Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia
El socialismo de Chavez y Maduro, según cifras de ACNUR, ha originado que 7 millones de venezolanos huyan de su país y se refugien en el resto del continente. 1.5 millones de ellos en el Perú.
El socialismo de Boric, que cacarea la solidaridad, pero no la practica, ha expulsado, sin destino ni sustento, a miles de venezolanos, so pretexto de la muerte de 2 carabineros. Usa a los venezolanos como cortina de humo para disimular que es ahora él quien criminaliza la protesta y usa el gatillo fácil para sostener las medidas que pronto pondrá en práctica en ese país.
Mujeres, hombres, niños (algunos de ellos peruanos, hijos de venezolanos) están en la frontera de Chile con el Perú, sin saber a dónde ir, ni qué hacer.
Ante esta grave crisis humanitaria, cabe preguntarse:
– ¿Tendrá alma el socialismo latinoamericano?
– ¿Tendrá alma el socialismo chavista que gobierna Venezuela al que no le importa que la cuarta parte de su población está refugiada en el resto del continente y que miles de ellos estén mendigando, delinquiendo o prostituyéndose para sobrevivir, mientras ellos siguen saqueando su país y comprándose propiedades en El Doral?
– ¿Qué alma tiene el socialismo chileno de los Borics y las Vallejos que expulsan a la nada a niños, mujeres y hombres para disimular sus deficiencias internas, su giro estalinista, sin atribuirle ninguna responsabilidad a su mentor de Caracas?
– ¿Tendrán alma los gobiernos que disimulan sus propias inepcias en el manejo de sus fuerzas armadas y policiales, los gobiernos que han desarmado y menoscabado sus fuerzas de seguridad, cuando les atribuyen a los venezolanos la culpa de todos los crímenes que afectan a sus países?
– ¿Tendrá alma la burocracia diplomática de la OEA que no actúa frente a los verdaderos responsables de esta crisis, mientras sigue tomando cafés y martinis en Georgetown?
Al ver las imágenes de la frontera. Al ver a niños y mujeres desesperados y atrapados en medio de la nada, pienso que sólo gobiernos y burócratas sin alma pueden tratar una crisis así, de ese modo, sin el sentido humanitario que corresponde.
Hay que enfrentar esta crisis en la dimensión y en el plano correctos.
Maduro y su camarilla de bribones deben pagar la factura de su criminal e inepta dictadura. Deben pagar la repatriación de sus compatriotas. Deben ser compelidos a enviar a Colombia, Perú, Ecuador y Chile recursos necesarios para atender a sus connacionales. Deben recibir, sin demora, a los criminales venezolanos que delinquen en nuestros países y agudizan esta crisis humanitaria. Deben compensar con los petrodólares que recibe los gastos, costos y perjuicios que el resto del continente asume al tener a 7 millones de venezolanos en su territorio. Nuestro Gobierno debe liderar la solución de esta crisis.
El socialismo de Castillo y sus aliados desarmaron el Grupo de Lima, que era una herramienta de presión diplomática sobre la dictadura de Maduro.
Este nuevo gobierno, si quiere mostrar que tiene una entraña distinta y que tiene alma latinoamericana no puede contentarse con medidas administrativas de poca monta. Nuestro Gobierno debe escalar este problema humanitario al plano multilateral que corresponda, acudir a foros, liderar el reclamo internacional, acudir a asambleas, tribunales y embargos si es necesario, para que la dictadura que origina este problema asuma las consecuencias de sus actos. Lampadia