Jaime Spak
Para Lampadia
Pensábamos que luego del nefasto gobierno de los 17 meses de Castillo, las cosas iban a cambiar en el ejecutivo.
Han pasado 23 meses del gobierno de Boluarte y vemos que nuestros deseos no se han cumplido.
Este gobierno está a la deriva, pues la líder de este proyecto no tiene la mínima idea de cómo administrar el país y llevarlo por la senda del progreso.
Muchas veces se dice que un buen presidente, es el que hace que todo su equipo trabaje de manera eficiente y que la primera autoridad se encargue de supervisar esa tarea.
En este caso, nos vemos sumidos en la desesperanza, pues hay algunos ministros que han perdido la vergüenza y que salen a declarar o dar explicaciones absurdas.
No existe el afán de enmienda y de dar explicaciones cuando se equivocan.
La patinada del ministro del interior el miércoles pasado, cuando salió en todos los medios a pregonar, que habían detenido al número dos de Sendero Luminoso, sin siquiera corroborar con su propia gente esa noticia, es inconcebible.
En una entrevista en la radio, un experto en terrorismo indico que la persona detenida no tenía ningún vínculo con la banda terrorista y tuvo que ser puesto en libertad.
El presidente del consejo de ministros hizo eco de la noticia y en su afán de figuración salió a declarar lo mismo.
No han tenido la hidalguía de salir a la prensa a indicar que se equivocaron y pedir disculpas públicas.
En cualquier régimen democrático, este ministro por vergüenza ya debería de haber renunciado a su cargo.
Al menos el premier, debió de salir a disculparse a nombre del gabinete.
Incluso el señor Adrianzen, cuando se le pregunto sobre el paro de transportistas, queriendo tapar el sol con un dedo, indico que se debía a que había muchos infiltrados en el paro.
Sin hacer hincapié en la cantidad de extorsiones que reciben estos gremios y que ha dado como resultado el asesinato de humildes conductores de estos vehículos.
Que falta de honestidad y desvergüenza generan estas declaraciones.
Dentro de estas terribles noticias de inseguridad, se dio el execrable asesinato de un docente dentro de un colegio en Ate, delante de sus alumnos.
A las pocas horas se presenta el ministro de educación y en lugar de ser humilde y dar el pésame a los familiares y docentes del colegio, aprovecha las cámaras para empezar a dar hurras por el docente asesinado.
Obviamente nadie hizo coro a sus hurras y quedo totalmente desairado.
Es decir, más desubicado no puede estar este ministro que si tuviera un poco de vergüenza, tendría que salir a pedir disculpas por el ridículo que hizo.
Pero quien se lleva el primer premio de la falta de solvencia es la presidente Boluarte.
Hace más de cien días que no da entrevistas a la prensa.
Y obviamente no lo hace porque no tendría capacidad de responder, sobre sus joyas, sus mentiras sobre los relojes Rolex, sobre el tiempo que se desaparece para someterse a retoques estéticos, el uso del automóvil presidencial para contribuir en la huida de su jefe Cerrón.
Hasta el ministro de economía, esta cuestionado porque se ha dejado la austeridad del gasto público y es el primer año en que el déficit fiscal va a crecer hasta una cifra cercana al 4% del PBI.
Esto generara un problema económico a corto plazo.
Y el gobierno ha dado un nuevo salvataje a Petroperú, una empresa que está en quiebra y que, hasta el momento, pasado más de dos meses de la renuncia del directorio más técnico que ha tenido en los últimos años, no han podido encontrar a la gente idónea para poder tomar en sus manos esta papa caliente.
El ministro Mucho tiene mucho que explicar también.
Esos dos ministros que teóricamente son los más solventes del gabinete, se están contagiando de la desvergüenza.
El ejecutivo desea comprar aviones y armamentos por 3,500 millones de dólares.
Como lo ha indicado un experto en seguridad, el gobierno argentino ha adquirido aviones F16 de segunda mano, pero en perfecto estado de mantenimiento por una cifra muchísimo menor que este gobierno.
Entonces nos preguntamos, ¿quién saca provecho de estos sobrecostos?
No hay duda que estamos en una situación de desgobierno tremenda y que el divorcio entre el ejecutivo y el legislativo es cada vez más notorio.
Es como una competencia, para ver quien tiene menos vergüenza en cometer actos reñidos con la moral.
Tenemos aun 19 meses de gobierno de Boluarte, a menos que en abril decidan vacarla, luego que ella llame a elecciones.
Esta señora ha perdido la gran oportunidad de haberse convertido en la primer mujer presidente y dejar en alto la capacidad de las mujeres peruanas para hacer un gobierno decente y que deje huella.
Necesitamos que la honestidad y la resiliencia sean los motores de la recuperación.
¿Se logrará? Lampadia