Pablo Bustamante Pardo
Expresidente de IPAE
Director de Lampadia
En Lampadia nos hemos cansado de hacer todo tipo de informes sobre la minería peruana, la minería moderna y formal, aquella que por su potencial de desarrollo representa la gran oportunidad de liderar una revolución productiva, que junto con las agroexportaciones y el turismo, más los encadenamientos industriales, nos permitiría gozar de prosperidad y bienestar general.
Nuestros ingentes recursos naturales y la industriosidad de nuestra gente nos permiten ser uno de los mejores países del mundo para vivir, emprender y criar a nuestros hijos.
Pero ¡NO!!!, los anti-peruanos, bañados en sus odios y resentimientos, y vestidos de intrigas y falsedades, complotan, hace años, contra la prosperidad del país y la eliminación de la pobreza.
Todo esto con la complicidad de buena parte de los medios de comunicación, la politización de las universidades, la ausencia de los gremios empresariales, y la irresponsabilidad de nuestra clase política.
El último putsch anti-minero empezó con el falso nacionalismo del gobierno de Humala-Siomi-Salomón-Lerner-(el peor), con su patético ‘agua sí, oro no’ contra el proyecto de Conga; con las campañas mentirosas de ‘Cooperacción’ financiadas por la Comunidad Europea y la Cooperación Española; las prédicas del ‘Pos-Extractivismo’ del excura Arana y los grufides (Mirtha Vásquez), que más allá de Lampadia, nadie combatió, y por supuesto, la desidia de lo que queda de la clase dirigente.
Pero Humala no solo paró la inversión minera, llenó el Estado de funcionarios anti inversión privada, y especialmente anti inversión minera. Pero además, como indica Luis Carranza, en el gobierno de Humala la planilla pública creció 71%, veamos:
“Para que tenga una idea, estimado lector, de este profundo deterioro, vea el gráfico 2, en el que mostramos el fuerte deterioro en el ranking de Facilidad para Hacer Negocios del Banco Mundial (que se descontinuó en 2020). En 2016 estamos en el puesto 71 en el mundo y, gracias a un esfuerzo de colaboración entre el sector público y el sector privado, se pasó al puesto 36 en 2011. Lamentablemente, ese esfuerzo se dejó de lado y empezamos a perder competitividad y se llegó en 2020 al puesto 76.
A nivel sectorial vemos un crecimiento desproporcionado de la intervención pública. Así, en esa reunión de Cade, el señor Víctor Gobitz, presidente de la SNMPE, mostró como en solo 10 años los permisos pasaron de 27 a 265. En cada sector hay un aumento desproporcionado de trámites, muchos innecesarios pero que se justifican para la contratación de personal, donde sí hemos hecho un trabajo excepcional. La planilla pública creció entre 2004 y 2022 más de cuatro veces, siendo el peor período el del presidente Humala, cuando el crecimiento alcanzó el 71%”.
Luis Carranza, Jörmundgander, Perú21, 3 de diciembre, 2023
Además del aumento de trámites y sabotajes regulatorios desde el Estado, la minería viene sufriendo una serie de atentados violentos que han paralizado e impedido varios proyectos viables productiva, social y ambientalmente, como son los de Cerro Quilish y Conga en Cajamarca, Tambogrande en Piura (con la supuesta lucha por el limón de Gastón Acurio y Gustavo Rodríguez), hoy capturado por la minería ilegal. Tía María en Arequipa, un proyecto emblemático de aportes sociales y ambientales, Las Bambas en Apurímac, la mayor inversión minera del país, etc., y casi todos los proyectos de exploración, la fuente de nuevos desarrollos.
Lamentablemente, desde Humala, todos los gobiernos peruanos se han puesto de costado o han propiciado mayores problemas para las inversiones mineras, y como con Sagasti, para las agroexportaciones.
Lo de Mina Poderosa del sábado pasado, no tiene nombre. Las amenazas y las agresiones han crecido sin que se haya podido cortar ese proceso, y hoy tenemos que lamentar el fallecimiento de 9 o 10 trabajadores.
Por supuesto, ahora tenemos varios comunicados, todos bien puestos:
Los comunicados no son suficientes, no podemos esperar que los traidores nos den la estocada final. Ha llegado la hora de tomar decisiones drásticas.
En Lampadia proponemos:
- Declarar de necesidad pública las inversiones formales en minería
- Declarar en emergencia el sector minero
- Cancelar el REINFO que hoy solo sirve para esconder las actividades ilegales vinculadas a la minería y facilitar la formalización de los mineros informales no ilegales.
- Certificar el origen de los minerales recibidos por las empresas que solo cuentan con plantas de tratamiento.
- Poner en agenda el proyecto de Tía María y facilitar su desarrollo.
Además, hay que desarrollar varias campañas informativas, por parte del gobierno y el sector privado, sobre la importancia del sector minero para el crecimiento de la economía, la generación de empleo de calidad, los encadenamientos productivos y la generación de recursos fiscales para las tareas esenciales del Estado, la educación, la salud y las infraestructuras sociales y económicas.
¡Viva el Perú!!! ¡Carajo!!!
Lampadia