Y también para coordinar con el Ministerio del Interior
Jaime de Althaus
Para Lampadia
La elección de Delia Espinoza como Fiscal de la Nación abre la posibilidad de enmendar el rumbo en el Ministerio Público para devolverle independencia, por un lado, y capacidad de dialogo y coordinación con el ministerio del Interior y la Policía para poner en marcha una estrategia eficaz contra la criminalidad.
Devolverle independencia significa poner fin a la politización de la justicia, que ha tenido un impacto desastroso en la política nacional. Allí la responsabilidad es compartida con el Poder Judicial, cuyos jueces no han sabido poner coto a acusaciones sin fundamento guidas por motivaciones de orden político o mediático.
Delia Espinoza tiene que poner fin a las fiscalías politizadas.
Las recientes declaraciones del ex asesor de la Fiscalía de la Nación, Jaime Villanueva, ahora colaborador eficaz son muy reveladoras y contundentes sobre la manera cómo Gustavo Gorriti diseñaba la estrategia de las investigaciones fiscales del caso Lavajato contra Keiko Fujimori, Alan García, Ollanta Humala y otros políticos, con fines ulteriores. Y cómo Rafael Vela y José Domingo Pérez decidieron adelantar la acusación a Keiko Fujimori poco antes de la primera vuelta el 2021 para que no ganara las elecciones, al mismo tiempo que Vela conversaba con Salas Arena del Jurado Nacional de Elecciones sobre las impugnaciones que pudieran afectar el resultado electoral deseado, lo que constaría en el celular de la comunicadora Janett Talavera, que lleva cinco años lacrado.
El solo hecho de haberla llevado a la cárcel en tres ocasiones con prisiones preventivas abusivas por hechos que no eran delito ya configuraba una secuencia de persecución política que destruyó la imagen de la candidata como corrupta, lo que derivó a la postre en la elección de Pedro Castillo. Y lo que confirma la naturaleza ideológica de la persecución es la absurda y delirante acusación al ex presidente de la CONFIEP Ricardo Briceño.
Esos fiscales deben ser retirados y quienes los reemplacen deben sobreseer esos procesos, que no son compatibles con una democracia. Algo parecido ha ocurrido con el Eficcop. Ese equipo de fiscales tuvo un desempeño eficaz en las investigaciones sobre la red delictiva de Pedro Castillo, pero luego es claro cómo fue usado para tenderle una trampa al ex abogado de la presidente Mateo Castañeda, con la finalidad de apuntar hacia la presidente Boluarte (ver en Lampadia: La politización de la justicia – Eficcop y Diviac instrumentados. La suspensión temporal de Marita Barreto es un paso adelante, pero hace falta completar la tarea.
No se puede usar la justicia para perseguir fines políticos. Delia Espinoza tiene devolverle independencia al ministerio Público adoptando las medidas correspondientes. Pero, además, tiene la oportunidad de mejorar las relaciones con el ministerio del Interior, la Policía y el propio Poder Judicial, pasando del conflicto a relaciones de colaboración y coordinación para dar una batalla eficaz contra las extorsiones y el crimen organizado, que están ganando la batalla.
Se requiere conformar alguna suerte comando único en el que estén las autoridades responsables más representantes de la sociedad civil. Tiene que dividirse bien el trabajo entre las distintas instituciones con idea claras para identificar, detener y luego no liberar a los criminales, más aun considerando en que se requiere definir bien los protocolos la aplicación de la ley que le devuelve la investigación preliminar a la policía. No caben rebeldías fiscales al respecto. Lo que cabe es un acuerdo bien afiatado sobre que tareas te toca a cada uno y cómo cumplirlas.
Su elección también permitirá poner en pleno funcionamiento el Consejo para la Reforma del Sistema Judicial, inhibido de funcionar por el conflicto entre el ex Fiscal de la Nación y el Ejecutivo. Ahora podrá reunirse, con una eficaz secretaría técnica del ministerio de Justicia. Una de las principales recomendaciones de la OCDE es empoderar al Ejecutivo en su tarea de coordinar e impulsar las reformas del sistema judicial.
Sin esos cambios no hay esperanza. Lampadia