«Humala dijo que respalda Tía María, pero no es contundente»
El presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Carlos Gálvez, cuestiona el accionar del gobierno ante las protestas contra la actividad minera en Arequipa, Cajamarca y otras regiones. “Vemos una incapacidad absoluta para manejar el país”, asegura.
Entrevista a Carlos Gálvez Pinillos
Por Mariella Balbi
(El Comercio, 26 de Abril de 2015)
¿Lo que está ocurriendo con el proyecto Tía María, en Arequipa, guarda similitud con el caso de Conga, en Cajamarca?
El modus operandi es exactamente el mismo. Los actores de Conga están en Arequipa. Son los mismos personajes que lideran este tema con una portátil que se desplaza. Siempre se recurre al argumento medioambiental, pero en ese tema hay que remitirse a las evaluaciones científicas y tecnológicas. Cualquier imprecisión técnico-ambiental tiene solución, estamos en el siglo XXI. Para eso es el diálogo, para aclarar.
Igual ocurrió con Conga, se cuestionó el estudio de impacto ambiental (EIA).
Sí. Además se manejan mitos en base a la experiencia minera de hace 50 años. Cuestionan el EIA, se enfrentan al gobierno, piden la salida de la empresa minera y se niegan a dialogar.
¿Cuánto se invirtió en Conga?
US$1.500 millones que están parados para ver si algún día se retoma el proceso.
¿Este gobierno ha actuado de la misma manera que con Conga?
Se repite la ausencia del Estado. En esos lugares no hay agua, desagüe, educación, posta médica decente ni seguridad ni justicia. La población no tiene nada que ganar o perder con la actividad minera. Lo único que les ha dado el sustento es su chacra. Vienen a decirles: “Si permites la minería, tu chacra desaparecerá, será un suelo lunar. Mira lo ocurrido en tal y tal sitio, los relaves, los humos, la lluvia ácida, etc.”. Habría que ser loco para dejar que se destruya su medio de vida. La presencia del Estado no se logra con mesas de desarrollo de último minuto. La pradera ya está incendiada. Las relaciones tienen que ser entre comunidad, Estado y empresas. No puede ser solo entre empresa y comunidad. El Estado debe ser garante de esta relación y dar lo básico a la población.
¿El gobierno debió anticiparlo?
Nunca antes en nuestra historia tuvimos más recursos económicos. Este gobierno no supo utilizarlos. Si se quería seguir creciendo y se conocía la historia de los conflictos y los lugares de inversión, se debió trabajar en avanzada. El gobierno actuó tarde en Tía María. El proyecto comenzó en el 2003 y desde ahí se conversa con la población. Esta ha tenido actitud positiva, dialogante, sin problemas. El EIA presentado en el 2011 se cuestionó por el tema del agua.
Hubo muertos…
Y es lamentable. Pero las discusiones llevaron a la desalinización del agua y se absolvieron más de cien observaciones hechas por Unops, de la ONU.
¿El EIA de Tía María es impoluto?
¿Qué es impoluto? Se levantaron las observaciones hechas por la población. ¿Qué más? Los argumentos de la contaminación del agua, la lluvia ácida, el polvo son tan elementales que se caen solos. Por eso no quieren explicaciones. Si es un tema ambiental, el ministro del Ambiente debió dar la cara desde el primer día y estar ahí. ¿Dónde está? Lo mismo pasó en Pichanaki. ¿Dónde estuvo?
¿Critica al Ministerio del Ambiente?
Desde el Ministerio del Ambiente se comenzaron a poner en tela de juicio todas las evaluaciones de impacto. Ambiente es el que generó la idea de que Energía y Minas no puede ser juez y parte. Los EIA no están en un escritorio. Se explican, se hacen talleres, audiencias públicas. Eso ocurrió y no hubo conflicto. El diálogo ha existido y funcionó. Cuando las cosas comenzaron a evolucionar aparecieron agentes extraños. Tenemos congresistas que respaldan a una turba que no es de Cocachacra. Pero si eres del lugar y no te sumas, te atacan. Los ambientalistas han perdido el respeto al gobierno. No le reconocen autoridad, cuestionan los EIA porque sí. Impiden el desarrollo del proyecto pese a las autorizaciones. ¿Para qué tenemos democracia, para qué tenemos un gobierno?
Los opositores piden el retiro de Southern. ¿Se puede imponer un diálogo?
No se impone. Pero es difícil dialogar porque la confianza se perdió. Nadie confía en nadie, ni en el Estado, ni en la compañía. Y quienes protestan exacerban la reputación de Southern por su actuación en el pasado. En épocas donde la ecología no existía, no había manejo ambiental en el mundo. Este llega al Perú en los 90. Se recurre a la fuerza porque es el único recurso que le queda al gobierno, pero así no marchan las cosas. Utilizar balas no es lo adecuado. Este es un tema político, debe tratarse así. ¿Dónde están los partidos políticos? No se pronuncian. Ninguno dice nada. No se resuelve un problema político con discusiones ambientales.
Ante la persona que murió en las protestas de Islay, el congresista Juan Carlos Eguren (PPC) dijo que no le darían el voto de confianza al nuevo Gabinete.
¿Qué tiene que ver Chana con Juana? Nadie quiere muertos. El gobierno no actuó desde el inicio, dejó enrarecer las cosas. Que se ponga en evidencia quiénes lideran la violencia. La actitud de los manifestantes, que no son pocos, no es pacífica. No pidamos que la policía los agarre a pañuelazos.
Hay videos en los que la policía agrede a manifestantes ya detenidos…
La policía no debe extralimitarse. El ministro del Interior tiene la responsabilidad política, la policía desobedece sus órdenes. La protesta es violenta. Los alcaldes ‘antis’ han convocado a los ‘antis’ de otras latitudes.
