La victoria de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales de Francia no es sólo una buena noticia para Francia y para Europa. Atempera la fiebre populista que golpeó al Reino Unido con el Brexit y a Estados Unidos con Donald Trump y que amenazó recientemente a Holanda y Austria.
Al escoger con una contundente votación a Emmanuel Macron como su nuevo presidente, Francia ha seleccionado a un carismático nuevo líder para la gran batalla política entre el globalismo y el nacionalismo que está en marcha en las democracias occidentales. Macron, defensor de la globalización, de la política centrista y de la Unión Europea, se erigió como un bastión contra las fuerzas no convencionales y disruptivas que han alterado la política mundial desarrollada durante el último año. Ver en Lampadia el nacimiento de Macron y su significado para la política francesa: Establishment francés creó a Macron para evitar giro político
«Esta es nuestra civilización la que está en juego, nuestra forma de vida», dijo Macron poco después de su victoria, en la que tomó alrededor del 66% de los votos contra Le Pen. El ex banquero y ministro de economía, que creó su propio partido político centrista llamado En Marche! para alejarse de la corriente conservadora y la política socialista, y derrotó a la extrema derecha y el candidato anti-UE Marine Le Pen.
La derrota de Le Pen no fue el primer paso en contra del populismo en Europa. Norbert Hofer y Geert Wilders no consiguieron ganar en Austria y Holanda. Pero la perspectiva de que una nación tan importante como Francia pasara a manos de un partido considerado por muchos como racista, o incluso casi fascista, había causado alarma internacional.
Durante la campaña, Macron defendió las ventajas de la globalización, rechazó el proteccionismo y el fin del libre comercio. Invitó a los europeos a formar parte de “una Europa reinventada”. Logró convencer a los ciudadanos franceses de que era importante liberar el potencial del país, crear mejores incentivos para el trabajo, adquirir un espíritu empresarial, liberar los mercados, reducir los impuestos y dar más autonomía a los profesores y los jefes de escuela. Y, por otro lado, dijo que era vital proteger mejor a los franceses capacitándolos para hacer trabajos en un mundo nuevo, concentrar el «welfare state» en los más necesitados y combatir la creciente inseguridad – tanto física como mental – con una mejor enseñanza y más policías.
Para ver más de su discurso político durante las elecciones, ver el siguiente video (con subtítulos en inglés):
La corriente populista ha sido calmada por Macron, por lo menos por ahora. Es una victoria bastante impresionante, pero por supuesto, es importante tener en cuenta que parte de ella puede ser explicada por un voto anti-Le Pen y no tanto un endoso a la plataforma modernista de Macron.
El empuje reformista del nuevo presidente de Francia dependerá mucho del resultado de las elecciones legislativas. Todos los 577 escaños de la asamblea serán decididos usando un sistema de dos rondas, entre el 11 y 18 de junio. Los sondeos publicados este domingo aseguran que el partido de Macron logrará entre el 24 y el 26% en la primera vuelta de las legislativas del 11 de junio próximo, por delante de los conservadores (22%), del ultraderechista Frente Nacional (entre el 21% y el 22%), de los izquierdistas de Jean-Luc Mélenchon (13 a 15%) y del Partido Socialista (8 a 9%).
Según BlackRock Investment Institute: “Las elecciones legislativas de junio serán un indicador clave sobre la capacidad de Macron para formar una coalición y poner en marcha su agenda de reforma”. Con todo, reiteran su “visión positiva sobre la renta variable europea y creemos que la reducción del riesgo político está contribuyendo a que los inversores vuelvan a centrarse en las perspectivas de mejora del crecimiento de la región”.
Sin embargo, el desempeño de Le Pen muestra que el populismo sigue siendo una poderosa fuerza electoral. A pesar de la triunfal victoria de Macron, el hecho de que uno de cada tres votantes respaldara a Marine Le Pen debería recordarnos el persistente atractivo del populismo. Su resultado del 34% de la votación es casi el doble que la ganada por su padre, Jean Marie Le Pen, en 2002. El progreso a largo plazo del Frente Nacional muestra una trayectoria ascendente constante, y el partido cree que puede ganar hasta 40 escaños en las elecciones parlamentarias del próximo mes. La victoria de Macron no ha eliminado de un golpe todos los temas que Le Pen pudo convertir en votos: inmigración, terrorismo, desempleo e identidad.
¿Qué lecciones se pueden extraer para el resto del mundo? Macron, al terminar la división izquierda-derecha, ha frenado el crecimiento del populismo, pero, igualmente importante, ha creado una plataforma central fuerte, ambiciosa, reformista y optimista, basada en una clara comprensión del nuevo mundo.
Desde la perspectiva del Perú, la victoria de Macron no solo significa el contrarrestar la amenaza de que en los países más ricos se sigan diluyendo los valores del libre comercio y la globalización, esenciales para el desarrollo de países pequeños como el nuestro; también significa que las ideas de la libertad, del comercio, de la apertura global y de la integración, estarán en las primeras páginas de los medios y los ciudadanos tendrán una nueva oportunidad de valorar sus aportes. Lampadia