Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
Keiko Fujimori ha propuesto distribuir el 40% del canon minero a los pobladores de las zonas de producción. Esta es una propuesta audaz que pretendería romper la inercia de los desencuentros de varias poblaciones regionales con la inversión minera.
Esta idea, aplicada en algunas zonas de Canadá y en Alaska de EEUU, nos parece muy interesante. Creemos que debe verse de forma integral, analizando con mucho cuidado los cuántos y los cómos.
I. Información sobre el canon minero
Actualmente, el canon minero se distribuye de la siguiente manera:
Fuente: MEF
Los volúmenes de dinero distribuidos a las regiones por canon minero y otros son muy importantes. Veamos:
Como podemos ver en el cuadro anterior, las transferencias por canon minero, entre el 2004 y 2019, han sido de 11,259 millones de soles para los gobiernos regionales y de 34,192 millones de soles para los gobiernos locales. El canon minero representa largamente las mayores transferencias a los departamentos, en comparación con las demás fuentes de recursos.
La distribución no es uniforme, depende del nivel de actividad minera en cada departamento. Veamos la distribución por departamento para el año 2020:
Se estima que en promedio, los departamentos devuelven entre el 30% y 40% de los montos recibidos por canon minero, por su incapacidad para ejecutar los proyectos correspondientes.
Además, está la mala utilización de estos recursos, que muchas veces se desperdicia en obras absurdas, como la piscina más grande del Perú en Echarati y los monumentos a la maca, el sombrero y las ojotas entre otros.
Además de ello, está el tema de corrupción, que ha marcado la vida de muchas regiones, desde la apurada y descontrolada descentralización del gobierno de Toledo.
Veamos la lista de Gobernadores de izquierda condenados por corrupción:
II. Sobre cómo aprovechar el canon minero de la mejor forma
En el plan de gobierno del partido PPK se propuso el concepto del ‘adelanto social’, que consistía en desarrollar en paralelo a la inversión productiva, un conjunto de inversiones sociales que adelantaran los beneficios de la inversión minera, sin esperar el proceso de inversión minera y la generación del respectivo canon.
Pero el propio gobierno de PPK distorsionó el concepto y malogró su aporte para acelerar las mejoras sociales junto con los proyectos mineros.
En Lampadia, le explicamos al gobierno como podía implantarse esta importante idea. Lamentablemente no hicieron caso. Ver: Una gran idea que no entienden – El gobierno destruye la potencia del ‘adelanto social’. (12 de junio, 2017).
Proceso de desarrollo del ‘adelanto social’
- Evaluar las necesidades de desarrollo socio-económico de la zona del proyecto minero, una vez que tome cuerpo la posibilidad de una inversión minera de cierta magnitud
- Mientras se hacen los estudios para la inversión minera, se deben desarrollar en paralelo los estudios de un eventual programa de ‘apoyo social’
- Una vez definida la viabilidad del proyecto minero, tanto económica, ambiental y socialmente, el Estado puede proyectar la generación de canon del proyecto para la región, y delimitar los componentes del programa de ‘adelanto social’ que puedan financiarse con, digamos, un 20 a 30% del valor presente del flujo esperado de canon del proyecto
- Fijada la inversión minera definitiva, el Estado debe crear un fideicomiso como el vehículo que canalice el financiamiento del ‘adelanto social’
- El fideicomiso puede financiarse de múltiples formas y no debería representar una dificultad mayor
- El inicio de la inversión minera debería darse en paralelo con el desarrollo del programa social que se expresaría a través del ‘adelanto social’
Pero, probablemente, lo más importante del ‘adelanto social’ es que permite viabilizar el desarrollo integral de la zona de influencia del proyecto minero, con el aporte de la inversión privada y sus impactos directos e indirectos, y con el aporte de la inversión social pública, vía el ‘adelanto social’.
El adelanto social debería financiar obras sanitarias, escuelas, postas médicas, caminos y comunicaciones; que mejorarían aceleradamente la calidad de vida de las poblaciones.
Estas inversiones conjuntas determinan un incentivo muy importante para la evaluación de los proyectos mineros. Permiten que esta se haga con la mayor objetividad posible, contrarrestando las interferencias políticas y disminuyendo la posibilidad de que inversiones positivas para la región y el país, puedan ser rechazadas sin un buen análisis de pros y contras, dificultado por la manipulación política.
La idea es que el proceso de aprobación de la inversión minera, incluyendo las instancias de participación de la población de la zona, se haga en paralelo a la definición del programa de ‘adelanto social’.
En otras palabras, si la población rechaza la inversión minera, estaría rechazando al mismo tiempo el ‘adelanto social’. La llamada ‘licencia social’ implicaría la aprobación conjunta de la inversión minera y de la inversión del programa de ‘adelanto social’, o salen ambas, o se frustran ambas.
El ‘adelanto social’ debe ayudar a que la población se integre con el desarrollo productivo, generando un ambiente positivo para la promoción de las inversiones.
III. Canon para el Pueblo
¿Como podríamos integrar la propuesta de Fuerza Popular de distribuir parte del canon minero a la población, con el ‘adelanto social’? En principio tenemos:
- 40% para beneficios directos a la población:
- 20% para su distribución en efectivo para la población
- 20% del canon para el fideicomiso del adelanto social
En nuestro concepto, distribuir en efectivo el 40% a la población, puede dificultar su aplicación, y quién sabe si hasta evitar que se pueda ir adelante con esta buena idea de Fuerza Popular.
Nuestra Propuesta
- Defender la propuesta de Fuerza Popular de distribuir parte del canon minero a la población con 20% en efectivo
2. Usar hasta 20% del valor esperado por canon minero para constituir fideicomisos para el financiamiento del ‘adelanto social’
Dedicar un 40% del canos para su distribución directa, podría dejarnos con muchas limitaciones.
Por lo tanto, proponemos dedicar el 40% del canon para generar beneficios directos para la población de las zonas mineras, de la siguiente forma:
- 20% para su distribución directa a la población, y
- 20% para financiar el ‘adelanto social’.
Cuidados para viabilizar la distribución de parte del canon
Lamentablemente, no es nada sencilla la identificación de los eventuales beneficiarios de la distribución del canon a la población.
- Es difícil definir el alcance de las zonas de influencia de los proyectos mineros.
- También es complicado hacer el padrón de beneficiarios, evitando el desplazamiento de poblaciones y otros efectos secundarios
Se da el riesgo de que se generen nuevos conflictos sociales, mejores conflictos, sin embargo.
¿Cómo se pueden evitar?
Sugerimos el siguiente procedimiento:
Constituir un fideicomiso con el 20% del canon minero para su distribución en efectivo.
Establecer un plazo para definir el rol de beneficiarios.
Si vencido ese plazo, los conflictos sociales no se pueden superar, disminuir cada tres meses el porcentaje de canon del fideicomiso en 4%, de tal manera de establecer un incentivo para que los beneficiarios se pongan de acuerdo y viabilicen su distribución.
Rescatemos esta excelente idea. 40% del canon para la población, 20% a distribuirse en efectivo y 20% para inversiones sociales. Lampadia