Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia
No se trata solamente de otorgar el beneficio de la duda o de esperar un tiempo razonable para a ver los frutos de las nuevas gestiones al frente de estas importantes instituciones. Se trata de una genuina esperanza ciudadana de que la Fiscalía y el JNE recobren un rumbo técnico, profesional, independiente y dejen de ser instrumentos de acción política.
La Fiscal Delia Espinoza Valenzuela, nueva Fiscal de la Nación, exhibe una hoja de vida profesional con muchos años de carrera en el Ministerio Público. Si bien es Fiscal Suprema apenas hace 2 años, tiene la experiencia necesaria para entender el verdadero desafío que tiene el Ministerio Público en este momento.
Exhibe como galardón para sus pares haber denunciado y pedido la suspensión de la Fiscal de la Nación Patricia Benavides que tuvo la entereza de poner en el cadalso al aprendiz de dictador Pedro Castillo. Le toca ahora pasar por el mismo aro a otros funcionarios, colegas, gobernantes y ciudadanos cuando corresponda por encubrimiento personal agravado, falsedad genérica, omisión de funciones o cohecho pasivo específico, para citar sólo los delitos imputados a su predecesora, demostrando así que hay nuevos aires en la Fiscalía de la Nación o, como bien señala Jaime de Althaus, una “oportunidad de despolitizar esa institución”.
En el JNE, el Juez Supremo Roberto Burneo Bermejo reemplaza a Jorge Luis Salas Arenas, quien, en evidente desacato de los reiterados criterios del JNE y del TC pisoteó los derechos a la “participación política” y a la “autenticidad de las elecciones”, en las elecciones generales de 2021, bendiciendo con ello la elección de sus afines ideológicos. (Las elecciones en los tribunales – La búsqueda de la “autenticidad electoral” Lampadia. 17 de junio de 2021).
El Juez Burneo es un magistrado joven, sin larga trayectoria judicial, con apenas dos años en la judicatura suprema, pero con credenciales académicas y profesionales que seguramente le permitirán advertir aquello que no estuvo bien en el JNE y aquello que tiene que corregirse, por el bien de la democracia en el país.
Denunciar y acusar sólo en una dirección. Perseguir solamente a los que están en una orilla de la política. Encarpetar las denuncias contra colegas que piensan como uno, agilizando solo las acusaciones contra los que piensan o actúan distinto. Dejar que los subalternos festinen las acusaciones y se vuelven “influencers” a costa de acusaciones que hacen ruido pero no proceden. Son algunas de las acciones que no se pueden volver a ver en la Fiscalía Nación para pensar que hay nuevos aires, nuevos tiempos y no estamos ante más de lo mismo.
Impedir la revisión de las decisiones electorales por formalismos baladíes.
Impedir que las actas y los resultados electorales se ventilen y conozcan como exige el derecho fundamental a la autenticidad de las elecciones.
Socapar autoridades corruptas, nepotes y trasgresoras en los procesos de vacancia municipales o regionales.
Dilatar la solución de los diferendos partidarios para menoscabar su funcionamiento.
Quitar el registro a partidos para liberar la cancha política a otros actores.
Tolerar la existencia de marcas electorales sin ideología ni sentido de bien común pero con harto sentido de negocio.
Descalificar candidaturas por formalidades intrascendentes.
Son a su vez conductas que no se pueden volver a ver en el Jurado nacional de Elecciones, por el bien de nuestra democracia.
Confiemos en que estos cambios nos traigan nuevos aires y no tengamos más de lo mismo en estas dos importantes instituciones. Lampadia