Durante los últimos años se ha hablado mucho de la brecha de infraestructuras. Los cálculos se han revisado cada año y acusan montos crecientes, llegando a dimensionarse en US$ 160,000 millones al 2015. Sin embargo, ha sido poco lo avanzado en estrategias, planes y acuerdos entre el Estado y el sector privado.
Ahora, durante el II Congreso Internacional de Infraestructuras y Desarrollo, celebrado hace un par de semanas, se han producido dos novedades muy importantes.
Por un lado, el gobierno, en lugar de esconderse o trabar los planteamientos, ha dado un importante paso adelante hablando el mismo idioma del sector privado y presentando, por parte del Ministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne, un buen análisis de los problemas, las estrategias para enfrentarlos y planteamientos de acción detallados, entre los que destacan el establecimiento de metas específicas, esquemas de priorización mediante el uso de herramientas ingeniosas, la reforma de los procesos y de Pro-Inversión.
Por otro lado, AFIN, el gremio empresarial que nos recuerda todos los años que la tarea sigue creciendo, ha pasado de hacer más cálculos sobre los volúmenes de las brechas, a presentar un análisis integral de este importante reto nacional en un magnífico trabajo preparado por EY Perú (Ernst & Young), que incluye aspectos como la metodología de priorización de proyectos, políticas de financiamiento público y privado, perfeccionamiento de los estudios y concursos, medidas para superar los problemas pos-adjudicación e ideas sobre el fortalecimiento institucional que ayude a enfrentar el manejo de este complejo asunto.
Algo que queremos destacar especialmente es el criterio de priorización que se usará para el manejo de la inversión pública en las regiones: “¿Cierra la brecha?”.
La presentación del MEF incluye, entre otros, los siguientes elementos:
Ver el PDF en nuestra sección documentos: Inversión en Infraestructura como motor del Crecimiento.
Del estudio de EY, titulado Agilizando la Ruta del Crecimiento, queremos destacar los siguientes elementos:
Para continuar con el avance de nuestro desarrollo es necesario que invirtamos en el impulso de infraestructuras muy superiores a las que el Perú cuenta en la actualidad, que satisfagan, por un lado las necesidades sociales de la población y por otro las económicas que permiten aumentar la productividad de las actividades productivas.
Actualmente no estamos cerrando esta brecha porque la inversión está por debajo de lo que se requiere. En abril de 2014, Lampadia propuso una forma de enfrentar una buena parte de estos problemas, especialmente los de financiamiento, involucrando a las instituciones multilaterales para superar las limitaciones fiscales, reducir los riesgos políticos y de imagen con la población. Ver: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones.
Eliminar las brechas de infraestructuras no solo permitiría mejorar la competitividad de nuestro país y reducir los costos de transacción de las empresas, sino que también democratizaría el acceso de los pobres al mundo moderno, dándoles acceso a electricidad, mejor transporte y telecomunicaciones.
Esperamos que esta auspiciosa sintonía mostrada por el gobierno y el sector privado en el congreso de infraestructuras, sea solo el inicio de un trabajo conjunto en aras de lograr avances concretos. Ahora necesitamos ir más allá de las palabras, es el momento de la acción. Lampadia