Jaime Spak
Para Lampadia
Hace unos días tuve un sueño muy raro.
Este se relacionaba con el presidente Castillo.
Soñé que recibía una inusual llamada, desde el Palacio de Gobierno, y me invitaban a una reunión.
Fui con la curiosidad de no entender que deseaban de mí y me recibió el mismo presidente con dos asesores que no pude identificar.
Me dijo, haciendo gala de una cultura política que le desconocía, que así como Manuel Prado había llamado a Pedro Beltrán para ser su ministro de economía, deseaba que yo le propusiera algunas acciones para proponerlas en su próximo consejo de ministros.
De regreso a casa estuve tentado en excusarme y agradecerle el llamado, pero no sé cómo me vi frente a mi computadora redactando una serie de ideas.
Empecé haciendo un análisis de algunos ministerios y de las ideas que me venían a la cabeza.
Luego me volvieron a llamar indicándome que solo tenia 24 horas para enviarlas. Rápidamente empecé.
Ministerio de Transporte y Comunicaciones: construir carreteras y caminos rurales para que puedan ser utilizados por los pueblos olvidados.
Lograr que la totalidad de la población tenga acceso a la internet para que puedan estar interconectados con todo el Perú.
Ministerio de Agricultura: Dar apoyo tecnológico para que los miles de pequeños agricultores puedan construir pozos de agua y ayudarlos en riego tecnificado. Conseguir la ayuda de las personas mas eficientes de Sierra Productiva, para poder aplicar el sistema yachachik que consiste en que los agricultores más experimentados puedan ayudar a sus colegas en mejoras de sembrío.
Enseñar a las mujeres campesinas a usar los deshechos de la siembra para su beneficio.
Ministerio de Vivienda: construir en las zonas mas deprimidas casas prefabricadas para que puedan ser adquiridas por personas que trabajen y darles un crédito blando de muy largo plazo. Así se podría combatir las invasiones y a los que venden terrenos del estado a incautos.
Ministerio de Trabajo: dar la mayor flexibilidad tributaria a aquellas empresas que cuenten con mayor cantidad de empleados jóvenes y olvidarse de la estabilidad laboral, pero con incentivos tributarios para estas empresas.
Ministerio del Interior: incentivar a los jóvenes a que se sumen a la policía nacional, con una carrera técnica de no menos de tres años, para que puedan también ser administradores de las comisarias y darles continua capacitación para que entiendan de la importancia de la decencia dentro de esta institución tutelar.
Ministerio de Educación: impulsar la reconstrucción de los colegios que están en mal estado y dotarlos de la mejor infraestructura para que los alumnos se sientan orgullosos de sus centros de estudio. Hacer una campaña muy intensa de capacitación de maestros para lograr que los mejores maestros capacitados obtengan beneficios no solo económicos sino créditos baratos para vivienda y otros.
Ministerio de Energía y Minas: aprobar los proyectos Tía María y Conga, que darán un impulso muy grande tanto a Arequipa como a Cajamarca y lograra un gran incremento en el nivel de vida de estas regiones.
De paso podrán los anti mineros darse cuenta que eso le conviene al país y no a un pequeño grupo de agitadores, y le dije en broma “para eso necesitas quitarte el sombrero y ponerte los pantalones “.
Creo que no le gusto mi comentario.
Ministerio de Cultura: nombrar a un querido amigo cuyo nombre no voy a divulgar, como ministro, sabiendo que su trayectoria y capacidad iba a dar un gran impulso a la cultura en el Perú.
Ministerio de Salud: hacer una campaña de construcción de postas medicas en mas de 1,200 lugares previamente identificados para lograr una atención primaria de calidad.
Lo curioso es que, dentro del sueño, sabía que estaba soñando y que todo era una fantasía, pero seguí adelante.
Cuando regrese a palacio y le lleve el documento, le pedí tal como hizo el hermanón, que me firmara el cargo y en eso vi algo peculiar, estaba sin sombrero, de pronto desperté.
Volviendo a analizar las pocas cosas que propuse, me pregunto si eso que propongo no seria bueno que en verdad lo haga Castillo, para poder enmendar el rumbo y tener un gobierno exitoso.
Ojalá lo haga y no siga gobernando el país como lo viene haciendo y que, en lugar de sueños de opio, podamos tener un amanecer de esperanza y optimismo.
Los peruanos nos merecemos esto. Lampadia