Un componente importante de la narrativa anti minera consiste en sostener la existencia de un “Gobierno Minero”[1]. Este consistiría en la cooptación por parte de la Empresas Mineras de los diversos factores de poder de la sociedad peruana. El Poder Judicial, el Parlamento, los principales medios de comunicación, etc. Dentro de esta concepción, estos factores de poder trabajarían en función de los intereses de las Empresas Mineras dado su inmenso poder económico.
Sin embargo, de la evolución de la suerte del sector minero durante los últimos cinco años, parece que la realidad es lo contrario. Un sector paralizado y una imagen deteriorada. Veamos un ejemplo:
El 3 de Mayo la Corte Suprema declaro infundado un recurso de casación presentado por Minera Yanacocha. Este fallo fue favorable a Máxima Acuña de Chaupe y ha sido celebrado por diversas organizaciones como “Un triunfo de David contra Goliat”. Tanto las organizaciones anti mineras orgánicas como sus colaboradores[2] celebran este fallo con un inusual triunfo de los sectores excluidos que ellos afirman reivindicar (Las mujeres, los defensores del medio ambiente, los pobres y los indígenas) encarnados por la señora Acuña frente a los “dueños del Perú” (Las empresas mineras trasnacionales). Para muchos se hace aparente que para que la Corte Suprema haya fallado en contra de los intereses del “Gobierno Minero” es porque la justicia de la posición de los Chaupe es tan evidente que, por esta vez, la Corte Suprema no se atrevió a seguir las órdenes del Gobierno Minero.
En la concepción anti minera los “defensores del medio ambiente”, como a ellos les gusta autodenominarse, se enfrentan a la difícil tarea de visibilizar su postura frente a una prensa manejada por los grupos económicos y dedicadas a la construcción de un imaginario social extractivista. Por ello es necesario una “guerrilla audiovisual” en la que los medios de comunicación “alternativos” mediante su creatividad traten de abrir brechas en la muralla comunicacional del capitalismo. A primera vista es bastante obvio que el poder mediático a desplegar por una mujer indígena pobre y analfabeta no podrá compararse con el que puede desplegar una empresa poderosísima como Minera Yanacocha. Según la señora Chaupe un funcionario de Yanacocha le afirmo “Una hormiga jamás podrá ganarle a un elefante”, Augusto Thorndike durante una entrevista a Máxima, en “Cuarto Poder” le dijo: “La verdad señora es que usted se enfrenta a un monstruo”[3].
En esta visión el plano mediático es otro de los escenarios de asimetrías entre las poderosas mineras y los “defensores”. Esto puede, sin embargo, ser evaluado empíricamente. Es posible a través de la observación de la realidad, verificar si esto fue o no el enfrentamiento entre “el elefante” y “la hormiga”.
Midiendo la realidad
El caso Chaupe es sumamente ilustrativo para poder evaluar la manera como se construye la correlación mediática asociada al sector extractivo. Es especialmente llamativo puesto que el caso consiste en una farsa y debería ser difícil que los medios de “conservadores” propaguen una herramienta propagandística de los antisistema.
Con el fin brindar argumentos basados en la realidad hemos revisado las menciones mediáticas referidas al tema Chaupe emitidas entre 8 de Noviembre del 2016 del y el 10 de Marzo del 2017. Estas menciones han sido clasificadas en 3 categorías: Aquellas que tienen mensajes afines a la posición de Minera Yanacocha, aquellos con mensajes afines a la postura de los Chaupe y en una tercera categoría aquellos que no tienen una inclinación identificable, a las que se les denomina neutrales.
Total de menciones: 41
- Notas favorables a los Chaupe: 31 (75.6%)
- Notas favorables a Yanacocha: 8 (19.5%)
- Notas neutrales: 2 (4.9%)
Estos datos entran en profundo contraste con la idea del «Gobierno Minero». Son resultados que no podrían darse si es que Yanacocha fuera hegemónica respecto a la prensa. Un escéptico podría argumentar que este calculo no refleja la correlación de fuerzas mediáticas puesto que se pondera las menciones de pequeños medios, a los que los «defensores» tienen acceso, con las menciones de los grandes medios comunicación muchos organizados en la mal llamada «Concentración de Medios» y que son el gran pilar de consolidación gramsciana (por Antonio Gramsci) del imaginario extractivista. El supuesto tendría que ser que los grandes medios de prensa operan en favor del poder económico y en contra de una mujer analfabeta, campesina, indígena y pobre.
Para tener una visión más precisa del poder mediático de cada una de las posturas enfrentadas en el caso Chaupe hicimos un esfuerzo de ponderación. Elaboramos el concepto de «Espacio Mediático (EM)», a cada mención se le asignó un espacio mediático en función al valor monetario de contratar ese espacio por parte de un privado. Así las menciones más extensas y en medios más importantes recibirán un mayor EM que aquellas notas de medios poco relevantes y más breves.
Al asignar el EM agregado de cada una de las posiciones los resultados fueron los siguientes:
- EM favorable a los Chaupe: 72%
- EM favorable a Yanacocha: 23%
- EM neutral: 5%
Por caca dólar de valor del EM en favor de Yanacocha se dieron 3 en favor de los Chaupe.
Hay diversas explicaciones para este fenómeno. La primera es que Máxima es una mujer sumamente afortunada y Yanacocha se ha olvidado de ejercer su influencia sobre los medios de comunicación en el más relevante de los conflictos en los que está involucrado actualmente. El ‘Gobierno Minero’ habría invertido millones en controlar a la prensa para no hacer uso del mismo en un conflicto de importancia crítica. Esta explicación tiene por deficiencia que asume una conducta absolutamente irracional por parte de Empresas que ‘cooptarían’ a la judicatura y a la prensa, pero terminan no ejerciendo ‘sus poderes’ para afianzar sus intereses.
