Las elecciones nacionales que han recogido el voto de los ciudadanos el 10 de abril establecen un mandato popular que tenemos que interpretar y recoger con mucho cuidado para una acción política consecuente de los intermediarios del pueblo, la clase política y los medios (pareciera que los otros estamentos de la clase dirigente siguen adormitados).
Un primer tema que salta a la vista de los resultados es que varios se computan como ganadores: Fuerza Popular, el evidente ganador, pero también PPK, que está en la segunda vuelta, e incluso el Frente Amplio (FA), cuya candidata y demás líderes no han tenido el menor gesto (tradicional) de cortesía de reconocer los resultados y saludar al ganador, vergüenza ajena.
En nuestra opinión, estas elecciones han producido un mandato muy claro. Más claro que en muchos de nuestros procesos electorales, sin embargo PPK sigue tratando de descalificar la calidad y representatividad del ganador y el FA desarrolla abiertamente sus planes desestabilizadores de la democracia amenazando con desequilibrar al próximo gobierno “desde la calle”.
Por ejemplo, Alberto Adrianzén, columnista de La República, Congresista Andino (¿?), y miembro de varias cúpulas de las izquierdas tradicionales, comenta:
“En este contexto, qué puede hacer la izquierda. Por un lado, mantener su independencia frente a los dos candidatos, PPK y Keiko, pero con una clara orientación, como se ha demostrado en estos días, de sumarse a la ola antifujimorista y, por el otro, proponer un frente antifujimorista y levantar un programa o plataforma antineoliberal, que si bien hoy tiene un remitente preciso que es su electorado, con seguridad le será útil cuando acabe la segunda vuelta y pase a integrar el Congreso. Con un parlamento con mayoría absoluta fujimorista lo más probable es que el conflicto político, como fue durante los años noventa, se traslade a la sociedad y a las calles que son, justamente, los espacios donde creció la izquierda”.
Patético comentario de un congresista de la República, solo falta que se ponga a decir que ‘la violencia es la partera de la historia’.
En Lampadia hemos convocado a los candidatos que pasan a la segunda vuelta a aprovechar esta magnífica oportunidad en que el 67% de los electores (dijimos, algunos lo ampliaron hasta 80% interpretando los votos de otros candidatos) optó por “construir sobre lo avanzado”, en vez de echar todo por la borda y zambullirnos nuevamente en la pobreza y el estancamiento. Ver: El 67% de los peruanos votaron por construir sobre lo avanzado y El mandato popular que tenemos que leer.
El tremendo apoyo popular logrado por Keiko Fujimori (KF) y Fuerza Popular (FP), que no se quiere reconocer, no puede significar que en un eventual gobierno de KF y FP, los ganadores tengan patente de corso para hacer lo que les venga en gana, ni que vayan a practicar formas abusivas de gobierno. Para empezar, KF ya ha tenido algunos gestos democráticos, como ofrecer la presidencia de las comisiones de fiscalización e inteligencia a la oposición. Además, es evidente que FP solo puede consolidar su eventual gobierno para enfrentar la difícil tarea de corregir simultáneamente tantos problemas, convocando, más que dividiendo. No hay otra manera de emprender un gobierno que tendrá que: relanzar el crecimiento de la economía, recuperar la confianza de los peruanos en el futuro y en sus autoridades, avanzar sólidamente en un programa de reformas que nos den un Estado presente, eficiente y efectivo y, liberar la creatividad y laboriosidad de los peruanos de las múltiples amarras (les llaman leyes y normas) que nos impiden prosperar. Ver: El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’.
Veamos algunas cifras y cuadros que nos permiten evaluar los resultados de las elecciones más allá de nuestros propios deseos:
Como puede verse, KF y FP obtuvieron una victoria democrática muy importante, lograron prácticamente el 40% del voto nacional, ganaron en 17 regiones con un promedio de 44% y llegaron segundos en otras 6 regiones con un promedio de 32%. En las otras 2 regiones salieron terceros con un promedio de 24%. No deja de llamar la atención que PPK no haya ganado en Moquegua, contando con Martín Vizcarra, su exitoso ex Gobernador, como candidato a la primera vicepresidencia.
Además, Fuerza Popular habría obtenido 72 de los 130 curules en el Congreso. Ver el gráfico de Transparencia:
Para mayor ilustración, queremos aprovechar los magníficos cuadros producidos por ‘50+1 Grupo de Análisis Político’, alguno de los cuales presentamos a continuación:
Este cuadro nos muestra que PPK ha ganado solamente en 3 provincias, Alejandro Toledo en 2 y, Gregorio Santos en 13. En el resto de las 196 provincias del Perú, ganó Fuerza Popular, seguida, de lejos por el Frente Amplio.
En Lima solo aparecen como ganadores a nivel de distrito, Fuerza Popular y PPK. Sin embargo, PPK solo ganó en los distritos de la clase alta y media tradicional, más Punta Hermosa y Santa María, donde votan limeños de los mismos estratos. El ‘neo-fujimorismo’, como ahora le llama yp reconoce Carlos Tapia, uno de los políticos más representativos de la izquierda tradicional, arrasó en el resto de Lima, con una presencia muy importante en los distritos de clase media emergente y de los más pobres.
En resumen, podemos decir que los resultados hablan por sí solos. En nuestra opinión, con esta información es como se inicia la segunda vuelta, más que con las nuevas encuestas, que ya se anticipan a marcar un empate y un final de fotografía. Lampadia