Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia
Acabamos de ser testigos del primer viaje oficial del Sr. Castillo (PC) a México, para participar en la CELAC y a USA, para tomar parte en una reunión de la OEA y otra de la ONU. Esto, en condiciones normales, es una oportunidad brillante para que un nuevo gobernante tome contacto con los mandatarios, inversionistas y empresarios del mundo, con la finalidad de establecer vínculos que nos ayuden a acelerar nuestro desarrollo y atraer inversiones. Poder convocar a empresarios con los que podamos aprovechar oportunidades de beneficio mutuo, que traigan al Perú, los capitales requeridos para sus proyectos y los conocimientos científicos y tecnológicos que hacen falta para nuestro más pronto desarrollo; mientras el Perú, los beneficiaría ofreciendo una posible relocalización de sus plantas, con ventajas competitivas para ambas partes. Por eso, creo que este viaje merece algunos comentarios de forma y de fondo.
En primer lugar, PC debe ser consciente que ha viajado en calidad de Presidente de la República del Perú y no en calidad de rondero de Chota, por lo que el disfraz de rondero, lo debió dejar guardado para los próximos carnavales. Debe aprender, que existen protocolos y normas de urbanidad que se deben respetar, especialmente en el ámbito diplomático internacional. Lo mismo ocurre en el ámbito empresarial.
PC debería pensar, que todos los peruanos tenemos sentido de orgullo de nuestra peruanidad y no es correcto que se presente a dar mensajes lastimeros, con ánimo de dar pena. Pobres y pobreza hay en todas las latitudes del mundo, incluyendo los países más desarrollados, pero; ni el ámbito de CELAC, ni el de la OEA, con la salvedad del discurso en la ONU, son los espacios para concentrar su mensaje en la miseria de algunos, sin aportar soluciones. En lugar de eso, debió plantear los planes y proyectos que su gobierno se compromete a desarrollar para mejorar nuestro país y a los que pudo perfectamente convocar voluntades, para realizarlos mejor y más rápido, bajo acuerdos comerciales y en un ambiente de relaciones maduras. Recordemos que el Perú, dejó hace varios años de ser un país de bajos ingresos, sujeto a la cooperación humanitaria internacional.
Entiendo que su trayectoria de profesor de escuela primaria, no lo haya preparado para esta tarea, pero el equipo de la cancillería debió asesorarlo mejor, informarle sobre el tipo de reuniones a las que asistiría, la temática que en ellos se abordaría, los posibles interlocutores, las posibles ventajas que una relación de complementariedad con sus interlocutores, podría significar. El nivel económico relativo del Perú dentro de la comunidad internacional y su posible contraparte y, en base a ello, proponerle el enfoque de sus posibles mensajes, ayudándolo a estructurarlos de la forma más conveniente, para que, por ejemplo, no conteste a la periodista que le preguntó sobre las garantías ofrecidas por el presidente a los inversionistas, respondiendo PC sobre seguridad ciudadana en las calles… ¡Plop!
No es posible que se reúna con un grupo de empresarios e inversionistas y pretenda convocarlos a invertir en el Perú, diciendo que “hará sus mejores esfuerzos” por garantizar las inversiones, mientras en paralelo, todo su equipo en PL, está enfrascado en una campaña para convocar a una Asamblea Constituyente, elegida o designada de manera no democrática, con miras a escribir una nueva constitución y con criterios refundacionales del país. Está claro, que eso resulta el mensaje más opuesto a una convocatoria de inversiones. La comunidad internacional, no sólo no es boba, sino que está muy alerta a los mensajes hablados del presidente, a su lenguaje corporal y a las señales que el entorno directo del gobernante y su partido están dando, particularmente cuando estos, están condicionando el pago de “bonos” a los más pobres a la firma de planillones para un referéndum.
PC tiene que aprender que, en el mundo, pero en particular en la comunidad anglosajona, se deplora y castiga la mentira y el engaño. En consecuencia, no es admisible que se presente ante esa comunidad internacional con un doble discurso. Si quisiera ser claro y transparente, tendría que ejercer liderazgo y decir que no habrá ninguna convocatoria a una Asamblea Constituyente y actuar en consecuencia, que no admitirá restricción alguna a la libertad de prensa, ni el hostigamiento a los periodistas. Lamentablemente, este malestar endémico para con la prensa, está en el ADN de los comunistas (marxistas-leninistas-mariateguistas y maoístas agrupados en el gobierno). Tampoco es gracioso, puesto que no está en una reunión de amigos del barrio, decir que tiene corruptos hasta para exportar, una grave ofensa a los peruanos. Dicho sea de paso, ya le salieron al encuentro diciéndole que, si ese es su plan, podría empezar con Cerrón, Bellido y Bermejo, entre otros.
Otro episodio lamentable fue que, en pleno viaje de PC, el Primer Ministro (PM) se atreva a invitar al canciller a alejarse del gabinete, acompañado de su vicecanciller, ante una supuesta discrepancia con la posición del gobierno peruano por la representatividad política del gobierno de Venezuela. Estos individuos no muestran ninguna coordinación ni coherencia en ninguno de los frentes que deben atender. Al menos, no en lo político, tampoco en lo económico, menos en las relaciones internacionales, y esto, ante los ojos de todos los países del mundo, desconociendo que es el Presidente de la República y no el PM, quien conduce las relaciones internacionales del país.
Para dar tan pobre espectáculo y no relacionarse como debió hacerlo, bien pudo ahorrarnos el viaje, dar su discurso por videoconferencia y evitarnos a todos los peruanos, la vergüenza de ver y dejar creer que PC, es una muestra representativa de la clase dirigente del Perú.
Ubíquese señor Castillo. Lampadia