Cataluña, y su ciudad capital Barcelona, son lugares de gran expresión artística de modernismo y surrealismo, no limitada a museos y galerías, sino también visibles en la arquitectura y ambiente de la región española. Los turistas siempre han sido atraídos por el agradable clima y el patrimonio cultural, como las artes visuales de Miro y Dalí, Picasso, Gaudí y, especialmente, el maravilloso monumento de la Sagrada Familia. Pero ahora parece que la política moderna de Cataluña también se ha vuelo surrealista.
El primero de octubre, el gobierno catalán convocó una sesión no autorizada y votó a favor de declarar la independencia de España, lo que provocó una crisis constitucional que ha puesto al país de rodillas. La farsa del referéndum no tuvo garantías democráticas, las elecciones estaban incompletas, las urnas no eran transparentes, varias ONGs publicaron videos y fotos de personas votando más de cuatro veces en diferentes localidades. Todo fue un vergonzoso escándalo antidemocrático.
Posteriormente, Puigdemont dejó en suspenso la declaración de independencia, y llevó su sanción, el 27 de octubre, a una votación secreta en el Parlamento.
Fuente: psn.si
Horas después, el mismo 27 de octubre, el Senado español aprobó aplicar el artículo 155 de la Constitución autorizando al Gobierno español, representado por su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a restituir el orden Constitucional e intervenir Cataluña. Como explica en Lampadia Charo Camprubí, “eso le permitió al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aprobar el mismo día en Consejo de Ministros una batería de medidas. De todas ellas, la más esperada era la del cese del Presidente y el Gobierno de la Generalitat, y no falló. Pero lo que nadie esperaba, la gran sorpresa de un día plagado de sobresaltos, fue la de disolver también el Parlamento catalán y convocar elecciones autonómicas en Cataluña para el 21 de diciembre. Esa es una operación magistral, de gran habilidad política”. Evitando, como se esperaba, una prolonga intervención de seis meses.
Más que un tema de que Cataluña esté siendo oprimido por España, se trata de un plan ilegal y atroz de una minoría para imponer la partición de España. Los separatistas tuvieron un apoyo marginal en Cataluña durante décadas, crecieron hasta alcanzar el 47% en 2015 y luego se desplomaron a poco más del 40 %.
Ahora, más grave aún es que según una encuesta de Sigma Dos, sólo un tercio de catalanes (un 33.5%) son ahora partidarios de la secesión. Los encuestados en Cataluña expresan claramente su deseo de continuar en España si se les hace una pregunta binaria, como la que los independentistas desean plantear en un referéndum. Frente al tercio que querrían la ruptura, un 58.3% dice que es favorable a que Cataluña siga con el estatus actual, y un 8.1% no se pronuncia.
Parece muy claro que las clases medias moderadas de Cataluña fueron envenenadas por nacionalistas extremistas y enfrentaron una terrible crisis financiera y económica. Lamentablemente, los partidos políticos regionales han usado la identidad cultural de la región como un arma política contra el centro político de España.
Los separatistas ocultan maliciosamente hechos esenciales de sus partidarios: Cataluña estaría fuera de la Unión Europea y del euro; su deuda pública se convertiría en «bonos basura» en los mercados internacionales, por lo que es casi imposible financiar el nuevo estado resultante. El gobierno catalán sería completamente incapaz de financiar y pagar las pensiones de los catalanes retirados y la seguridad social de esa región, ya que ambos son pagados por el gobierno central de España. La Generalitat de Catalunya, además de otras deudas existentes, debe 100,000 millones de euros al gobierno central español. En resumen, buscan llevar a la República de Cataluña a la bancarrota.
Además de las tragedias que este desastre político, social y humano podría causar, los bancos y grupos económicos más importantes de la región han decidido oficialmente abandonar Cataluña. Caixa Bank (la tercera institución financiera más grande de España), el Banco de Sabadell (un importante banco ubicado en el corazón del bastión del separatismo) y Catalana de Occidente (la compañía de seguros más importante) son algunos de esos institutos que han formado parte de la fuga de empresas que estaría llevándose a cabo en España.
Tras las declaraciones de Rajoy, este domingo cientos de personas se congregaron en paseo de Gracia convocados por Sociedad Civil Catalana en una nueva manifestación en contra de la independencia y a favor de la unidad de España. Los organizadores dijeron que la manifestación era para defender la unidad de España y para rechazar “un ataque sin precedentes en la historia de la democracia”. Los líderes de los partidos conservadores que están a favor de la unión, los liberales proempresarios y los socialistas se reunieron bajo la frase “Todos somos Cataluña. Por la convivencia, sentido”.
Fuente: nexofin.com
La asociación Societat Civil Catalana, la cual estuvo encargada de organizar la manifestación, dijo que más de 1.2 millones de personas asistieron a la marcha, aunque los números de la policía indican que fueron 300,000. Entre las frases más coreadas por los manifestantes se han repetido los ‘vivas’ a España y a Cataluña pero la más escuchada ha sido «Puigdemont, a prisión» y «TV3, manipuladora».
Fuente: midiario.com
El primer ministro de España, Mariano Rajoy, ha despedido a Puigdemont y su gobierno y convocó elecciones regionales para el 21 de diciembre. Además, el gobierno español ha afirmado que el depuesto presidente catalán podría ser encarcelado dentro de los próximos dos meses por su participación en la declaración unilateral de independencia del parlamento regional. Los fiscales españoles dijeron que presentarían cargos de rebelión, sedición, malversación y otros delitos contra todo el Govern y la Mesa del Parlamentcontra Puigdemont, punible con hasta 30 años de prisión.
Sin embargo, el gran protagonista de todo este desastre, Carles Puigdemont, ya no está en Catalunya ni en España. Se encuentra en Bélgica junto a otros miembros del Govern: Joaquim Forn (PDeCAT), MeritxellBorràs (PDeCAT), Antoni Comín (independiente), DolorsBassa (ERC) y MeritxellSerret (ERC); todos ellos cesados el viernes en virtud del artículo 155 de la Constitución. Ver en Lampadia: Tras ser acusado de rebelión, Puigdemont se marcha a Bruselas
Por su lado, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha afirmado que el Carles Puigdemont explicará hoy, martes, el “trabajo” que hace desde Bruselas. “En todo caso, el presidente se explicará. No me corresponde a mí hablar por el presidente. El presidente ha dicho que mañana se explicará en torno a esta cuestión. Seguro que lo hará mucho mejor que yo”, afirmó.
La llamada ‘mayoría silenciosa’ ha convertido esta marcha en la mayor manifestación unionista celebrada en la capital catalana. Debe escucharsela voz de todos los catalanes. La crisis política de España es una prueba muy importante para las democracias modernas y para el futuro de la Unión Europea, donde coexisten múltiples identidades culturales, que hasta hoy han sabido manejarse como base de su riqueza cultural, y no como fuente de movilidad política de dirigentes oportunistas.
El intento de secesión catalán es otro llamado de atención a las clases dirigentes de las democracias modernas. No se pueden desentender de los quehaceres nacionales. Lampadia