Una explicación alternativa estaría en que este no es un conflicto entre una hormiga y un elefante. En esta explicación este no es un conflicto entre Yanacocha y una campesina. Aquí se enfrenta la empresa minera con una parte de importante del movimiento social anti minero y sus aliados permanentes y colaboradores, más las inclinaciones mediáticas prevalecientes. Este no ha sido un choque entre los poderes financieros respectivos de las partes ha sido un enfrentamiento entre narrativas. El tipo de recursos decisivos en estos enfrentamientos son distintos al dinero. En este caso en específico, el Caso Chaupe, los anti mineros han desplegados más recursos narrativos de los que se han movilizado en favor de la minera. Es esta diferencia en la correlación de fuerzas, la que explica los resultados adversos a la minera en esta batalla de imágenes. Antes que la victoria del individuo débil sobre el fuerte se dio la victoria de la coalición más fuerte sobre la mas débil.
¿Cómo se dio el Fenómeno?
No estamos diciendo que las fuerzas antisistema tienen en general una influencia mediática más fuerte que la de los favorables a la inversión privada y el mercado. Lo que pretendemos decir es que estas fuerzas son capaces de generar una superioridad local en ámbitos específicos. Esta superioridad se da gracias a que los anti mineros concentran su capacidad narrativa en ciertos puntos y vuelven su postura hegemónica en los mismos. Una vez que esto se logra, se hace posible que actores que no comparten la ideología de los anti mineros propaguen sus mensajes al ser absorbido como parte del consenso aparente de lo «políticamente correcto». Así estos «colaboradores» pasan a ser un componente circunstancial de la coalición anti minera.
En el caso Chaupe, hubo una clara concentración de recursos mediáticos de los anti mineros orgánicos, aliados y circunstanciales. Tan solo Rocío Silva Santisteban, columnista del diario La República, escribió 16 columnas referidas al tema. Cuarto Poder, del Grupo El Comercio, presentó una entrevista y un reportaje absolutamente parcializados en favor de los Chaupe, brindándoles con ellos un valor de EM de más de 50 mil dólares. Milagros Leiva, brindo una entrevista de 24 minutos a Máxima Acuña y su abogada en Canal N y en RPP le ha brindado entrevistas a Máxima y a sus aliados, en múltiples ocasiones. En favor de la Empresa se han dado un par de entrevistas, sumamente hostiles, al Gerente General de Yanacocha. En las entrevistas a Máxima y sus colaboradores no se le preguntaba sobre las sistemáticas exageraciones, mentiras y contradicciones que emite con regularidad. Por otro lado las pocas entrevistas a voceros de la Empresa han sido hostiles y en un caso con entrevistadores que han sido previamente preparados.
Por el lado favorable a la minería se han dado loables esfuerzos en medios digitales. Sin embargo, su impacto es reducido frente a la postura de los grandes medios de comunicación que en su inmensa mayoría no han tenido problemas en divulgar una farsa construida por radicales anti mineros. Lamentablemente pocos de los líderes de opinión favorables al sector minero han estado dispuestos a pronunciarse frente al fraude del caso Chaupe. Muchos fueron desmovilizados por el temor a quedar como machistas, racistas, clasistas, etc. Las características simbólicas de Máxima Acuña la hacen un personaje sumamente difícil de criticar y facilitan la descalificación de quienes deseen visibilizar sus mentiras. Por otro lado, se entiende la importancia del Caso Chaupe para el activismo anti minero como herramienta de descalificación de todo el sector minero. Muchos de quienes defienden la minería consideran que se trata de un tema ajeno que involucra tan solo una empresa.
Conclusión
La batalla por la legitimidad del sector minero se da día a día en el terreno de la opinión pública. Las imágenes y narrativas son críticas para el resultado de la misma. Los anti mineros son capaces de concentrar recursos en puntos específicos de alto potencial narrativo y construir consensos sobre los mismos. Una vez hegemonizado el discurso con un determinado mensaje, diversos formadores de opinión de la gran prensa serán capaces de repetirlo sin mucha reflexión sobre su veracidad. El Caso Chaupe es un ejemplo bastante notorio de este proceso. Más allá de los fundamentos jurídicos, es bastante difícil que los jueces fallen contra la postura apoyada por el 75% de la prensa, los jueces peruanos no juzgan en el aire.
Quienes apoyan la minería moderna deben saber vigilar los esfuerzos de los anti mineros y estar dispuestos a contrarestar sus relatos difundiendo, con transparencia y sustento, los impactos positivos de las actividades extractivas y los principios éticos, sociales y ambientales que rigen al sector. Lampadia
[1] “Gobierno Minero” es el título de un estudio de Francisco Durant disponible en: http://cooperaccion.org.pe/main/images/derechos_colectivos/Poder%20pol%C3%ADtico%20y%20gobierno%20minero%20-%20Francisco%20Durand.pdf
[2] Un análisis de las diversas categorías de antimineros se encuentra disponible en: http://www.lampadia.com/analisis/mineria/spin-explica-la-convergencia-de-fuerzas-anti-mineria
[3] Un análisis de las múltiples mentiras y manipulaciones en el caso Chaupe esta disponible en: http://www.lampadia.com/analisis/mineria/otra-maxima-mentira-chaupe-grufides-vs-mineria/