Jorge Chamot
Febrero 21, 2023
Para Lampadia
En nuestro artículo sobre masificación del gas propusimos como parte del mismo, aumentar la oferta con mayor producción de gas en Camisea y paralelamente también hablamos de LNG. Llegamos a la conclusión de que para aumentar la oferta tenemos alternativas:
- Se aprovecha el gas actualmente reinyectado en los lotes 88 y 56 con el debido análisis económico de esa posible conveniencia versus continuar el maximizar la producción de líquidos.
- Se promueve la explotación de otros lotes donde ya sabemos que hay gas, que, al aumentar la oferta de gas para “masificarlo” en el país, también podríamos aumentar la producción de LNG.
La razón por la que insistimos en la oportunidad que todavía tenemos en producir LNG para exportación es que además de que nuestra demanda local de gas natural es limitada y está más que cubierta con las reservas del lote 88 bajo los contratos de Camisea I, como tenemos otros lotes que también pueden producir y que todavía se encuentran en busca de mercados, en base al concepto de que cuanto más rápido moneticemos estos recursos el valor presente de ellos aumenta.
Para darnos cuenta de la oportunidad que tenemos, hay que puntualizar algunas verdades sobre el mercado internacional de LNG:
- Los altos precios de LNG del último año se produjeron por el progresivo corte de los volúmenes suministrados de gas natural de GAZPROM a Europa y por el autocorte europeo del suministro de Rusia por las sanciones impuestas al gobierno ruso por la invasión a Ucrania. Existe además la aparente decisión de que estos cortes se conviertan en permanentes, al menos de parte de los europeos, y los precios se dispararon por la cercanía del invierno. Se aprovechó del LNG existente y no comprometido contractualmente, casi todo ha sido de origen de EEUU. El aumento de precios en Europa lógicamente presionó al alza los precios en Lejano Oriente donde muchos cargamentos destinados a este último mercado se desviaron a Europa por la urgencia de las necesidades europeas por la peligrosa situación de inventarios que en principio evidenciaba la falta de volúmenes para afrontar lo que podría ser un invierno muy frio.
- Rusia ha comenzado a dirigir sus suministros hacia China, por consiguiente, se puede asumir que la demanda europea de LNG continuará y aumentará ante el menor suministro vía los gaseoductos existentes. Ya hay inversiones millonarias tomadas ante la presión de asegurar el suministro de gas natural vía LNG, como en Bélgica y Alemania, para plantas flotantes de regasificación de LNG además de las ya planeadas y en construcción que se han puesto ya en ejecución en toda Europa. Estas, dentro de un esquema de que indefectiblemente el gas natural es un combustible puente para cubrir el constante aumento de la demanda energética hasta que, y todavía a largo plazo, se pueda pensar seriamente en un remplazo de energías fósiles por energías renovables o la aceptación de que la energía nuclear regresará a ser fuente importante en todo el continente como lo es en el caso de Francia. Además, todavía hay más que suficiente generación de electricidad a carbón que hay que reemplazar, que como ya sabemos emite contaminación en más del doble equivalente de lo que emite el gas por MW.
- Si regresamos a un esquema de financiación normal en la cadena de valor del LNG estos proyectos a largo plazo están entrelazados entre producción, transporte, regasificación y consumo y los únicos que en este momento y que agresivamente todavía piensan en ese esquema son los mercados en Asia. Los europeos son más reticentes a firmar contratos a 20 y 30 años porque comienzan a interferir con sus promesas y compromisos públicos de llegar a eliminar emisiones contaminantes para el año 2050. Además, Noruega y Escocia continúan encontrando nuevos reservorios de gas en el Mar del Norte, y acordémonos que Holanda tiene amplias reservas probadas de gas natural que no se le permiten explotar por limitaciones ambientales. Los asiáticos, mucho más acostumbrados a ver a largo plazo que nuestro llamado Mundo Occidental aparentemente no tienen estos problemas existenciales y saben que la demanda asiática de LNG continuará creciendo a pesar del aumento de la disponibilidad de gas ruso mediante gaseoductos a China.
- La realidad descrita está siendo reforzada por el aumento de proyectos de licuefacción en EEUU en donde abunda el gas natural al extremo de que ha habido casos en donde el precio es negativo en los gaseoductos al Oeste de Houston Texas, donde se encuentra el centro logístico del gas. Dicho sea de paso, Houston sirve como referencia contractual al mercado doméstico y también para el internacional en los precios del LNG (Índice Henry Hub). La sobredisponibilidad de gas natural a pesar de los récords de quemado, venteado y fugas operacionales, con un simple cálculo de Netback al puerto de carga en el golfo de México le da al LNG un valor tremendo a ese gas natural que hoy no tiene mercado doméstico en EEUU. Ese gas se produce indefectiblemente por el éxito y la continua producción de crudo usando la tecnología llama “fracking” que produce gas como consecuencia de la producción de crudo y que ha permitido que EEUU sea hoy el mayor productor de petróleo y de energía en el mundo.
