Como sabemos el cobre es nuestra principal exportación, algo más del 30%. Después de una importante caída de su cotización, hacia el segundo semestre del año pasado, el cobre recuperó un buen nivel de precios. Lamentablemente. Desde el segundo trimestre de este año, al son de la guerra comercial iniciada por Trump contra China y otros países, la cotización del metal rojo vuelve a caer.
Después de algunas dudas, hoy está claro que la caída de precios se debe a la guerra comercial, que aun no amaina. Ver despacho de Bloomberg:
En el Perú llegamos a tener un ministro de la Producción que aventuró una declaración en el sentido de que la guerra comercial entre EEUU y China, no afectaría a la economía peruana. Desgraciadamente eso no es correcto.
El siguiente gráfico muestra con claridad el área de impacto de la caída de precios, para lo cual hemos tomado como precio base US$ 3.10/Lb de cobre, lo cual implica una pérdida promedio de unos US$ 0.30/Lb hasta mediados del presente mes, o aproximadamente, una pérdida de exportaciones de US$ 500 millones.
Un tremendo costo, que además implica una pérdida de ingresos fiscales del orden de US$ 130 millones, que anualizada, llega a unos US$ 400 millones. Menudo impacto.
Efectivamente, la cotización del cobre está muy debilitada, y recientemente está recibiendo shocks adicionales con la caída del mercado de automóviles y de acciones en la China. Por lo tanto, en el corto plazo no podemos esperar una recuperación del precio.
Sin embargo, en el mediano y largo plazo, sí es posible estimar una importante recuperación del precio, dados los estimados de debilidades de la oferta del metal en los próximos años. Razón suficiente para que sigamos apreciando una propensión positiva a invertir en yacimientos de cobre en todo el mundo.
¿Qué implica esto para el Perú?
- Que es el momento para promover mayores desarrollos cupríferos.
Lamentablemente, el gobierno, dedicado a la confrontación política, más que a gobernar, sigue muy debilitado para promover el destrabe de los proyectos de cobre como Conga y Tía María. La debilidad es tan grande, que cuando listan los proyectos pendientes, ni siquiera los incluyen.
No podemos perder la oportunidad de duplicar nuestra producción de cobre.
El impacto de producir más cobre y más minerales en general, es muy importante para el país, y esa oportunidad no será eterna. Mañana se explotarán los fondos marinos, los meteoritos en el espacio, aumentará el reciclaje, se inventarán y usarán nuevos materiales que sustituyan los tradicionales, etc., etc.
Las últimas elecciones regionales han producido resultados que deben ser enfrentados a la brevedad.
- En el caso de Cajamarca, los anti-mineros han sido derrotados palmariamente, por tanto, habrá que apoyar a las nuevas autoridades para que puedan consolidad la recuperación de la región.
- En el caso de varios departamentos del sur, especialmente en Puno con la elección de Aduviri, y de Junín, no debemos esperar que las nuevas autoridades inicien sus agendas anti-mineras, sin desarrollar, de urgencia, una campaña educativa que demuestre los beneficios de la inversión minera, y la responsabilidad de quienes atenten contra la inversión y la prosperidad de sus regiones.
En este predicamento, es muy importante rescatar el verdadero sentido del ‘Adelanto Social’, que nos dice que las poblaciones deben recibir la oferta paralela del desarrollo minero y del desarrollo de un programa de avance social. Ver los detalles en Lampadia: El gobierno destruye la potencia del ‘adelanto social’.
Además, debería comprometerse el uso de recursos provenientes de los nuevos proyectos mineros, a mejoras salariales del magisterio, en las zonas de los proyectos.
El mundo avanza a toda velocidad, la revolución tecnológica cobra cuerpo aceleradamente, exponencialmente dicen, si nos quedamos, corremos el riesgo de condenar a nuestros pobres a vivir en los ‘arrabales de la globalización’. Algo que no podemos arriesgar. Lampadia