Luego de que el Perú ocupara el último lugar en matemáticas, ciencias y comprensión lectora en la prueba Pisa 2012, Lampadia conversó con Hugo Díaz, miembro del Consejo Nacional de Educación, experto en temas educativos y consultor internacional, sobre la evidente tragedia de la educación peruana. Díaz señaló que deberíamos convertir esta tragedia en una oportunidad para transformar la educación desde sus raíces, pero, precisó que el Estado no iba a poder hacerlo solo, sino que se requería una verdadera movilización nacional: desde las editoriales, las asociaciones privadas hasta los medios de comunicación. “De lo contrario en la próxima prueba Pisa estaremos igual o peor”
En cuanto al diagnóstico del porqué hemos llegado a esta situación, Díaz nos propone dos aproximaciones. Por un lado, el descuido del Estado y de los últimos gobiernos alrededor del tema educativo. Recordó, por ejemplo, que en 1990, después de la hiperinflación, que tomó cuerpo en los años 70 y se exacerbó en los 80, un maestro pasó a ganar 10 centavos en valores reales, por cada sol percibido por un docente en 1965. Menciona que esta situación evaporó los ingresos de los profesores y la carrera docente se volvió poco atractiva. “Los nuevos profesores venían de centros públicos, con una formación mediocre, y comenzó a configurarse la actual realidad magisterial”, dijo. Asimismo junto a este factor, el experto aseveró que la conducta del SUTEP, un sindicato de filiación marxista, con agenda política y vinculado a Patria Roja, también agravó la situación. “El Sutep tiene una parte de la responsabilidad porque nunca tuvo planteamientos pedagógicos ni propuestas de nuevos métodos de aprendizaje. Se limitó a desarrollar un papel reivindicativo, a exigir pliegos de reclamos”, precisó, y a servir de mascarón de proa de la pequeña política peruana, agregaríamos nosotros en Lampadia.
Con respecto a la administración del sector, el especialista la calificó de ineficiente, mencionado una lista de proyectos frustrados que solo demuestran improvisación y falta de visión en las sucesivas conducciones del Ministerio de Educación. Recordó la propuesta del bachillerato que terminó en un fracaso, la propuesta de municipalización que fue inviable y la compra de 840 mil computadoras sin una alternativa pedagógica de por medio. “Hoy la mayoría de computadoras no se utilizan”, dijo. En síntesis señaló que en la administración del sector puede haber habido gente preparada, pero que carecía de experiencia y una propuesta integral de reforma educativa.
El especialista comentó que los resultados de los países que consiguen los primeros lugares en las pruebas Pisa nos demuestran que la educación moderna apunta a desarrollar un estudiante crítico, que desarrolla capacidades emprendedoras, una cultura de la globalización y se adapta a los cambios tecnológicos y digitales. Sin embargo, prosiguió Díaz, si uno analiza el currículo escolar se encontrará con que la educación peruana sigue empantanada en los métodos memorísticos y repetitivos que niegan el desarrollo de una formación crítica.