Jorge Chamot
Agosto 22, 2023
Para Lampadia
Al fin, algo de buenas noticias……. pero no cantemos victoria.
PERUPETRO está en las noticias internacionales especializadas, y por la forma en que se han dado y obviamente por su contenido, esperamos una repercusión positiva en el mercado.
La adjudicación de los lotes V y VII del Noroeste a las empresas privadas Petromont y Petrolera Monterrico respectivamente, es algo alentador. Aún más, se reporta del contrato de evaluación técnica (CET LXXXVI) con Global Oil & Gas de Australia y Jaguar Exploration de USA, para evaluar la amplia información que tiene PERUPETRO sobre el área offshore del norte, motivo del contrato. Esperamos sea el preludio de una cadena de nuevas oportunidades ya que existen otras 6 posibilidades de CETs según el mismo PERUPETRO.
Son buenas noticias para nuestra alicaída industria petrolera y nuestra aún más alicaída imagen de país receptor de nuevas inversiones de riesgo. La campaña de la izquierda sigue internacionalmente, y la información que llega a los inversionistas es de “…ongoing political uncertainty…”, lo que decididamente no ayuda. Sigo sin entender por qué nuestra Cancillería no tiene una campaña internacional defendiendo al país, pero en fin, eso es otro tema.
Tenemos que asegurarnos que estas noticias no sean una victoria pírrica sino el comienzo de la salida del letargo en el que estamos ya hace tiempo al no atraer inversiones frescas tan necesarias para el país.
El CET arriba mencionado es, entre otros compromisos, reprocesar la sísmica que por ejemplo se contrató en los años 70 y en campañas de exploración posteriores, que es una tarea que está incluida. La tecnología de interpretación de esa y otros tipos de información con métodos y técnicas del día de hoy mostrarán resultados más detallados, y esperamos más positivos y factibles económicamente, que los obtenidos con los programas y la velocidad de las computadoras de hace 50 años.
Vale la oportunidad de hacer hincapié en que muchos confunden a PERUPETRO con PETROPERU y no se distingue la diferencia de sus labores y objetivos. PERUPETRO cumple con los suyos al atraer inversión en exploración y explotación de hidrocarburos y el CET LXXXVI en cuestión es un ejemplo de ello. Este CET es para ampliar los estudios de la cuenca Tumbes-Talara usando la información que se tiene y realizar otros adicionales aplicando tecnología de punta con la intención de identificar nuevos horizontes que ayuden al descubrimiento de nuevos yacimientos.
En artículo anterior, hemos analizado cómo atraer nuevas inversiones con nuevos incentivos, esto podría tratarse con los próximos 2 o 3 pedidos de concesión o como producto de un concurso internacional para ver qué tipo de éxito se obtiene. Por ejemplo, y esta no es una lista tentativa excluyente:
- extender la vigencia de los contratos de explotación hasta el término de la vida económica de los reservorios con un programa escalonado de extensión, paralela a inversiones obligatorias que automáticamente entran en vigor en un plazo predeterminado. Podría ser atractivo en especial para las junior como Global Oil & Gas y Jaguar Exploration,
- darle al concesionario la opción de renegociar el contrato digamos antes de los últimos 5 años de vigencia, con la alternativa de abandonar la concesión en un tiempo determinado en caso no querer continuar. Esto evitaría que el concesionario ya no invirtiera en los últimos años del contrato porque no se le da la oportunidad de extenderlo. Sabemos que, al no seguir invirtiendo para mantener la producción por lo menos, y aunque esta producción ya esté en declinación, daña de alguna manera el reservorio para un posible nuevo concesionario,
- ante las constantes quejas de las comunidades en cuyas áreas hay actividad petrolera, que en el peor de los casos podrían ser afectadas de alguna manera por las operaciones, buscar mecanismos para conseguir el apoyo de la población ante la evidente incapacidad de gasto de las autoridades regionales y locales que no aseguran que los beneficios del canon lleguen a las comunidades. Ya he sugerido incluir la posibilidad de cambios en el marco legal, como la creación de Fondos de Desarrollo como los que son tan exitosos en Alaska o Noruega basados en un porcentaje (digamos de 2 %) del valor de la producción certificada o una participación en las utilidades.
