Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia
La presidenta Dina Boluarte tiene que cuidarse
En primer lugar, debe cuidarse de sus antiguos partidarios, que no solo ya no la apoyan, sino que la quieren derrocar a tiro de piedra y, como manda el libreto boliviano que interpretan, mandar a la cárcel como a Jeanine Añez, la valiente ex presidenta de transición boliviana, por el solo hecho de haber asumido la sucesión constitucional.
En segundo lugar, de su propio pasado político. Su vínculo con Perú Libre como candidata a alcaldesa de Surquillo (un pequeño distrito de clase media limeña) y como candidata en las elecciones parlamentarias complementarias del 2019, antes de ser vice presidenta de Castillo, fue muy importante, al punto que manejo los recursos de ese partido. La conocen muy bien y lo usan en su contra, Sin embargo, ella también conoce la entraña gansteril de la mafia de Cerrón.
También deberá cuidarse de sus preconceptos y relatos de izquierda que asumió, comulgó y ayudó a construir para llegar al poder junto con Castillo. La realidad de su gobierno no es un relato. La realidad es que el Perú está siendo atacado por sus antiguos aliados señora Boluarte. El relato que ellos construyen es que usted es la asesina, traidora y ahora lacaya de la derecha. Imagino que ya se dio cuenta de lo peligroso que es construir relatos, creerlos y seguirlos.
Cuídese de sus viejos aliados extranjeros. De Evo (que le ha declarado la guerra) de Petro, de Amlo, de Diaz Canel y de Maduro. De los que visitó en Europa. De los que le aconsejaron hablar disparates en Davos. Ya ninguno de ellos está con usted. Siga la nueva línea profesional de nuestra Canciller, defendiendo nuestra soberanía, tan estropeada en los tiempos del doctor Landa.
Deberá cuidarse de la seducción caviar que le ofrece estar bien con Dios y el diablo, con la Confiep y el SUTE, con la empresa privada y con los extremistas, con Wall Street y con La Habana, al módico precio de ministerios, vice ministerios, consultorías y directorios. Utilice sus servicios, pero no deje que la usen para sus propósitos. Son más expertos que usted en la materia, están en el gobierno desde Toledo y cuando vean que usted tropieza, no tardaran en pedir su renuncia, siempre dignos ellos.
Cuídese del abrazo de oso de mercantilistas, pseudo empresarios y lobistas, que la deben estar adulando con el mismo esmero que la choleaban cuando asumió como vice presidenta, ofreciéndole amistad, vínculos y contactos. Su tarifa ya llegará a través de primos, hermanos, cuñados o ahijados.
Cuídese de nuestros prejuicios provincianos, que en muchos casos son virtudes valiosas que debemos conservar, pero también nos impiden ver la amplitud del país, su diversidad, la irrelevancia de nuestro espacio andino en el contexto global o la necesidad de avanzar como Nación por encima de las exigencias comarcales.
Sobre todo, señora Dina, cuídese de los buscadores de curriculum. De esos que solo quieren asumir los activos, pero no los pasivos. De esos que la acompañaran lo necesario para que en su CV diga: “Fue ministro de …”. Esos son los peores. Les sobrarán razones para abandonarla cuando la foto que la realidad política imponga no se acomode a su perfil en LinkedIn.
De nosotros señora Dina, de los liberales, de los que no votamos por usted, de los que la hemos combatido desde antes que asuma el poder, no tiene usted que cuidarse por ahora. Nuestro apego a la Constitución, a las leyes, a las instituciones y a las reglas civilizadas de la democracia nos llevan a respaldarla a pesar de su pasado y de cómo llegó al poder. Son las paradojas de la política.
Cuídese señora Boluarte por el bien de la gobernabilidad de nuestro país. Lampadia