Pablo Bustamante Pardo
Expresidente de IPAE
Director de Lampadia
Ayer Confiep celebró sus primeros 40 años rindiendo homenaje a cuatro prohombres, a cuatro peruanos que dieron la talla ante los grandes retos que nuestro país les puso por delante.
José Miguel Morales Dasso, Arturo Woodman Pollit y Julio Favre Carranza, expresidentes de Confiep, fueron distinguidos con la ‘Medalla al Mérito Empresarial (póstuma)’ por sus extraordinaras realizaciones profesionales, gremiales y cívicas.
Cada uno de los tres, con sus destacados estilos personales, actuaron con amor por el Perú, con un tremendo compromiso cívico y con muestras de consecuencia y valor que son un gran ejemplo de lo que es ser EMPRESARIO con letras mayúsculas.
En la misma ceremonia, Confiep presentó la ‘Medalla a la Trayectoria en el Servicio Público’ a Julio Velarde Flores, el muy exitoso Presidente del Banco Central de Reserva del Perú desde el 2006.
Julio Velarde, como Presidente del Banco Central, es envidiado por muchos países de la región. Él es el ícono de la gran estabilidad de nuestra economía y líder del mejor espacio de meritocracia en el Estado.
Discurso del Presidente de Confiep, Alfonso Bustamante Canny, clausurando esta significativa ceremonia:
Hoy nos hemos reunido para celebrar un hito de gran trascendencia: los primeros 40 años de la Confiep y, además, hemos reconocido a quienes, desde el sector público y privado, han dejado una huella imborrable en la historia de nuestro país.
En estas cuatro décadas, hemos sido testigos del coraje y compromiso de empresarios que se levantaron en los momentos más difíciles. Empresarios que no solo defendieron la democracia y la economía de mercado, sino que también trabajaron incansablemente para construir un Perú mejor.
Son ellos quienes:
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- Alzaron la voz ante la propuesta de estatizar la banca, en 1987, demostrando que la libertad económica es el camino hacia la prosperidad.
- Enfrentaron con valentía el flagelo del terrorismo, cuando el miedo amenazaba con paralizar nuestra nación. La estela de sangre, sin embargo, dejó varios secuestros y asesinatos entre nuestros miembros.
- Impulsaron un modelo económico que acabó con la hiperinflación, redujo la pobreza en más de 30 puntos y nos reintegró en la comunidad internacional, abriendo puertas al desarrollo con más de 20 tratados de libre comercio.
- Se fajaron frente a los desastres naturales, como los fenómenos del Niño (en 1997, 2015 y 2017), el terremoto de Pisco (en 2007), la pandemia y los incendios forestales, mostrando que la solidaridad es un valor esencial del empresariado peruano.
- Defendieron la democracia y el Estado de derecho en los momentos más decisivos de nuestra historia reciente.
Ellos representan la verdadera esencia de la Confiep: principios sólidos, valores inquebrantables y una fe indomable en el futuro del Perú. A todos ellos, nuestro más profundo respeto y eterno agradecimiento.
Sin embargo, hoy más que nunca, necesitamos que todos los empresarios, desde los pequeños hasta los grandes, se unan para construir el país que soñamos.
Porque el Perú de hoy tiene desafíos enormes: la minería ilegal, la inseguridad ciudadana, la falta de servicios públicos esenciales y el debilitamiento institucional amenazan los pilares sobre los cuales hemos construido nuestro progreso.
Desde la Confiep, hemos presentado a las regiones propuestas claras y concretas, diseñadas con una visión de futuro para enfrentar estos retos.
Sabemos que sin seguridad no hay paz, y sin paz no hay inversión ni empleo. Este es nuestro compromiso: seguir siendo una voz firme en favor de las soluciones que el país necesita.
En esta celebración, también queremos reconocer a un gran aliado: Julio Velarde, cuya labor ejemplar desde 2006 como presidente del Banco Central de Reserva ha sido un pilar fundamental de nuestra estabilidad económica. Su liderazgo, reconocido mundialmente, nos llena de orgullo como peruanos.
Pero recordemos algo esencial: la empresa privada no puede desarrollarse de espaldas al Estado. Es en la colaboración entre empresarios responsables y funcionarios públicos comprometidos donde nacen las verdaderas transformaciones.
Hoy rendimos homenaje José Miguel Morales, Arturo Woodman y Julio Favre y, al mismo tiempo, a todos los peruanos que trabajan incansablemente para que sus familias tengan un futuro mejor.
Y así como reconocemos a Julio Velarde, agradecemos a cada funcionario público que, con integridad y visión, ha contribuido al progreso del Perú.
El futuro de nuestro país es prometedor, pero lleno de retos. No bajemos la guardia. Sigamos adelante, con el mismo espíritu de trabajo, valentía y esperanza que nos ha traído hasta aquí. Nuestra obsesión por el crecimiento y el desarrollo debe estar en nuestro ADN.
Y ahora, al llegar al final de esta celebración, recordemos que lo que hoy conmemoramos no es solo un recuento de logros pasados, sino un compromiso con el futuro. Los últimos 40 años han demostrado que, incluso en los momentos más oscuros, el esfuerzo colectivo y los valores inquebrantables pueden transformar al Perú.
¡Por otros 40 años más de esfuerzo y compromiso con el Perú!
También quiero recordar que hace dos días, otro expresidente de Confiep, Ricardo Briceño Villena, presentó su libro de denuncia sobre las clamorosas injusticias que ha sufrido de manos del muy deteriorado sistema de justicia nacional.
Briceño sufre ya siete años de acoso y persecución judicial sin ninguna prueba que amerite siquiera la apertura de una causa de investigación. Su caso es un ejemplo palpable de la gran crisis institucional del país, afincada en el único espacio que no debería caer en semejante falencia, la justicia. Hoy el vía crucis de miles de ciudadanos y empresas.
Pero para terminar en una nota positiva, también quiero recordar que hace 15 años Confiep, bajo la presidencia de Briceño, celebró sus primeros 25 años de brega por un mejor país para todos, entre otras actividades, con un concierto que puso en escena a 200 artistas peruanos.
El Perú es muy grande y tiene grandes hombres, y mujeres por supuesto, pero siempre tenemos que invocar que no le tengamos miedo a sacar la cara por los grandes intereses nacionales, como han hecho y hacen, estos cuatro prohombres.
¡Viva el Perú!!!
Lampadia