La izquierda se ha propuesto pescar a río revuelto en la actual coyuntura intentando convertir el menor crecimiento de nuestra economía en una “crisis económica” que desemboque en un cambio del modelo. Los errores de comunicación del gobierno, sobre todo, en el asunto de las llamadas “vacas flacas” ayudan a los intereses de los zurdos. En todo caso, allí está la última encuesta de Datum, en la que el 61% de la población considera que estamos en “crisis económica”. Ni corto ni perezoso, Salomón Lerner Ghitis, de Ciudadanos por el Cambio y de FRENAIZ, pide la renuncia del Ministro de Economía Miguel Castilla argumentando que “impide que el Mandatario cumpla sus promesas” y que es un “topo del anterior del gobierno”.
El cinismo de Lerner es digno de ripley. ¿Acaso Castilla no fue su ministro de Economía cuando él era Primer Ministro? O, ¿acaso era un Primer Ministro pintado en la pared?
Todo indica, pues, que Lerner y sus amigos pretenden seguir disputando espacios estatistas dentro del actual gobierno y de allí que enfilen sus misiles contra Castilla. Se trata de propaganda a favor del estatismo. En ese afán, la izquierda insiste con la maniobra confusionista de convertir el menor crecimiento en una falsa crisis.
Quizá valga entonces aclarar que es una crisis y quién es la madre y el padre de la misma. En el artículo Quieren bajarle la llanta a la prosperidad mostramos con absoluta claridad qué significa una crisis. Por ejemplo, a fines de los ochenta teníamos reservas internacionales negativas, hoy gozamos de más de 65 mil millones de dólares. Cerca del 60% de la población era pobre, mientras que ahora solo lo es el 25%. El ingreso per cápita era de US$968 y ahora es más de US$ 6,600 y la mortalidad infantil ha bajado a la cuarta parte. Semejantes cifras establecen las diferencias entre una crisis y una economía en crecimiento y prosperidad. Pero, ¿quiénes eran los padres de la crisis a fines de los ochenta? El estatismo y la falta de libertad económica que nos propone Lerner, a pesar de las actuales desgracias de Venezuela y Argentina. Y, ¿quiénes son los padres del crecimiento? Pues el mercado y la libertad.
Si en la última década crecimos por encima del 6% del PBI y el 2013 creceremos por encima del 5%, no existe ningún criterio económico para confundir la desaceleración económica con una crisis. En todo caso, los peruanos ya saben quiénes son los padres de las crisis económicas y todos contemplamos apenados los problemas de nuestros vecinos del eje bolivariano.
Ojalá nuestra izquierda aprenda pronto a pescar en los ríos de la prosperidad.