Carlos Milla Vidal
Desde Cusco
Para Lampadia
Aceptando la provocación de Pablo Bustamante, que en un artículo expresa:
“En esta patria que amamos, tenemos todos los elementos para ser exitosos”
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Quise hacer un análisis de sus aseveraciones, un poco con vocación de geólogo y geógrafo aficionado, buscando algunos elementos que nos pongan en contexto sobre esta tierra maravillosa que hoy es el Perú. Mis reflexiones me llevaron a empezar por hacerme una pregunta… ¿ Cuándo empezó a formarse nuestra maravillosa geografía?
La respuesta que encontré me llevó muchísimo más allá de la aparición del homo sapiens en la faz de la tierra, nada menos que 120 millones de años atrás. ¿Qué es lo que sucedió entonces?
GEOLOGÍA
Nuestro joven planeta, estaba en plena formación. Las tierras en los cuales estaba enmarcado el territorio de lo que hoy es nuestro país, eran selvas tropicales, con profusión de lluvias, que formaban riquísimas cuencas que desembocaban en el pacífico (SI, el río Amazonas salía por el pacífico). Paisajes muy diferentes a los actuales, (en efecto, la temperatura era en promedio 10 grados superior a la actual, y el CO2 era mucho mayor). Eso permitía que las especies de plantas, (grandes helechos y bosques tropicales adaptadas a esa geografía mega-tropical) proveían sustento a los dinosaurios que dominaban el planeta, la vida bullía en todas sus especies. Después fue el turno de las coníferas, que formaron grandes bosques.
De repente un proceso de catástrofes geológicas tuvo lugar en las profundidades de la tierra: Los continentes empezaron a desplazarse, empezó la formación de los continentes en todo el planeta. Pero algo especial sucedía frente a nuestras costas:
La placa de Nazca, sustento de lo que hoy es el océano pacífico, sufría grandes presiones de fuerzas que la empujaban al este. La placa llamada continental en la cual se sustentaba el continente sudamericano empezó también a sufrir presiones desde el centro de la tierra y se desplazó hacia el oeste.
Lo que estaba por suceder era una mega-colisión, mucho más violenta que todas las otras ocurridas en el planeta. Y eso, unido a una actividad volcánica colosal, empezó a formar el perfil de nuestro territorio. Una impresionante cadena de montañas, situadas en pleno trópico. La única en el planeta con estas características.
La rugosidad de las montañas fue proporcional a la violencia de la colisión. Nuestros andes alcanzaron más de 15,000 metros de altura. (Si medimos la altura de la montaña desde las profundas fosas que se encuentran hasta 8,000 metros bajo nivel del mar).
El legado del cataclismo
Paradójicamente, el cataclismo modeló una geografía que nos dejó puras ventajas:
- Se quedaron enterradas enormes biomasas que, con la descomunal presión telúrica, se convirtieron en combustibles fósiles (Carbón, petróleo, Gas)
- Las fosas marinas, empezaron a definir las corrientes en el fondo de los mares. La corriente fría que venía de la Antártida (corriente de Humboldt), y la cálida que venía de los trópicos ecuatoriales (el niño) no solo arrastraban a nuestras costas una riqueza ictiológica incomparable, sino que nos convirtió en el primer país pesquero del mundo.
- Se formaron las nuevas cuencas hacia el atlántico, generando el gran rio amazonas mientras que las quebradas de la costa se precipitan al mar en cortos recorridos, dejando entre valle y valle grandes desiertos.
- Estos desiertos, sin embargo, eran en rigor tierras fertilizadas por la exuberante vegetación antidiluviana, que se quedaron por falta de agua como tales.
- Los minerales de todo tipo: cobre, hierro, oro, plata, zinc litio quedaron atrapados en grandes bolsones en las altas montañas.
- Las grandes cavidades de las montañas, alimentadas por las cuencas formaron los lagos en grandes alturas (El Titikaka comparable con los grandes lagos de Norteamérica está a casi 4,000 metros de altura).
GEOGRAFIA:
La superficie de las montañas que emergieron por encima de lo que eran selvas tropicales, empezaron a “arrugarse” por la actividad tectónica y también por la volcánica. La erosión empezó a definir las nuevas formas, y lo que tenemos hoy son cumbres de las cuales salen multiplicidad de quebradas, generando amplias y variadas cuencas.
Los trópicos empezaron a comportarse de la mejor forma que la naturaleza sabe hacer: Adaptar las miles de especies vegetales al nuevo clima que se fue perfilando.
