Jorge Chamot
Febrero 5, 2025
Para Lampadia
No me acuerdo si fue Samuel Huntington o Francis Fukuyama en unos de sus intercambios teóricos sobre el Modernismo en Economía, que decían que lo más importante no era el sistema en el que crecían o se desarrollaban los países, con lo cual no estoy necesariamente de acuerdo, pero decían que lo que sí era de suma importancia era el grado de Gobernabilidad en que se encontraban.
El tema de las inversiones, que es el que verdaderamente nos interesa, está más que probado, se limita a que éstas van donde haya respeto a la ley, consistencia y permanencia de las reglas de juego, y confianza que den los países, independiente de los sistemas de gobierno, para que esas inversiones estén seguras para cumplir sus objetivos que se traducen, en nuestro implantado sistema económico, en producir utilidades para los accionistas.
No vamos a entrar en detalles de lo que es el post-modernismo económico de los países más desarrollados, pues podríamos decir que el Perú está todavía en la etapa del Modernismo, pero sí queremos hacer hincapié en la diferencia fundamental de lo que es el crecimiento y el desarrollo que fue inicialmente discutido después de la Primera Guerra Mundial y que sirvió como base del nuevo sistema, llamado Orden Internacional, establecido en Breton Woods después de la Segunda. Acordémonos de las bases del modernismo que, para comenzar, consideraba la necesidad de estabilidad en sus tres elementos, los campos económico, social y político.
El Perú ya decidió sobre el sistema que más le conviene, y tiene el ya probado marco ideal para su crecimiento y desarrollo que es la Constitución de 1993.
Tampoco vamos a entrar en discutir la diferencia entre crecimiento y desarrollo, nos limitaremos a mencionar cómo Joseph Schumpeter en su clásico tratado (Nota 1) ligó el proceso del estático “flujo circular” a sus dinámicos “fundamentos del desarrollo”, y a la institucionalidad de objetivos y las estrategias para conseguirlos, lo que algunas veces llamamos Políticas de Estado. Se introduce también los diferentes matices del concepto del liderazgo como ingrediente indispensable, los que fueran posteriormente enfatizados por Samuel Huntington (Nota 2).
El ciudadano peruano sigue demostrando su resiliencia, desgraciadamente en la mayoría de los casos a través de la informalidad y, a pesar de todo, el país sigue creciendo, si bien no al ritmo deseado y perfectamente factible. Además, lo que sigue siendo mencionado internacionalmente sobre nuestra economía, es que tiene bases sólidas y que está respaldada por la inmensidad y variedad de nuestros recursos. Entonces, si el problema no es fundamentalmente ni económico ni social, el problema es el político, que se manifiesta a diario a través de la falta de Gobernabilidad.
Nuestro problema es la falta de Estado donde debería estar presente, y el deterioro de la Gobernabilidad necesaria para la estabilidad que demanda nuestro modelo. Que quede claro, que “Falta de Estado” no significa “Más Estado” sino uno Mejor, Eficaz, Eficiente y Oportuno. Esa Gobernabilidad va empeorando desde hace tiempo, y no porque el Gobierno no tenga las herramientas para mejorar ni corregir las deficiencias, sino simplemente por falta de acción, incapacidad gerencial y la falta de interés en hacer cumplir la ley, en el fondo, esa falta de liderazgo de la que tanto hablan los economistas ya mencionados.
El nuevo Ministro de Energía y Minas está dando algunas señales positivas pero hay una serie de problemas que muestran que nuestro sector minero-energético es un claro ejemplo de esa falta de gobernabilidad, comenzando con los repetitivos cambios de Ministros, que es constantemente recordada al mercado a través de los medios de prensa internacionales y que impactan directamente en el sentir de los inversionistas extranjeros que indiscutiblemente piensan en el país, y que nos impide traer nuevas inversiones sobre todo en el campo minero.
Valga la oportunidad que, sin embargo, tenemos que reconocer que son muy buenas noticias las dadas recientemente por la Minera Buenaventura con su decisión de desarrollar El Algarrobo en Tambo Grande (tema tratado en nuestro artículo # 36 “A finales del 2024”). Tambo Grande es uno de los tantos proyectos que duermen el sueño de los justos. Pero hay mucho más por hacer y no debemos bajar la guardia.
A través de nuestra serie de artículos, al tratar casos específicos, hemos propuesto ciertas acciones que siguen siendo de aplicación y vigencia, pero que en este caso sería repetitivo mencionarlas.
Sin embargo, hay algunas que podrían tener cierto aire de urgencia y que no tienen por qué esperar al nuevo gobierno en el 2026. Si consideramos que un nuevo gobierno podría tener que tomarse su tiempo para consolidarse y tomar acción, a lo mejor estaríamos entonces que esperar hasta finales del 2026 y eso no solo sería inaceptable sino absurdo, cuando se necesita y se puede actuar todavía este año.
El país tiene personal calificado y se tienen todas las normas necesarias para actuar. Tampoco se trata de hacer una lista interminable de cosas por hacer, que las hay, pero sabemos que a finales de año cuando la campaña electoral ya esté en pleno furor, es más difícil. Por eso creemos que con 3 o 4 objetivos ejecutables a corto plazo el nuevo Ministro podría darle un empuje al sector sin mayor esfuerzo.
Mi propuesta es concentrarse en:
- Hacer cumplir la ley y ampliar la lucha contra la minería ilegal. El proceso de formalización ha fracasado y no hay voluntad política para reavivarlo concienzudamente.
- Parar el despilfarro de cientos de millones de soles en el Sistema de Distribución del Gas Natural en el Sur, esto ya huele a subsidio. Se debe privatizar.
- Imponer el Silencio Administrativo Positivo, ya que a lo mejor no hay tiempo para una reducción general de la burocracia y de la cantidad de trámites asfixiantes.
- Asegurarse de sacar adelante un par más de los nuevos proyectos mineros pendientes. Hay otros Tía María(s) y Algarrobo(s) pendientes. Un poco de liderazgo por favor.
Notas
1.- Schumpeter, Joseph, “The theory of economic development”, Harvard Economic Studies Series (1934)
2.- Huntington, Samuel, “Political Order in Changing Societies”, Yale University Press (1968)
Lampadia