Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas
Para Lampadia
Solo en el Perú pasan cosas increíbles como la que nos acaba de suceder. Había una larga lista de 18 candidatos para escoger en la primera vuelta y tuvimos que elegir a la peor combinación para la segunda.
Por votar mal, por no asistir a votar o por votar en blanco, hemos generado uno de los más complicados y riesgosos balotajes de nuestra historia. Ahora estamos en la obligación de elegir al futuro presidente, entre dos opciones muy cuestionadas. No hay otra opción porque votar en blanco no lo es. Esto sería mas bien algo negativo por ser una acción medrosa y porque juega en contra de la democracia. Tenemos que votar patrioticamente, así nos cueste hacerlo.
Además, hay que tener en cuenta que no sólo estamos votando para elegir al presidente, sino también por algo que es mucho mas importante: estamos escogiendo también el modelo de gobierno.
Los candidatos finalistas dejan muchísimo que desear, por decir lo menos. Por un lado, tenemos a un líder sindical de izquierda radical, maestro de escuela primaria que no ejerce hace varios años porque goza de licencia sindical. Comunista de larga data, relacionado al Movadef (brazo político de sendero luminoso), tema que trata de ocultar o minimizar.
Su estrategia es captar votos de los sectores mas vulnerables, utilizando la victimización, la lucha de clases, el odio, el racismo y todo lo que genere división entre los peruanos.
Además, este candidato es digitado por el dueño del partido, un comunista radical de larga data, ferviente admirador de Cuba y Venezuela, que no puede participar en esta elección por estar cumpliendo una sentencia por corrupción mientras fue funcionario público (Gobernador de Junín). ¡El verdadero poder detrás del trono!
Por el otro lado tenemos a una joven, pero experimentada política, que carga una mochila muy pesada de anti-votos relacionados tanto al gobierno de su padre, como a su propia actuación política. En esta última se incluye la infame actuación liderando a su grupo parlamentario para obstruir al gobierno anterior, lo cual desató la seria crisis política que vivimos actualmente.
Lo cierto es que, ambos candidatos tienen mas temas en contra que a favor, lo cual hace muy complicada y antipática la decisión de votar por alguno de ellos. Esto ha originado que haya muchos electores que no quieren saber nada con ellos y prefieren votar en blanco o nulo, tema que pone en gran riesgo a la democracia.
Este grupo, junto con los que aún están indecisos, suman casi el 25% del electorado. Por lo tanto, serán ellos los que decidirán el resultado final de la elección y por ende el futuro del país. Tremenda responsabilidad que tienen sobre sus hombros.
Dado esto, vale la pena recordarles nuevamente que la elección del presidente no es lo mas importante que decidiremos el 6 de junio. Lo verdaderamente importante es que ese día también decidiremos cuál será el modelo con el que se gobernará al país en el futuro. Eso es lo que trascenderá y por consiguiente tenemos que concentrarnos en este tema.
Tendremos que escoger el modelo de gobierno entre dos alternativas completamente opuestas. La radicalización o el statu quo, con reformas.
La primera es la IMPLANTACIÓN DEL MODELO COMUNISTA TOTALITARIO. Esta alternativa propone un cambio de constitución para perpetuarse en el poder, estatizar / expropiar la propiedad privada y los servicios básicos, incrementar fuertemente los impuestos a las empresas, poner restricciones a las importaciones, promover un mercado industrial cerrado y proteccionista, cancelar los tratados de libre comercio y eliminar las entidades autónomas para centralizar el control total a manos del estado.
Es decir, un ataque directo a las libertades, a las inversiones y por ende al empleo. Todo esto escudado en el falso principio ¨haremos lo que decida el pueblo¨.
Este modelo, que está desplegado en el ideario del partido, sigue al pie de la letra los lineamientos del sistema comunista que ha fracasado en todos los países en que se ha implantado, incluyendo el Perú en la dictadura comunista de Velasco en los años 70. Además, en todos esos casos se ha generado pobreza extrema, quiebra económica y éxodo de la población.
No hay un solo ejemplo de éxito que pueda exhibir el comunismo en sus mas de 100 años de existencia. Lo que mas bien hay son varios ejemplos de fracasos como Cuba, Venezuela y el Perú en la década de los años 70.
La segunda alternativa es el STATU QUO DEL MODELO ACTUAL, PERO CON REFORMAS. Ésta propone la continuación del modelo democrático basado en la economía de libre mercado y el respeto a las libertades y a la propiedad privada, pero con reformas sobretodo en los organismos públicos.
Con este modelo se consiguió un crecimiento económico por veinte años consecutivos, duplicación de la clase media, reducción de la pobreza del 60% al 20% y paz social. Sin embargo, requiere de urgentes reformas y ajustes debido al desgaste que ha sufrido en la última década.
En ese periodo hubo bonanza económica, pero esta no se tradujo en servicios públicos de calidad para la población. Esto se debió principalmente a la corrupción generalizada y a la pésima gestión pública de los gobiernos de fuerte tinte izquierdista, especialmente los regionales. En este tema también se debe reconocer responsabilidad de parte del frente empresarial, así como de la ciudadanía en general, por su indiferencia y pasividad.
Estas son las dos opciones de modelo de gobierno que tenemos y por tanto es nuestro deber analizarlas bien y tomar la mejor decisión para nuestro país. No debemos distraernos con los personajes que disputaran la presidencia porque ya no tiene caso hacerlo. Pasemos la página y concentrémonos en lo que es verdaderamente importante: ELEGIR EL MEJOR MODELO DE GOBIERNO PARA NUESTRO PAÍS.
Por lo tanto, a los que hoy están indecisos o que piensan votar en blanco, les pido que recapaciten y tomen una decisión usando la razón y no la emoción, en otras palabras, usando la cabeza y no el hígado. Para los que sienten que su dignidad o sus principios les ponen freno, tengan en cuenta que el odio no es algo digno, mientras que la capacidad de perdonar si lo es.
Concéntrense en lo trascendente y escojan el modelo de gobierno que nos asegure democracia, amplias libertades, respeto a la propiedad privada, entidades controladoras autónomas y que promueva las inversiones y el empleo.
Finalmente, tenemos que aclarar que nuestros votos de ninguna manera serán un cheque en blanco para el elegido. Esta experiencia nos tiene que servir de enseñanza a todos, ya que no podemos seguir indiferentes y pasivos y dejar la marcha del país solo en las manos de la fracasada e incapaz clase política.
Como ciudadanos peruanos tenemos el derecho, pero también el deber de participar activamente, cada uno desde su respectiva trinchera. Debemos levantar nuestra voz, usar bien nuestro voto, ejercer nuestro derecho a protestar, así como también a utilizar todos los mecanismos legales para denunciar y exigir el cumplimiento de las promesas y las reformas ofrecidas.
El 6 de junio, el voto para elegir al presidente no será lo mas importante, lo trascendente será escoger el mejor modelo de gobierno para el país.
¡NO VOTEMOS EN BLANCO, VOTEMOS POR LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA Y EN CONTRA DEL COMUNISMO! Lampadia