Ante la inacción del gobierno, el sector privado aporta ideas sobre el manejo de los sectores productivos. Confiep le presentó al gobiernos Agenda País 1.0.
El rol de los gremios debe ser muy activo, no podemos dejar que el país se resbale hacia la paralización, sin llamar la atención al gobierno y a las fuerzas vivas de la sociedad. En este sentido saludamos la iniciativa de Confiep y esperamos que este tipo de aportes se multipliquen.
En Lampadia hemos insistido muchas veces que gobernar es una tarea múltiple. Ver: Malogrando el futuro – Confrontación sin Gobernanza. El gobierno ha abandonado la agenda económica. Como dice Roberto Abusada, “ahora ni siquiera hay piloto automático (en el país), más bien hay gente poniendo palos en medio de las ruedas (de crecimiento) en todos los ministerios”.
“La desaceleración económica también responde -en parte- a que el Gobierno “ha dado un paso al costado”, mientras que el Congreso no quiere dedicarse a temas importantes en materia de reformas. “El Gobierno está todo el día mirando las encuestas y leyendo el periódico. Creo que está cuidando su popularidad como una joya, pero la popularidad es un activo para invertir en hacer las reformas. Muchas de ellas no son populares, pero no se pueden estar haciendo solo cosas populares”, remarcó. Según Abusada, el Gobierno tampoco está promoviendo la inversión, sino más bien está “criminalizando” al empresariado, “en el sentido de que no se dan cuenta, aparentemente, que toda la riqueza del Perú la está generando el sector privado””. (Gestión).
La Agenda País se inicia con un pequeño diagnóstico y se expresa en quince propuestas de política. Ver su presentación:
En los últimos años, la economía peruana ha perdido dinamismo de manera consistente. En el periodo 2016-2018, el PBI creció en promedio, 3.5%, prácticamente la mitad del crecimiento registrado en el quinquenio 2006-2010, tal como se observa en el siguiente gráfico:
El menor ritmo de crecimiento ha tenido un correlato con la capacidad del país para reducir la pobreza. Al Perú le está siendo cada vez más difícil combatirla, e inclusive, esta aumentó en 1 punto porcentual en el año 2017, luego de haber disminuido de manera ininterrumpida durante más de una década, tal como se observa en el siguiente gráfico:
El contexto económico menos favorable ha incidido en la capacidad de la economía para generar empleo. Según el INEI, el empleo a nivel nacional (formal e informal) se desaceleró durante el 2018, creciendo 1.6% en el año, luego de haber aumentado 1.9% durante el 2017.
El empleo formal privado tuvo un mejor desempeño, creciendo 4.3% en el 2018, según las planillas electrónicas de la Sunat. Sin embargo, dado el contexto de menor crecimiento económico, el ritmo de contrataciones del sector privado no es suficiente para absorber la mano de obra que ingresa al mercado laboral cada año. Según el INEI, durante el año pasado, 247 mil personas se incorporaron a la PEA — población económicamente activa—, sin embargo, el sector privado solo generó 175 mil nuevos puestos de trabajo formales. Esta situación retrasa la formalización del empleo que busca el país y la tasa de empleo informal supera ampliamente a la formal, tal como se observa en el siguiente gráfico:
La inversión privada ha cumplido históricamente un rol determinante como motor de crecimiento económico. Esta representa cerca del 80% de la inversión a nivel nacional, como se observa en el siguiente gráfico:
La desaceleración de la inversión privada desde el año 2013 es uno de los principales factores que explican el menor ritmo de crecimiento del país. El contexto económico y político no ha tenido las condiciones para incentivar y facilitar nuevos flujos de inversión. Pese a la recuperación que se registró a partir del 3T17, luego de estar en caída por más de 3 años, la inversión privada ha vuelto a perder dinamismo, como se observa en el siguiente gráfico:
Los esfuerzos realizados para impulsar el crecimiento no han sido suficientes. Según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la productividad de la economía (medida por la productividad total de factores) se ha desacelerado, entre otros, por la falta de reformas estructurales, como se evidencia en el siguiente gráfico:
El Perú ha enfrentado dificultades para poner en valor los activos que posee, y generar la institucionalidad que permita la integración de sus sectores productivos en la dinámica económica. El crecimiento de la productividad se ha reducido, como se observa en el siguiente gráfico:
En el 2018, el Perú descendió 3 ubicaciones en el ranking global de Competitividad, elaborado por el Foro Económico Mundial (FEM), ubicándose en el puesto 63 de 140 economías evaluadas. Entre los países de la Alianza del Pacífico (AP), el Perú continúa relegado en competitividad, tal como se observa en el siguiente gráfico:
La evolución de la competitividad entre los países miembros de la AP ha sido diferenciada en los últimos años, de acuerdo al Índice del FEM. En el siguiente gráfico se puede observar que Chile y México fueron los países que lideraron las mejoras en competitividad:
Asimismo, el informe de competitividad del FEM evidencia las debilidades que padece el Perú en materia de institucionalidad e infraestructura. El País ocupa el puesto 90 en el pilar de Instituciones, y el puesto 85 en el de Infraestructura.
La falta de reformas que necesita el país ha estado acompañada de un debilitamiento institucional. En el Perú, la calidad del marco regulatorio propicio para hacer negocios se ha deteriorado. En el último año, el país retrocedió 10 posiciones en el ranking Doing Business del Banco Mundial. Según el mencionado ranking, entre los países de la Alianza del Pacífico, el Perú es el más rezagado en materia de regulación para los negocios, tal como se observa en el siguiente gráfico:
“Desde CONFIEP impulsamos la elaboración de una Agenda País en la que se identifican los principales problemas que enfrentan los diversos sectores económicos, y se brindan recomendaciones de políticas que permitirían alcanzar un mayor crecimiento, desarrollo y productividad en el Perú. El documento tiene una visión participativa y legitimada del sector privado, y es un documento base para continuar un diálogo constructivo con las autoridades que comparten esta urgencia de promover el desarrollo del país.
Las propuestas de políticas versan sobre quince ejes estratégicos, asociados a determinados sectores económicos. Para cada eje se presenta un diagnóstico de la situación, seguido por la identificación de los principales problemas o trabas que limitan la operatividad, productividad y competitividad de estos sectores. Finalmente, se proponen recomendaciones que contribuirán a solucionar los problemas identificados”.
La Agenda País incluye propuestas específica en quince temas:
I. Infraestructura
II. Minería, hidrocarburos y eléctricidad
III. Agroexportación
IV. Pesquería
V. Inclusión financiera
VI. Educación Superior
VII. Brechas en el mercado laboral y la situación el régimen laboral
VIII. Calidad regulatoria
IX. Sector Farmacéutico
X. Micro, pequeña y mediana empresa
XI. Vivienda y desarrollo urbano
XII. Radiodifusión
XIII. Automotriz
XIV. Sistema Privado de Pensiones
XV. Protección Financiera
Ver las propuestas en el siguiente enlace:
Lampadia