El populismo sigue haciendo de las suyas en el gobierno, especialmente, en el Congreso de la República, se ofrecen todo tipo de “beneficios” para los ciudadanos, que lamentablemente se quedan solo en las etiquetas, en las envolturas, en los llamados propósitos, pero cuyo contenido termina siendo contrario a lo ofrecido y por ende, perjudicial a los intereses de los mismos ciudadanos.
Hace algún tiempo se viene acelerando la producción de normas que podríamos llamar: “NORMAS CONTRA-PROPÓSITO”. Estas son aquellas que generan efectos contrarios a sus sustentos normativos y que desorganizan la vida ciudadana. Por ejemplo, hace algunos meses el Ministerio de Educación suprimió las evaluaciones de los niños para los ingresos a los colegios. El resultado, en el gobierno de la “inclusión”, es la ruptura de la movilidad social, exclusión pura y dura, pues los colegios han tenido que desarrollar otros mecanismos para asignar sus vacantes, como son privilegiar a los hermanos y primos de los actuales alumnos, o a los hijos de ex alumnos, etc. Como es fácil de comprender, esto deja fuera a los niños de familias emergentes que no tienen “relaciones sociales” previas con los colegios. (Ver Resolución Ministerial 0431-2012-EDU).
Ahora se plantea un nuevo exabrupto, el llamado “Proyecto de ley de insolvencia familiar” que, en caso de ser aprobado, encarecería los servicios que los peruanos recibimos del sistema financiero. ¿Por qué? El proyecto de ley del congresista Delgado propone “salvar la economía personal y familiar” de las personas que no pueden pagar a sus deudas a los bancos. ¿Cómo? Lo único que necesita el deudor sería declararse insolvente argumentando haber asumido “gastos imprevistos”. Luego de esta declaración, el Indecopi entraría a mediar sancionando un sistema de pago que “evite el perjuicio de los consumidores” ¿Cuál sería el resultado de la brillante idea del congresista Delgado? Pues que los créditos para las personas naturales en el país se encarecerían habida cuenta que uno los criterios principales que influyen en las tasas de interés es el riesgo. Si es mayor la posibilidad de un deudor moroso, entonces, más alta será la tasa de interés. Como se ve, el objetivo de “beneficiar” a unos pocos terminaría afectando a todos.
Esta no es la única “NORMAS CONTRA-PROPÓSITO” del congresista Delgado, quién tiene más iniciativas del mismo corte y por ello podría ser considerado el campeón del “CONTRA-PROPÓSITO”. Es autor de varios proyectos del mismo corte, como por ejemplo el que busca prohibir el cobro de comisiones de membresía en las tarjetas de crédito, el que propone crear oficinas municipales de defensa del consumidor, el que prohíbe la venta ilegal (sic) de bases de datos, y además, ha hecho suyo el proyecto que modifica el Código de Protección y Defensa del Consumidor respecto del Libro de Reclamaciones, que genera nuevos procesos burocráticos..
Como este tipo de iniciativas buscan popularidad y son en esencia campañas populistas para conseguir votos preferenciales en los nichos de los pocos “beneficiados”, el mal ejemplo ha cundido, dando pie a que se presenten cada día más proyectos de “NORMAS CONTRA-PROPÓSITO”, como la “ley de protección alimentaria y nutricional” que prohíbe el consumo de la llamada “comida de bajo contenido nutricional”, o el proyecto que pretende crear un organismo regulador de los precios de los medicamentos, o como el que pretende reponer la importación de autos usados en los Ceticos. Una primera pretende un absurdo: imponer, arbitrariamente, hábitos alimentarios sin respeto a la libertad ciudadana. Otra, peor aún, intenta restaurar el viejo control de precios que, produce encarecimiento de las buenas medicinas y escasez, que solo pueden evitar los ciudadanos de mayores recursos.
El daño que producen estos proyectos es enorme. Lamentablemente no hay ninguna institución que haga evaluaciones objetivas de los resultados de esta infinidad de “NORMAS CONTRA-PROPÓSITO”. Tratando de llenar este vacío, mientras no se desarrolle alguna institución que haga el control de calidad indicado, Lampadia ofrece sus espacios para que los ciudadanos alertados o perjudicados por esta praxis parlamentaria, nos hagan llegar sus evaluaciones, que procesaremos y difundiremos para ilustrar a la sociedad los costos de una mala legislación. (Referir sus aportes con el título de: “NORMA CONTRA-PROPÓSITO” a contacto@lampadia.com).