Rafael Venegas
Para Lampadia
Hay años que son tan malos que quisiéramos olvidarlos rápidamente. Años en los que ha habido guerras, terrorismo sanguinario, grandes crisis económicas, gobiernos totalitarios o pandemias. Sin embargo, sucede todo lo contrario ya que por ser infames se quedan en la memoria como prueba viva de lo que se sufrió.
A esos años los denomino “Años DM” y uno de ellos es el que felizmente acaba de concluir hace algunos días. El 2023 fue un año fatídico, no sólo para nuestro país, sino para gran parte del mundo. ¡Un verdadero Año DM!
El mundo está cada vez más polarizado, los entes de poder cada vez más opulentos y abusadores, las organizaciones internacionales mediadoras cada vez más inútiles y politizadas, la inmoralidad y el crimen organizado cada vez mayor y a todo nivel, la tecnología cada vez más peligrosa y los canales mediáticos cada vez más eficaces en la manipulación de las masas.
Por todos estos motivos, la convulsión, la violencia, el abuso, la corrupción y el crimen reinan en todas partes generando mayor riqueza para los abusadores y mayor pobreza para una gran parte de la población del mundo. En el 2023, todo esto avanzó descontroladamente, ante los pasivos ojos de la angustiada humanidad y la absoluta ineficacia de los politizados y burocráticos entes internacionales creados justamente para evitar esto.
Por supuesto que, para nuestro alicaído país, el año pasado fue otro “Año DM” para la gran mayoría, excepto para los malos peruanos que, refugiados en sus respectivos bastiones de poder, siguieron haciendo de las suyas pisoteando los derechos del resto.
El abuso del poder, la corrupción, el mercantilismo, el crimen organizado y la delincuencia llegaron a su máxima expresión generado una vergonzosa e inmoral lucha entre poderes, secundados y magnificados por el cuarto poder, o sea el de los medios de comunicación mercantilistas.
Lo que es indignante es que todos estos poderes, principalmente el mediático y el judicial, son manipulados descaradamente por lo que Milei llamaría la “Casta” en Argentina, o sea la MAFIA de las malas ONGs, los tontos útiles caviares y los remanentes de la izquierda obsoleta.
Resulta también increíble que esta mafia y su harto conocido y arrogante líder utilicen la misma metodología manipuladora que usaba su archi enemigo Vladi, aprovechándose de los generalizados “rabos de paja”.
La única diferencia es que esta mafia se apoya fuertemente en los mercantilistas medios de comunicación y de los periodistas caviares para difundir y magnificar cualquier hecho que los favorezca, que generalmente son mentiras. Todo esto financiado por abundantes recursos de oscura procedencia, que tendrán que ser investigados y denunciados penalmente.
Estamos viviendo una vergonzosa lucha de poderes “todos contra todos”, dónde cada uno está abusando de sus atribuciones ante el estupor y desazón de la población. Un verdadero zafarrancho que corona otro “Año DM”.
Sin embargo, el poder más importante y poderosos esta aún dormido y no participa por ahora en esta lucha. Me refiero AL PODER DE LA POBLACIÓN, que junto con sus FFAA tienen constitucionalmente el deber y el derecho de actuar en contra de cualquier intento de violación de esta, como lo viene haciendo hace varios años esta infame mafia.
Después de casi veinte muy buenos años, de crecimiento económico y reducción de la pobreza, volvimos a caer en los “Años DM” y ya llevamos varios consecutivos.
¿NO CREEN QUE YA ES HORA DE REACCIONAR? Lampadia