- Las inversiones en plantas de LNG pensando en el mercado asiático continúan y hasta el gobierno actual en Washington, que no es muy amigo de las petroleras, actuando en contra de la opinión de los ambientalistas, está dando las autorizaciones necesarias. Los inversionistas en las plantas de licuefacción ya no son solamente las tradicionales empresas petroleras americanas sino también extranjeras e inclusive de una variedad de actividades que no son las petroleras, indicando que existe la confianza del sistema financiero internacional de que estas inversiones son más que convenientes por su alcance a largo plazo. Hay también proyectos de licuefacción en África, pero el mercado aparentemente ya ha absorbido su impacto. Los socios de esos proyectos son empresas europeas (principalmente TOTAL de Francia y ENI de Italia), y en caso de Mozambique, el destino natural de su LNG será la costa Oeste de la India.
¿Necesitamos más razones para explicarnos la lógica de una inversión privada para una planta de licuefacción en nuestra costa además de la ya existente en Pampa Melchorita?
Tenemos el gas y hay otras oportunidades que justifican la infraestructura adicional y sobre todo, tenemos una ventaja geográfica sobre el LNG que se produce en Texas y Luisiana en EEUU: el trayecto a Asia es más corto y rápido, por consiguiente más barato, y encima, no tiene que pagar tránsito en el canal de Panamá ni sujetarse a las constantes demoras en atravesarlo por la congestión de buques a pesar de la ampliación de su capacidad recientemente puesta en operación.
SEMPRA, la empresa de energía de San Diego, California, ya conocida por nosotros porque tuvo durante mucho tiempo la distribución de electricidad en Lima como Luz del Sur, es propietaria de una planta de, originalmente, regasificación de LNG en Ensenada, Baja California, México, muy cerca de la frontera con EEUU y ya está actuando, se ha embarcado en el proyecto de convertir esa planta de regasificación de LNG en una de licuefacción (su socio es la francesa TOTAL) pensando en la abundancia de gas en EEUU que sería transportado a México para convertirse en LNG, en este caso con destino obvio Asia (Mitsui ya se ha comprometido a comprarlo).
SHELL lidera un consorcio en British Columbia, Canadá que producirá LNG con destino mayormente a Japón y Corea, y ONEOK en un acuerdo con EXXON por 20 años de suministro, también va a construir un gaseoducto expreso hasta Puerto Libertad, Sonora, México, para producir LNG en una nueva planta con destino Asia. FID (Final Investment Decision) es ya cuestión de solo un par de meses al haberse ya asegurado la financiación, y el proyecto de una planta de LNG en Alaska al sur de Anchorage aparentemente tiene muchas dificultades y no se tiene todavía un cronograma establecido. Lo único cierto es que todos están viendo la realidad de que cuando los precios del LNG bajan en Asia cuando China deja de comprarlo por unos meses y los precios bajan, inmediatamente todos los demás compran aprovechando de esa baja de precio, hasta que China vuelva a comprar y el ciclo se repite, es decir, la demanda está ahí.
Si el mercado nos está diciendo que hay demanda en Asia que va a ser cubierta de las Américas y de la costa del Pacifico en particular, si tenemos disponible el gas que hoy no tiene demanda local, ¿es tan difícil ver la oportunidad que el LNG adicional al que ya se exporta nos daría de aprovechar más aún nuestras riquezas, atraer la inversión privada tan necesaria para estos proyectos, aumentar los ingresos fiscales a través de regalías y otros impuestos, disponer de fondos adicionales a través del canon a las regiones involucradas comenzando por el Cusco que es donde se produce el gas, crear puestos de trabajo de alto nivel técnico y salarial y retomar el exitoso impulso que se le dio a nuestro sector minero-energético en los años 90?. Económicamente está justificado.
El desarrollo del tema parecería que nos saca nuevamente del ámbito minero-energético e incursiona en política. Esto me permitirá preguntarnos si debido a que estos proyectos en el sector son siempre con visión de “big picture” y a largo plazo, es más que evidente que nuestra clase política no piensa así.
Estabilidad es la palabra mágica, orden y cumplimiento de la ley, y quien sabe, a lo mejor una posible solución sería regresar a la reelección congresal y municipal, así como cambiar a presupuestos regionales bianuales que permitirían que una visión un poco más a largo plazo, tan necesaria para proyectos minero-energéticos, se podría también usar para tantos otros aspectos de gobierno en general.
Mi propuesta:
- Incentivar al consorcio actual de ampliar la capacidad de la planta de licuefacción de gas natural en Pampa Melchorita, hasta hoy la única de LNG en la costa del Pacífico de las Américas.
- Iniciar un proyecto para un FLNG (unidad flotante de licuefacción) utilizando la estructura ya existente de Camisea I. Podría ser con los actuales inversionistas de Pampa Melchorita u otros.
- Construir una segunda planta de licuefacción ya sea terrestre o flotante en el puerto de Ilo como parte de nuestro sugerido Camisea II con los beneficios adicionales ya expuestos anteriormente.
Lampadia