Jorge Chamot
Noviembre 6, 2022
Para Lampadia
COP-26 en Escocia el año pasado fue una decepción porque ya es evidente que el objetivo del Acuerdo de París del 2015 de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados centígrados para el 2050 es inalcanzable, y si añadimos los últimos informes de las Naciones Unidas sobre los SDG (Sustainable Development Goals) para reducir la pobreza, que en muchos casos demandan acciones que contribuyen al aumento de emisiones contaminantes, nos encontramos ante una situación que evidentemente, para ser realista, requiere de liderazgo y decisiones difíciles, que en el mundo hoy en día no existe, ni se están tomando.
Todo indica que COP-27, que comenzó hoy en Egipto, va a ser más de lo mismo, es decir, si bien hay avances, ya el informe de la ONU sobre el tema, publicado este 27 de octubre y que sirve como base de las discusiones, concluye claramente que “no credible path” es evidente para conseguir los objetivos. Es decir, muchos discursos, reuniones y fotos, pero desde el punto práctico, no lo que se necesita para afrontar el problema del cambio climático global.
Pero eso no quiere decir que el problema vaya a desaparecer, en realidad sigue empeorando, solo que las soluciones serán cada día más urgentes de adoptarse, se van a ir tomando poco a poco. En nuestro caso, no podemos ni debemos de ser simples entes pasivos, es más, tenemos una oportunidad tremenda en el Perú.
La demanda de metales sigue subiendo, uno de estos días será urgente cubrirla, y mientras tanto los precios seguirán subiendo.
En el brillante artículo de Carlos Gálvez “Crisis de unos y oportunidades nuestras” (Lampadia, 17 de octubre 2022), se analiza en detalle el caso del cobre y plantea soluciones que no dudo en apoyar. El presente artículo va dirigido a que con la peculiar multi-metálica existencia de reservas que tenemos en el Perú, deberíamos tomar acción en relación a tantos otros metales desde ya llamados críticos para el desarrollo de las últimas tecnologías para la generación de energía limpia (nuclear, solar, viento, baterías, célula de combustible). Ya no es académico ni futurología, decir que la demanda de ciertos metales, incluyendo el cobre, no será cubierta adecuadamente en el futuro con la capacidad de producción actual ni los proyectos mineros existentes.
Todos sabemos cuál es la situación de nuestra minería, incluyendo que la producción minera en el Perú empieza a disminuir desde el comienzo del ciclo de los 5 presidentes en 5 años, y ni hablar de 60 ministros, que incluyen varios de Energía y Minas, solo en el último año.
No es necesariamente el clima deseable para atraer inversiones para el futuro, ni siquiera para poner en marcha los proyectos existentes, y menos cuando se habla del peligro de perder la calificación de grado de inversión.
Trágico sería que ante la desesperada necesidad de metales en el mundo perdamos la oportunidad de aumentar nuestra producción y diversificar aún más nuestra minería, incrementando exportaciones y con mayor razón en metales que el mundo necesita.
Nuevamente SNMPE tiene que tomar el liderazgo y públicamente proponer algo como lo siguiente, y como quisiera que se me diga que ya se está haciendo:
- Iniciar urgentemente, y designar los fondos que sean necesarios, como para determinar las posibilidades del Perú en Galio, Telurio, Cadmio, Selenio, Indio, Molibdeno, Tantalio y otros que se espera jueguen papel importante en la aplicación de nuevas tecnologías para la transición en la estructura energética. Estoy seguro INGEMET y otras instituciones tienen estudios al respecto.
- Del resultado de esos estudios, proponer al Gobierno cómo aprovechar ese potencial con los incentivos del caso para invertir en nuevos proyectos, además de incentivar la maximización de la recuperación de los metales bandera (Cobre, Plata, Plomo, Zinc en operaciones ya existentes). El cobre es el lógico para aumentar incentivos y facilidades para incrementar la producción.
- Apoyar y garantizar el éxito de la futura explotación de litio y uranio ya descubiertos en Puno con la urgente aprobación de los instrumentos legales y regulatorios que permitan su ya dilatada implementación y acceso al mercado. Sería un ejemplo emblemático de qué se puede y se debe hacer, tal como propusiéramos en nuestra Parte 1 de esta serie. Litio será tema de la Parte 3.
- Una vez más, me uno al clamor de que el proyecto Tía María debe iniciarse, y urgentemente. Como sabemos, ya tenía todas las aprobaciones de los organismos técnicos correspondientes, podría ser parte de la campaña de relaciones públicas propuesta anteriormente. Con mayor razón, asegurar las operaciones del esperado Quellaveco, tan necesario para aumentar nuestra producción de cobre y molibdeno.
Lampadia