Jaime Spak
Para Lampadia
Nunca hemos tenido esta sensación de vacío político como la sentimos la gran mayoría de peruanos.
Vemos con gran sorpresa y enojo, que parecemos actores secundarios de una serie de Netflix de carácter surrealista, en donde situaciones que habríamos soñado, las estamos experimentando en carne propia.
Quisiera compartir con ustedes una teoría, luego de estos primeros 40 días de gobierno, pienso que adicionalmente a la incompetencia del presidente Castillo de conducir los destinos del país, en el fondo nos desprecia.
Si uno va al diccionario a definir el concepto de desprecio, se refiere a un trato injusto y despectivo hacia otra persona. Desprecio es lo opuesto a empatía, es decir incapaz de ponerse en lugar de los demás y comprenderlos y se genera una actitud de arrogancia y [falsa] superioridad.
Voy a relatarles una serie de acciones de Castillo en estos meses, para que ustedes saquen sus propias conclusiones y por la que tengo la impresión que nos desprecia profundamente:
- Haberse lanzado de candidato a la presidencia sin estar preparado.
- Aliarse con un partido que, de acuerdo a las investigaciones de la Fiscalía, se estaría demostrando que es una organización criminal con numerosas denuncias y con sentencia firme del secretario general de esta.
- Insultar a los periodistas, durante la campaña electoral, indicando que son mermeleros y que iba a publicar los sueldos de ellos. Incluso habiendo presentado una denuncia formal al ministerio de Transporte y Comunicaciones del gobierno anterior, contra un canal privado.
- Haber aceptado la entrevista con Diego Acuña, sin estar preparado y demostrar un total desconocimiento de las cosas más elementales de economía.
- Engañar constantemente a la prensa indicando que iba a declarar y luego salir huyendo por otro sitio.
- En su discurso de asunción al mando en el congreso el 28 de Julio, insultar al pueblo español que estaba representado por el Rey Felipe de España.
- Haber ninguneado al presidente de Colombia Iván Duque.
- Indicar que el Palacio de Gobierno se va a convertir en un Museo de todas las Culturas.
- Haber ejercido su función los primeros días en una casa de Breña y no en el Palacio de Gobierno.
- Nombrar a la persona menos preparada y con una serie de cuestionamientos como presidente del Consejo de Ministros.
- Haber nombrado a sus ministros el día 30 de Julio, en una especie de repartija, de quien es el mas inadecuado para ello y tener al país en ascuas desde las 8 pm hasta las 11 de la noche en donde se solucionó el impasse. Fuimos testigos que Dina Boluarte llego a las 10:30 pm y media hora después juro como ministra. Es decir, seguramente tuvo que sustituir de emergencia a alguien que había declinado.
- Ser testigos del bochornoso espectáculo de dos ministros que no aceptaron las carteras la misma noche de la juramentación porque no estaban de acuerdo con Bellido, y ver a uno de ellos, Aníbal Torres, humillado por Castillo, abandonar raudamente el lugar de la juramentación, tomando un taxi a tres cuadras huyendo de la prensa y luego de alguna negociación aceptar al día siguiente el cargo de ministro de Justicia.
- Tener a la prensa impedida de ingresar al lugar de la juramentación.
- Haber nombrado ministros de una catadura moral que pareciera que la selección la hizo por sorteo y no buscando a las personas más idóneas para los cargos.
- Tener solo dos mujeres en un gabinete de 19 ministros.
- Mantener a un ministro que ha sido senderista.
- Dar un mensaje a la nación, con ideas trasnochadas y manifestar que para que se combata la pandemia se construirá una planta de fabricación de vacunas con la empresa rusa, que ni siquiera cumple con entregarnos el primer lote de los 20 millones de dosis contratadas.
- Pretender que no nos damos cuenta de que se encuentra totalmente copado por Cerrón y compañía y no puede desprenderse de él, pues no tiene ninguna capacidad de liderazgo ni de poder llevar a cabo un plan de gobierno.
- Seguir dando discursos populistas en plazas de provincias incitando a la confrontación, sin tener en cuenta que salió elegido por un margen de 44,000 votos de una población de votantes de 17,6 millones.
- Haber coordinado con Maraví para que en 48 horas se reconozca al sindicato Fenate que será la plataforma política de Castillo.
- Permitir que un miembro del Movadef ingrese a la Presidencia del Consejo de Ministros, camuflado, pensando que los periodistas son tontos y no lo van a descubrir.
- Hacer ingresar a miembros del Movadef a Palacio, haciéndose pasar por trabajadores del ministerio de Energía y Minas.
- Recibir con honores a Evo Morales y brindarle las seguridades del caso para que almuerce en los restaurantes mas caros de Lima y se reúna en secreto con el ministro de Energía y Minas. ¿Quién pago esos gastos?
- No haber dado una sola conferencia de prensa y no responder a ninguna pregunta que se le formule, con agresión física incluida a una periodista del canal del estado.
Puedo seguir con muchos mas ejemplos, pero esto ha sucedido en la gran mayoría de casos en los últimos 40 días.
Si Pedro Castillo no nos desprecia, entonces que lo demuestre.
Lo veo muy difícil, para ello unos deben de tener un mínimo de sentido común, inteligencia y capacidad de liderazgo y de estadista.
Nada de eso tiene nuestro presidente.
Le quedan dos caminos, o enmienda la ruta, desligándose del partido Perú Libre y empieza a coordinar con gente capaz de diferentes ideas políticas o renuncia.
Como demócrata desearía que enmiende sus actitudes y que empiece a mostrar empatía con la población.
Me pregunto: ¿podrá hacerlo?
Les dejo la respuesta a ustedes.
Lampadia