La tierra después de los cataclismos, fue enfriándose, y la latitud tropical de nuestro territorio empezó a combinar con la altitud de nuestras cordilleras, para formar una multiplicidad de climas que los estudiosos no terminan de identificar: Las 8 regiones naturales que identifica Pulgar Vidal, o las 11 regiones de Antonio Brack Egg, resultan insuficientes para entender los climas del Perú. Cada 100 metros en altitud, cada grado en latitud, definen variaciones climáticas infinitas. A esto se suma, la orientación solar de las laderas, y las condiciones de humedad por la evaporación del mar o de los bosques tropicales. No en vano dicen los entendidos que Perú tiene 84 de los 104 climas del planeta.
Las condiciones de la superficie, los materiales acumulados, las tierras y minerales, formaron un suelo diverso. Y todo esto sirvió a las nuevas especies vegetales, y animales que empezaron a formar ecosistemas aparentes para el crecimiento de plantas y animales (mamíferos, aves e insectos).
LA OCUPACION HUMANA
Hace sólo 14,000 años, el homo sapiens llega a tierras americanas por el estrecho de Bering y empieza un largo proceso de adaptación al nuevo territorio.
El “estado natural” del hombre primitivo era de armonía con lo natural.
Podemos afirmar que el logro más importante de la cultura peruana que alcanzó la categoría de “cuna de civilización” y a la vez logró el estatus de civilización compleja hace 5,000 años, fue que ese “entendimiento” de ser parte del cosmos, y actuar dentro de la naturaleza en una armonía se convirtió en “el principio del AYNI”.
La adaptación del hombre a los diversos climas, altitudes, zonas productivas garantizó variedad de recursos y un sistema de intercambio tecnológico
El Ayni que empezó como un proyecto de supervivencia, dentro del ayllu, saltó a la economía, la producción, el comercio, los flujos con el desarrollo de la Minka comunal, y posteriormente a la Mita, con intervención del estado para las grandes obras de infraestructura.
El AYNI, fue pues, un proyecto político y económico, que funcionó con gran eficiencia, porque garantizaba el uso racional y armónico de los recursos. Entenderlo, es un reto para los estudiosos, e interiorizarlo, es un reto para los políticos.
LOS POTENCIALES PARA EL PERU DE HOY
El legado de la geología, la geografía y la historia debe ser usado en beneficio de los peruanos de hoy y de mañana.
- Uno de los activos importantes de nuestra geografía es la diferencia de alturas. Desde nuestras cumbres a más de 6,000 metros, hasta las selvas amazónicas a menos de 300 hay seis kilómetros de caída de aguas. En una cordillera cualquiera, tenemos que la recolección de aguas fluye por hasta cinco cuencas. ¿Qué mejor para conseguir con un poquito de infraestructura (Presas – grandes o chicas-) que puedan canalizar el agua, convertirla en proteína (acuicultura), energía hidroeléctrica y riego para miles (¿millones?) de hectáreas? Y adicionalmente evitar la erosión, y los huaycos que siembran muerte y dolor cada año.
- El sol, en latitud tropical, tiene exposición vertical, la altura, y menos atmosfera, hacen que la radiación sea la mejor del planeta… ¿Por qué no utilizarla para captar energía eléctrica? (*)
- La minería moderna, esa que no contamina tiene grandísimas reservas listas a ser explotadas.
- Los desiertos de la costa no son tales… son tierras fértiles (antidiluvianas) listas a recibir riego tecnificado. Lo hecho por nuestros fruticultores que nos han convertido en potencia mundial en agro-exportaciones nos lo demuestran.
- Y aún no hablamos de la biodiversidad, pues en nuestro territorio convergieron milagros genéticos que dieron a nuestro suelo, la posibilidad de producir más del 60% de los alimentos del planeta.
Coincido con Pablo Bustamante que la reflexión de nuestra inconmensurable riqueza nos lleva a una paradoja:
Somos herederos de la mejor geografía del planeta, y de una de las “cunas de civilización”, es decir, estamos orgullosos de lo que hizo Dios, y de lo que hicieron nuestros antepasados.
Pero… ¿Qué hicimos nosotros?, ¿qué podemos hacer?
No debemos ser ni extraordinarios ni brillantes. Simplemente razonables y capaces de salir de esta broma pesada que nos ha hecho el socialismo del siglo XXI, recuperar nuestro camino, y corregir nuestros yerros.
¿Es tan difícil?
Lampadia
(*) La matriz energética peruana es (i) 56.09% Termoeléctrica, (ii) 38.70% Hidroeléctrica, (iii) 3.08% Eólica y (iv) 2.13% Solar. ¿Por qué no usamos el sol, el viento y el agua que son gratis, e ilimitados?, y preferimos quemar gas, que contamina, y se acaba? Máxime si ahora la tecnología permite transportar electricidad ilimitadamente, pudiendo exportar energía a todo el subcontinente. Nuestros políticos tienen la respuesta