Jaime Spak
Para Lampadia
Durante la época que estudié en la Universidad Nacional de Ingeniería hace más de 50 años, tuve la suerte de tener entre mis compañeros de clases a gente no solamente de primer nivel intelectual y académico, sino también de una gran creatividad e ingenio para definir algunas cosas.
Por ejemplo, mi amigo Rubén, siempre preguntaba cuáles eran los animales elásticos.
Su respuesta hasta ahora la recuerdo: la ligartija, el hulefante y el resorteronte.
De igual manera nuestro querido amigo Alfonso a quien todos llamamos hasta el día de hoy cariñosamente Boy, tenía su frase favorita y era: “se dobla, pero no se rompe”.
Creo que no hay frase más clara para poder explicar lo que es el Perú.
Un país que se dobla, pero no se rompe.
Hemos tenido en los últimos 50 años tantos problemas de todo tipo que es increíble como no hemos caído en default o lo que es peor caer en desgracia.
Me acuerdo en el aciago mes de octubre de 1968, parado como siempre en la avenida Alfonso Ugarte, esperando que alguien pase para que me jale a la UNI, y al lado había tanques producto del golpe de estado de Velasco.
Los años de incertidumbre de esa dictadura que empezó a sembrar en las mentes de los peruanos, la lucha de clases, la fallida reforma agraria, la comunidad industrial, la nacionalización de nuestros recursos naturales, la expropiación de los diarios y los canales de televisión y la expropiación de empresas pesqueras que eran la fuente de ingresos de divisas, pues éramos el primer productor de harina de pescado.
Es decir, luego del débil gobierno de Belaunde, la dictadura de Velasco genero un retroceso en la dinámica de crecimiento del país. Fueron 12 años muy complicados.
Todas las acciones de gobierno iban en contra de la inversión privada que siempre ha sido y será el motor del desarrollo de los países.
Y para colmo llovió sobre mojado, pues durante más de 12 años hemos padecido la insania de Sendero Luminoso, probablemente después del Khmer Rouge de Camboya, el más sanguinario movimiento terrorista del mundo.
La vida en el Perú por culpa de estos asesinos y del MRTA, pudimos sobrevivir y lograr derrotarlos.
Luego del segundo gobierno de Belaunde, tuvimos que sobrevivir al primer gobierno de García, el segundo peor gobierno de la historia, solo superado por el pésimo fugaz gobierno de Pedro Castillo.
Y ahora en los últimos cinco años haber sufrido de tres terribles situaciones:
- La pandemia que se llevó la vida de más de 200,000 de nuestros compatriotas, por la corrupción y el pésimo manejo de esta.
- Los seis presidentes que nos ha llevado a una situación de incertidumbre política que hasta ahora estamos padeciendo.
- El gobierno de Pedro Castillo, el más incapaz, corrupto e ineficiente gobierno de nuestra historia.
Díganme si no es lógico indicar que el Perú se dobla, pero no se rompe.
Hemos padecido hiperinflación con el primer gobierno de García.
Fuji shock, que en agosto de 1990 nos encontramos de un día para otro que los precios de los productos esenciales subieron 20 veces.
Terrorismo que se llevó la vida de más de 35,000 peruanos, la gran mayoría gente inocente, policías y militares.
El ensañamiento de los terroristas con los pueblos altoandinos y de la selva no tiene parangón en la historia del Perú-
La pandemia del Covid 19, que fue tan mal manejada que se cobró la vida de tantas personas, porque desnudo la precaria situación de nuestro sistema de salud.
A ello hay que agregar la continua crisis política que ha generado una inestabilidad que hasta el día de hoy vivimos.
Y como cereza de la torta el nefasto desgobierno de Castillo que inundo el aparato estatal con la peor gente posible y que felizmente acabo con el suicidio político del profesor con el auto golpe chicha.
Estamos ya casi a la mitad del año 2023, con un gobierno que se quedara hasta el 2026 y que está intentando llevarnos de nuevo por la senda del crecimiento.
¿Lo lograra?
Esa es la gran pregunta, pues la señora Boluarte que, a pesar de su nula experiencia en la cosa pública, al menos se está rodeando de gente capaz en los ministerios.
Lo único que falta para lograr esta senda del crecimiento es que este gobierno, entienda que tiene una oportunidad de oro de lograrlo, si vuelve a confiar en la inversión privada, si logra destrabar los millonarios proyectos mineros, si da un impulso muy fuerte al turismo, si da incentivos a los pequeños agricultores para que sean más productivos en sus sembríos y mucho más.
Pero hay dos cosas fundamentales que tiene que hacer este gobierno y espero que el congreso lo apoye (aunque lo dudo).
Un cambio radical en el ministerio de educación para que tengamos una juventud más preparada para el futuro.
Una reorganización total en la seguridad, haciendo una reingeniería total en el ministerio del interior.
Si lo logra el Perú ni se doblará ni se romperá, sino que se habrán instalado cimientos muy sólidos para ver el futuro de nuestro país con ojos de esperanza. Lampadia