Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 11 de mayo de 2018
Para Lampadia
En los bajos mundos de la corrupción en el Estado, los de arriba les cobran a los empresarios. Los de abajo les cobran a los ciudadanos. Y los periodistas le cobran a los de arriba. Los únicos que no le cobran a nadie son los ciudadanos. Así es la nuez.
A los hechos me remito.
- Un presidente de la República corrupto le cobró a un contratista corrupto. En realidad, no fue un solo presidente… fueron más. Pero, en fin. El de arriba le cobró a un empresario. Check.
- Un servidor público abusivo le cobró a un ciudadano que no tenía porqué pagar por un servicio público gratuito. El de abajo le cobró a un ciudadano. Check.
- Y un periodista chantajista le cobró a un alcalde coimero para no delatar sus corruptelas. El periodista le cobró al de arriba. Check.
Así es la nuez.
En los bajos mundos de la corrupción, las cosas suceden por algo. El corrupto es un animal racional. El fin justifica los medios. El de arriba recupera lo que le paga al periodista con lo que le cobra al empresario. El empresario recupera lo que le paga al de arriba con los sobrecostos que le cobra al Estado. El de abajo y el periodista se la llevan fácil sin tener que pagarle a nadie.
El chantaje – burocrático y periodístico – es un negocio muy lucrativo… lo cual no implica que no sea sucio. El único pagano que no le cobra a nadie es el sufrido y maltratado ciudadano. Así funciona la corrupción en el Estado. Así es la nuez.
El punto es que la corrupción es ilegal. Además – y, sobre todo – es injusta, inmoral… y cruel. Me refiero – obviamente – ante la ciudadanía. Para muchos la corrupción es repugnante. Pero para los corruptos… nada que ver. Así es la nuez. Sin embargo, ha llegado a tales niveles de podredumbre que se ha tornado insostenible y explosiva.
Ojo. Los de arriba no son – sólo – los presidentes de la República corruptos. Los de arriba son – también – los funcionarios que cobran coimas a empresarios corruptos. Por ejemplo, los Congresistas, Consejeros Regionales, o Regidores que cobran 5% por gestionar obras para sus regiones; o por promulgar leyes o normas con nombres propios. Los de arriba son – también – los ministros, gobernadores, o alcaldes que cobran 10% – o más – por adjudicar a dedo obras a contratistas corruptos. También los Policías o Jueces que cobran cupos a traficantes ilegales de tierras, drogas, madera, oro, etc. Todos esos – y muchos más – son los corruptos de arriba.
Los de abajo son todos los funcionarios y servidores públicos que cobran indebidamente a los ciudadanos de la calle. Pueden ser médicos o maestros que cobran coimas a pacientes o estudiantes. Servidores que “venden” todo tipo de licencias o permisos. Policías o Fiscales que cobran cupos a delincuentes callejeros en vez de denunciarlos de acuerdo a ley.
Los corruptos de arriba son menos, pero cobran más. Incluso, cobran en dólares. Los corruptos de abajo cobran menos, pero son más. Y los periodistas chantajistas son unos cuantos que cobran más o menos. Al final – dólares o soles… coimas más, coimas menos – todos son la misma porquería.
ACLARACIÓN: En nuestro país hay autoridades honorables y capaces, a quienes hay que identificar y defender para que nos gobiernen con eficiencia y dignidad. Hay – también – muchos servidores públicos honestos y serviciales a quienes hay que agradecer y – sobre todo – respetar. Y estupendos periodistas que buscan insistentemente historias relevantes basadas en la verdad, y que denuncian la corrupción con objetividad y valentía. Es cuestión de identificarlos y respaldarlos para que los peruanos progresemos en lo moral y en lo material.
Pero también hay de los corruptos… a quienes hay que desenmascarar públicamente y denunciar como corresponde. Tolerancia cero con esos miserables. Así debería ser la nuez. Lampadia