Alejandra Benavides
Para Lampadia
El gobierno actual está dejando claro que el comunismo no es una ideología ni un fin en sí mismo, sino una herramienta para justificar el poder absoluto y control total de una nación. Esa herramienta que sonó como canto de sirena para muchos, hoy está destruyendo nuestra frágil democracia y poniendo nuestra economía en cuidados intensivos.
Castillo y su banda no se detendrán hasta lograr su objetivo, y no tienen miedo de decirlo y justificar su razonamiento basado en falacias. En entrevista con la revista ideele, el premier Bellido sostuvo lo siguiente:
“La Constitución actual está bajo un estilo neoliberal: le entrega todo al privado. Pero la pandemia nos ha demostrado que este modelo ha sido un fracaso. Si ves que algo anda mal es una obligación mejorar. ¿Para qué defiendes lo que está mal? Hay mucha gente que se está muriendo ahorita por temas de oxígeno, esto no es culpa nuestra sino de la política neoliberal. ¿Cuánto ha avanzado el país en políticas de avance real en su economía? ¿Qué fabricamos? ¿Para qué estudia un universitario? ¿Dónde tiene un universitario las posibilidades de desarrollarse en el país? Mucha gente que estudia para una cosa termina en otra. El Perú invierte grandes cantidades de dinero para preparar a sus profesionales y estos tienen que irse del país porque ese privado, al que se le ha entregado la producción, no tiene interés en industrializar; su interés es acumular y prefieren entrar en servicios. De esa manera no se genera industria, que es lo que se necesita para el desarrollo del país…”
Todo lo que afirma Bellido es mentira. Para comenzar, esta constitución no le entrega todo al privado. Esta constitución protege al privado, que somos todos los peruanos y todas las empresas privadas que operan en nuestro país. Más bien el Estado existe y se sostiene de los impuestos que pagan los privados. Bellido se va a encontrar con el problema de que no le va a alcanzar la plata para cumplir las promesas de “prosor” (como la promesa del 10% del PBI sólo en educación cuando la recaudación total es 14.5% del PBI), y ahí será cuando pisen el acelerador a sus medidas más radicales.
Por otro lado, Bellido dice que mucha gente se está muriendo por falta de oxígeno. Sin embargo, sólo 9% del sistema de salud está en manos de privados. El otro 91% corresponde al sistema público (incluido sanidades de las fuerzas armadas). A pesar de ser de los países más golpeados del mundo por la pandemia, se destinó sólo 0.86% del PBI a manejo COVID-19, US$51 de gasto por habitante (por debajo de Chile, Brasil y Colombia). Iniciativas del sector privado, como Respira Perú, lograron recaudar fondos para donar más de 25 plantas de producción de oxígeno.
Finalmente, Bellido pone énfasis en la falta de industrialización del país como causante de la pobreza y el desempleo/subempleo de jóvenes. Bellido afirma que la industrialización es donde está el valor, pero más bien las economías están virando a los servicios (tecnológicos, financieros, etc), atrayendo empresas de tecnología a sus países y creando ecosistemas de emprendimiento como Uruguay, donde 70% de su PBI viene de servicios y genera 73% del empleo. Lo óptimo sería crear las condiciones de mayor apertura económica, estabilidad tributaria y jurídica, y mediante inversión en educación y tecnología, los peruanos puedan ser más productivos y competitivos.
En las siguientes semanas probablemente continuaremos escuchando más mentiras y de esa forma ir armando su narrativa antes de que se produzca la gran repartija. Si no ponemos el pare de una vez, se van a levantar el país en peso, y nosotros con él. Lampadia
Referencias