Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
Puede ser que nuestros jóvenes no conozcan mucho de nuestra historia, pero si saben lo que quieren para el futuro.
El estancamiento de nuestra economía como consecuencia de los gobiernos de izquierda decimonónica de los años 60, 70 y 80, generó una ola migratoria que recién amainó a mediados de los 90 y otra vez a principios de los años 2000. Tanto la dictadura de extrema izquierda de los militares como el segundo gobierno de Belaunde, que no corrigió la mayoría de políticas de la dictadura, y el primer gobierno controlista de Alan García, que llegó a pretender estatizar los bancos, empobrecieron dramáticamente al país, ciudadanos, empresas y Estado.
Ante esa innecesaria tragedia, en la que no había inversión y empleo, muchos peruanos optaron por migrar a otras latitudes. Hoy día todavía tenemos el 10% de nuestra población en el exterior. Es importante ver a donde migraban nuestros ciudadanos. En el siguiente cuadro se puede ver que la gran mayoría buscaba apostar su futuro en economías de mercado más desarrolladas y estables que la nuestra. El 70% de los que pensaban migrar, apuntaban a hacerlo a EEUU, España, Brasil, Chile e Italia.
Veamos ahora la incidencia de esa ola migratoria.
Como vemos en el cuadro superior, cuando salíamos de esos 30 años de empobrecimiento, el 71% de los limeños, ¡increíble!, el 71%, decía que si pudiera se iría a vivir en el extranjero. Con las incipientes mejoras de la economía de los 90, esa ola bajó hasta 50%. Pero con la innecesaria recesión de fines de los 90 y principios del siglo, el porcentaje de limeños que pensaba migrar subió a 77%.
Con el crecimiento de los años 2000, la reducción de la pobreza y la mejora de los ingresos, la intención de migrar bajó hasta 39%. Pero desde que el gobierno de Humala frenó el ritmo de inversión, cosa que absurdamente se mantuvo con PPK, volvió a crecer la intención de migrar, llegando a 65% el 2017.
Este no era un fenómeno limeño. A nivel nacional, el 2017, el 73% pensaba emigrar. Y peor aún, entre nuestros jóvenes limeños, y seguramente también en el resto del país, el 86% pensaba apostar por su futuro en el exterior.
Lamentablemente, no se han vuelto a hacer estas mediciones y no tenemos datos más recientes.
La situación fue tan notoria, que hasta los memes tocaban el tema.
Ver en Lampadia: Una lamentable consecuencia de los malos gobiernos – Más de la mitad de los peruanos quieren irse del país.
Esta es la historia de una gran tragedia, la de un país lleno de oportunidades, que no sabe cuidar a sus hijos, que con malos gobiernos, impide la prosperidad general y termina expulsando a sus jóvenes en pos de otros espacios para luchar en libertad, por su bienestar.
Cuanta energía vital perdida. Que desperdicio de tantas generaciones.
Ahora nuevamente, empujados por los negacionistas del desarrollo. Por esa gente que no entiende que estamos a medio camino, que solo ve el vaso medio vacío y negando la realidad del vaso medio lleno, pretende destruir lo avanzado y llevarnos por el camino del fracaso. Ese camino del socialismo retrógrado que nunca ha tenido éxito en ninguna parte y solo ha producido tragedias como las de Corea del Norte y Cuba, Venezuela y Nicaragua, en nuestra vecindad.
Los que tenemos información sobre nuestra realidad, estamos obligados a comunicarla y compartirla con nuestros jóvenes y con los pobladores que trabajan largas horas y no tienen capacidad de ilustrarse por si mismos.
Ante la amenaza del candidato Castillo, de imponer una economía cerrada, socialista, estatista y controlista que nos lleve a compartir las tragedias del socialismo del siglo xxi, tenemos que ponernos al frente y con información objetiva, con testimonios y mucha participación en medios y redes sociales, alertar a nuestros conciudadanos del peligro que acecha.
No queremos que nuestros jóvenes, nuestros hijos y nietos, tengan que sacrificarse diciendo adiós a su patria, en la búsqueda del bienestar que merecen. Los queremos acá. Démosles el Perú que soñaron nuestros padres. Lampadia