Las debilidades de la regionalización fueron señaladas por muchos peruanos e instituciones, antes de su establecimiento durante el gobierno de Toledo, así como en el de García, que aceleró el proceso con los mismos o peores errores que Toledo.
Durante 12 años de esta nueva y muy importante reforma política del país, la sociedad en su conjunto dejó de prestar la necesaria atención a un tema que devino en un grave problema nacional.
Una mala regionalización puede malograr las mejores obras
(Ilustración tomada del Blog de Aquiles Julián de República Dominicana)
En su último mensaje a la nación, en el Congreso de la República, ya casi hace un año, el Presidente Ollanta Humala identificó el tema como uno que requería un serio debate. Lamentablemente, más allá de algunas reacciones aisladas(como nuestro propio llamado al debate en Lampadia), el país ha esperado que se revelenindignantes casos de corrupción en varios gobiernos regionales para reaccionar con mayor decisión.
En esta dirección hemos encontrado un reciente libro de la Contraloría de la República que sorprende por su enfoque pasivo, en el que se describela implantaciónde la regionalización (como si se tratara de un tema de Madagascar), contradiciendo todos los dispositivos y normas establecidas(el proceso indicado podría estar viciado de ilegalidad). La Contraloría no incide en las fallas de diseño del proceso, ni plantea las posibles soluciones.Para facilitar la revisión del libro indicado, hemos agrupado las conclusiones de todos los capítulos del libro.
En Lampadiarecogimos el pedido del Presidente, ver: Por una descentralización más efectiva pero no logramos articular el debate. Luego escribimos un artículo que pretendía separar la paja del trigo, explicando las diferencias entre descentralización (un proceso económico y social exitoso que ya se dió en las regiones) y regionalización (el proceso político de la estructura y operación del Estado) en:Descentralización y Regionalización – Cara y Sello del nuevo Perú.
Posteriormente, hace pocos días, convocamos a un connotado grupo de especialistas y líderes de opinión del país para conversar con el equipo de Lampadia. Nuestros invitados fueron Richard Webb, Ricardo Briceño, Raul Molina y Jaime de Althaus. Después de intercambiar opiniones y revisar los distintos aspectos del proceso de regionalización que se debieran corregirse, concluimos, entre otras cosas, en la necesidad de plantear “cual podría ser el mejor proceso y oportunidad” para que la sociedad peruana (esto va mucho más allá de nuestros representantes políticos) se avenga a debatir y plantear los ajustes necesarios a tan importante elemento de la vida nacional. Para estos temas, nunca hay que olvidar que siempre es más importante el futuro, que lo pasado. Más adelante publicaremos unas notas sobre el debate indicado.
En esta ocasión queremos contribuir aladiscusión de este tema, presentando el trabajo de un especialista peruano (cusqueño), Vidal Pino Zambrano, experto en economía y sociología rural que ha escrito un magnífico ensayo sobre la realidad territorial, económica, social y poblacional del centro y del sur del país, el cual debiera ser un insumo fundamental para el debate. El ensayo indicado se puede ver en: LA DINAMICA ESPACIAL EN EL SUR DEL PERU. Para presentar el ensayo, dado su carácter técnico, hemos pedido a Vidal Pino el siguiente artículo que explica, en un lenguaje menos especializado, su importante aporte. Lampadia
LA CRISIS DE LA REGIONALIZACIÓN SOBRE LA ETIQUETA DEPARTAMENTAL
Vidal Pino Zambrano
Ingeniero Zootecnista de la Universidad San Antonio Abad del Cusco, Máster en Economía y Sociología Rural del Instituto Nacional de Investigaciones (INRA) de París, Francia, Máster en Informática y Doctor en Ciencias Sociales de la Sorbona, París, Francia.
La regionalización en el país, se planteó como una herramienta que ayude a corregir los enormes desequilibrios que se da en el país, tan fuertemente centralizado como el Perú y al mismo tiempo como una herramienta que contribuya a la modernización del Estado y del sistema político administrativo.
Se regionaliza para modernizar el Estado y se redefine el rol de éste dentro de una estrategia de reestructuración económica, social y productiva frente a la concentración e inequidad del centralismo, para aprovechar y potenciar los distintos territorios, también en una perspectiva de lucha contra la pobreza desde la dinamización del conjunto de iniciativas de las económicas y productividades locales y regionales.
Por lo tanto, la regionalización es una necesidad para el desarrollo y la gobernabilidad, así como reforzar los espacios donde convergen polos de desarrollo económico y social, haciendo más eficiente el uso de los recursos públicos, poniendo estos al servicios de las dinámicas locales y regionales, que a su vez permitan la integración y la participación de los esfuerzos empresariales e innovadores existentes en las regiones.
Para que la regionalización funcione, hay un pre requisito fundamental y es la necesidad de precisar la base espacial y territorial, sobre las que se pretende crear el proceso de regionalización.
Consideramos que la comprensión sobre las dinámicas económicas, sociales y políticas, que se dan en el país, como consecuencia de una construcción histórica, es fundamental para plantear con seriedad la formación de regiones. Lamentablemente este esfuerzo no se ha dado en el país y, de manera precipitada se ha comenzado a recortar el país a manera de rompecabezas sobre la base de los departamentos.
Es un traspié grave, pretender descentralizar el país sobre la estructura de los departamentos. Por un lado, históricamente, estas son las viejas intendencias coloniales, que en la república se transformaron en departamentos y, por lo tanto, no pueden ser la base de una reforma territorial como es la regionalización, ya que sencillamente no corresponden a lógicas económicas y sociales sino más bien a límites administrativos desde la lógica colonial.
Esta mentalidad colonial, se actualiza, se refleja y se hace patente en el chauvinismo departamentalistas, que se expresa en las actuales administraciones regionales y municipales, que terminan enfrentando a las dinámicas históricas. Muchas de estas posturas tienen objetivos perversos, por un lado, ocultar incapacidades de gestión (poca eficiencia y eficacia) y casos alarmantes de corrupción como se aprecia en este momento. La mayoría de los gobiernos regiones y buena parte de los municipales están seriamente comprometidos en visiones localistas y/o regionalistas y también en malos manejos en la gestión de los recursos públicos.
Por lo tanto, la regionalización, debiera trascender el enfoque político administrativo departamental y su secuela provincialista y distritalista. Por ello, es de vital importancia dar una mirada a las estrategias y lógicas de construcción territorial que se han dado en el país.
El presente artículo, es una contribución en ese sentido. Deseamos ampliar la visión sobre la base territorial que debería sustentar la regionalización, entendido como un sistema de redes que se han ido construyendo en periodos muy largo, los actores económicos y sociales, generalmente en ausencia del Estado.
Nuestro análisis abarca el centro sur del Perú, desde 1876 (el primer censo) hasta nuestros días. Es un esfuerzo para comprender los cambios y/o permanencias a lo largo de casi un siglo y medio del tejido socio económico expresado en la realidad económica y social de la población. El trabajo pone énfasis en el peso demográfico y la ubicación espacial. Como primer factor de estudio se han colocado las ciudades que superan los 100 mil habitantes. A estos los hemos llamado polos principales, luego están los polos secundarios que son los pueblos que tienen entre 50 y 100 mil habitantes.
Los polos principales y secundarios los hemos llamado los espacios estructurantes, que en su conjunto forman 36 ciudades. Estos son la columna vertebral que desde 1876 y, seguramente mucho más antes han sido el armazón sobre la que ha girado históricamente la economía y la sociedad en el centro sur del Perú.