¿Cómo saberlo?
El proyecto no se puede imponer, pero debemos desbrozar a la población local. ¿Todos los que protestan son de Cocachacra, del Valle de Tambo? Se puede verificar con el DNI. Esos son los convocados a dialogar. [El portal]Lampadia publica un audio con las consignas de los manifestantes en Cocachacra el 15 de abril. Gritan al estilo de los soldados: “Quiero bañarme en una piscina llena de sangre. Sangre de ‘tombo’. Esa sangre beberemos en vasitos descartables. Sus mujeres violaremos y a sus hijos comeremos”.
Se especula que son etnocaceristas.
Sí, habría que verificarlo. Es un mensaje de terror, para atemorizar a la población. El primer ministro dijo que ONG europeas financian a locales para fines caritativos. Pero se dedican a financiar esto. Alimentar, transportar, alojar a esa multitud cuesta. No es gratis. Solo una ONG europea dio un millón de euros a Tierra y Dignidad de Marco Arana.
Tierra y Dignidad está detrás de las protestas de Arequipa.
Son los mismos personajes que en Conga: aparece el señor Arana, el congresista Rimarachín. Para Conga, el presidente afirmó que era un asunto entre privados. Ahora dijo que respalda Tía María, pero no es contundente. Si el tema fuera ambiental, desde el primer día el presidente y el ministro del Ambiente debieron aclararlo y no permitir que se generen dudas. El ministro debió publicitar que las observaciones fueron levantadas y ser más enfático.
¿No hay liderazgo o no interesa la inversión minera?
Las dos cosas. Falta convicción en el sector y liderazgo.
¿Tía María no va?
El próximo gobierno probablemente será capaz de acompañar el proceso, después de que el Estado haga su tarea en la zona. Es una lástima que sigamos postergando cosas. Ahora es cada vez más estrecho el espacio de diálogo. El único punto de los ‘antis’ es que se vaya Tía María. El jefe de diálogo de la PCM es un antiminero, el anterior tampoco hizo su trabajo. Vemos una incapacidad absoluta para manejar el país.
¿Qué debería decir el primer ministro en el Congreso?
Debería plantear formas de garantizar los proyectos mineros. Por lo menos que no se toquen los que están en construcción: Constanza, Las Bambas. Ojalá no entre la violencia ahí, pero hay que estar preparados. Debo creer que Cateriano tiene inteligencia que está funcionando, equipos de trabajo que monitorean esto. De lo contrario se confirmaría que no están preparados para gobernar.
¿La gobernadora regional de Arequipa, Yamila Osorio, puede impulsar el diálogo?
Ella tiene la responsabilidad de impulsar el diálogo, convocar a los sectores políticos, hacer que los proyectos progresen. Ella es gobierno, puede convocar a los actores políticos de Arequipa y a los nacionales.
¿Cuál será el impacto en la economía si Tía María no va?
No invertir US$1.400 millones significa que, por lo menos, no generaremos producción por más de 1.000 millones al año.
El ministro de Economía dijo que no tendría impacto en el PBI del 2015.
Ha hecho un cálculo conservador. La etapa de construcción, de inversión, es la que más trabajo genera el sector minero. Los tres últimos años el sector minero ha sostenido el crecimiento del país con una inversión de capital equivalente al 26% del PBI. No hacer Tía María afecta la confianza y la inversión. Los inversionistas del exterior han abandonado los bonos peruanos. La tenencia de extranjeros pasó de 58% a 30%. Esa es la repercusión directa que tiene un Tía María y un Conga. También reduce la confianza empresarial.
“Al gobierno le faltó garra con Conga”
¿Cómo toman los empresarios el reclamo del presidente Ollanta Humala para que tengan más garra, se pongan la camiseta del Perú y sigan invirtiendo?
Dos concesiones de carreteras no se han ejecutado en dos años porque el Estado no expropió los terrenos. Al Estado le falta garra…
Dijo que los empresarios eran como la selección peruana, que creen que el partido termina en el primer tiempo. Se desalientan rápidamente.
La primera condición de un líder es no culpar a un extraño de sus propias responsabilidades. El líder da la cara y asume. La metáfora del presidente no dice mucho de un líder.
Por la falta de garra del gobierno con Conga, no estamos desarrollando Galeno, Michiquillay y La Granja, ni la refinería de cobre en el norte, ni el ferrocarril. Son US$20 mil millones parados no por los empresarios. Seguimos dándole vuelta al complejo metalúrgico de La Oroya.
Para el presidente, los pequeños empresarios tienen más garra ante la adversidad y sí invierten.
No vale la pena contestar eso. De ser así la economía hubiera crecido.
¿Cómo explica el crecimiento del 2,3% del PBI en el 2014?
Probablemente será el mismo el 2015. No es un problema de baja de los precios de los minerales. El precio del cobre actual no es malo, tampoco el del oro, y son inversiones a 20 años. Pongamos las condiciones políticas adecuadas e invertimos US$20 mil millones en Cajamarca. Invito al presidente para que vayamos a inaugurar la construcción de los proyectos, que se ponga la camiseta, que saque la garra y que se ponga a trabajar con nosotros codo a codo. La desaceleración de la economía se debe a que se dejó el piloto automático. No se hizo el trabajo, el resto son cuentos.
¿La inversión minera ha caído?
Sí y dramáticamente. Estuvimos invirtiendo entre 9 mil y 10 mil millones de dólares por año hasta el 2013. Este año será de 8.000 millones. El 2016 con Tía María podía estar en 5 mil millones, sino será 4 mil. El gobierno deja una bomba de tiempo.