso, no sin razón, se sienten que están en un segundo plano y bajo la tutela de la presidencia de la República, aún sabiendo que tienen al frente un gabinete con ministros más “light” que ellos y que se cae sólo. Ya el último cambio de titular del sector Salud en plena crisis (cambio de jinete a mitad de carrera), explica a las claras la debilidad del equipo de trabajo del gobierno y la precariedad en la selección de sus colaboradores.
Por esto es que ahora sale a flote las carencias del aparato de salud del Estado, por no haber hecho la tarea aún después de dos años de gestión del presidente, dentro de un gobierno que debemos recordar ya lleva casi cuatro años de gestión. Ahora se ve la falta de hospitales y postas médicas, ahora se ve la falta de personal médico y paramédico entrenado, ahora salta a la vista las condiciones precarias en que ellos deben trabajar, al punto que el ministro de salud de hoy, tuvo que disponer como primera tarea la entrega de material de protección para los médicos y enfermeras que están en la primera línea de atención y combate a esta pandemia. No obstante siguen maquillando información crítica, pues el Instituto Nacional de Salud pidió el 6 de marzo los kits de análisis molecular para Coronavirus, el sábado 28 el ministro Zamora dijo públicamente, pero con la cara tapada para que no se le note el enrojecimiento del rostro, que ya teníamos 80,000 kits entre lo que estaba en almacén y en viaje, sin embargo el miércoles 1 de abril nos enterábamos que la Orden de Compra se habría colocado recién el lunes 30 de marzo, con entregas parciales que llegarían hasta el 27 de mayo…
Aplaudo que el Hospital de Lima Este Vitarte, cuyo “comisionamiento” se inició en julio 2018, finalmente se esté poniendo en operación desde marzo 2020 ¿se imaginan si un hospital construido y equipado ha requerido 20 meses para ponerlo en operación, que nos pasaría con la construcción de uno nuevo? Igualmente aplaudo se disponga el uso de las “Torres de los Panamericanos” como centros de salud, aunque no han sido diseñados para eso, pero es mejor su uso para estos fines, antes que su abandono y deterioro en el tiempo.
Otro tanto ocurre con el desmanejo y falta de información adecuada respecto a la población que debiera recibir el subsidio de 380 soles mensuales y la gestión de su entrega. Baste remitirse a lo indicado por el presidente que, parten de una base de datos del censo de 2003 y actualizada por las municipalidades… (principal foco de corrupción, especialmente en manejo de fondos sin rendición de cuentas) y sin esfuerzos de bancarización alguno. Que han hecho el MIDIS, Ministerio de la Mujer, Ministerio de Trabajo, Ministerio de Educación, entre otros, ¿durante todos estos años? No han sido capaces de generar el interés de los beneficiarios por registrarse (empadronarse) debidamente y formalizar su relación con los programas sociales administrados por el Estado, lo que resulta fundamental en condiciones de crisis y poner el foco en poblaciones altamente sensibles. ¿A partir de hoy lo harán? ¿Ligarán DNI electrónico con cuenta de banco y billetera electrónica?
Como vemos, el Congreso tiene frente a sí una ardua tarea de fiscalización, pero claro, eso cansa y prefieren el “glamour” de las reuniones virtuales y la ley propia, como si no nos sobraran leyes. Reitero, debieran dejar sin efecto por lo menos dos leyes por cada nueva ley que quieran aprobar.
No sólo eso, sino que el Parlamento debe debatir exhaustivamente las propuestas de ley y sus dictámenes en comisiones, con una alta participación de sus asesores técnicos y evitar que medidas de índole técnico y de alto impacto (retiró de fondos de las AFP, por ejemplo) se pasen directamente al Pleno por razones políticas (cuanta falta hace un Senado). Si por lo menos no discuten adecuadamente los proyectos de ley presentados, no examinan y definen el destino de los Decretos de Urgencia aprobados durante el interregno parlamentario y quieren pasar “a tontas y a locas” leyes de reforma política para darle gusto a algunos iluminados, seguiremos a la deriva y mirando sólo la circunstancia del corto plazo.
Cómo podemos ver, aquí tenemos perlas en el Ejecutivo y en el Legislativo, no menciono el Judicial porque ya no están trabajando y debemos (aunque con reservas) dar el beneficio de la duda.
¡Debemos pues poner nuestros mejores cerebros y experiencia al servicio del Perú! Lampadia