Ojalá este CET culmine en una concesión de exploración y producción, como es costumbre, en base a la preferencia de obtenerla al concluir este tipo de evaluación, claro, de ser sus resultados positivos y atractivos. Quizás se podría mejorar lo ya establecido en los contratos tradicionales con alguna nueva idea incentivadora como las incluidas en este artículo. El contrato con PetroTal, empresa canadiense concesionaria del lote 95 en la selva del Ucayali, ya está siendo modificado en relación a un fondo de desarrollo.
Mi propuesta:
1.- Insisto en reservar toda inversión y futuro contrato de exploración, producción, procesamiento y distribución de petróleo y gas para la empresa privada, nacional o extranjera que acredite la capacidad técnica y financiera que respalden ampliamente sus compromisos contractuales (La Constitución le reserva al Estado el deber de actuar en las inversiones de tipo subsidiario solo cuando no son de interés económico de la actividad privada). Hay mucho dinero dando vueltas por el mundo, hay que atraerlo. El darle lotes a PETROPERU, por ejemplo, sin un concurso internacional previo, no es consistente con el marco legal vigente y no ayuda a PERUPETRO en su labor de atraer capital privado pues es competencia desleal al inversionista.
2.- Aumentar la intensidad de la campaña de PERUPETRO de exponer la oportunidad de evaluación, reacondicionamiento y futura explotación de posibles lotes de exploración/producción en zonas ya conocidas o en nuevas áreas de posible interés en cuencas todavía con potencial. Ya su página web informa al respecto. Siguiendo la tendencia mundial, ya hemos mencionado que las “majors” no están haciendo este tipo de trabajo, lo hacen las “juniors” de la industria. En el resto de los lotes en Talara, estos podrían combinarse y constituir lotes de mayor extensión y por ende, potencial de producción. Quizás sería de interés a empresas de un poco más de envergadura que las actuales.
3.- Aprovechando este nuevo impulso, PERUPETRO podría también hacer una campaña especial, incluyendo un Road Show dirigido exclusivamente a la exploración/explotación de un nuevo lote en la Gran Camisea. Aumentar nuestras reservas probadas de gas natural asegurarían los volúmenes necesarios para desarrollar holísticamente todo el potencial que implica nuestra ya sugerida Camisea II. Esto tendría obviamente que ser coordinado con PROINVERSION que tendría que liderar el nuevo proyecto Camisea II (ver nuestro articulo # 5 fechado Lampadia enero 31).
4.- PERUPETRO debería estudiar la redacción de un nuevo modelo de contrato de concesión con nuevos incentivos como los mencionados arriba, así como otros que se usan en otros países del mundo. Acordémonos que en el ámbito internacional competimos con otros países que ofrecen incentivos para atraer inversión extranjera y explotar sus recursos. Ya ha pasado suficiente tiempo sin que vengan nuevos inversionistas al sector hidrocarburos, parecería que nadie se pregunta si es que deberíamos cambiar algo para atraerlos nuevamente. ¿De verdad, nadie se da cuenta que los contratos pueden estar obsoletos? No solo eso, sé de un par de empresas que abiertamente dicen que no vendrían al Perú por lo complicado del tema ambiental. Es decir, no solo no avanzamos, estamos retrocediendo.
5.- Comencemos entonces con nuevos contratos, agresivos y competitivos. Que el problema en el fondo es político ya lo sabemos, pero si se mantiene la institución de PERUPETRO debe ser para que cumpla su labor de atraer capital extranjero. Para ello hay que darle herramientas para garantizar que pueda hacer su labor eficiente y efectivamente, si no, ¿para qué existe? ¿Qué tal comenzar por lo menos con simplificar los trámites y acortar los plazos de la aletargada burocracia ?, y por supuesto, con Silencio Administrativo Positivo.
Lampadia