En el primer debate presidencial de EEUU, el cuestionado candidato republicano reiteró sus amenazas de cortar los tratados de comercio, imponer aranceles a México y China y hacer pagar a los demás países por la presencia de EEUU en la seguridad global.
Trump reiteró que los puestos de trabajo de EEUU habían sido “robados” por dichos países, por el libre comercio y la globalización. Algo falso, pues EEUU está prácticamente en pleno empleo (ver en Lampadia: El sándwich que amenaza a los países emergentes) y, la desigualdad interna que los abruma, es solo uno de los primeros síntomas de la ‘cuarta revolución industrial’.
Fuente: Reuters
Gracias a Dios, el debate lo ganó Hillary Clinton, un mucho mejor candidato, dadas las circunstancias. No nos olvidemos que en Lampadia hemos propuesto que ‘Donald Trump sea declarado como persona non-grata a la humanidad’.
Para los peruanos esta no es una elección intrascendente, el comercio internacional, amenazado por Trump, es una base fundamental para la eliminación de la pobreza y el desarrollo integral de nuestro país.
Políticas comerciales de Trump generarían una recesión en EEUU
Shawn Donnan
Financial Times
19 de setiembre, 2016
Traducido y glosado por Lampadia
Las políticas comerciales proteccionistas del candidato presidencial republicano Donald Trump enviarían a los EEUU a una recesión, resultarían en la pérdida de casi 4.8 millones puestos de trabajo en el sector privado y conducirían a una escasez de bienes de consumo tales como iPhones, según el estudio más detallado hecho sobre su plan.
El estudio (Assessing Trade Agendas US Presidential Campaign) publicado el lunes por investigadores del no-partidista Peterson Institute for International Economics, ilustra cómo el hombre de negocios de Nueva York, que se compromete a impulsar el crecimiento y crear millones de puestos de trabajo, es visto por la mayoría de los economistas como alguien que tiene las políticas económicas de un peligroso curandero.
El estudio también ofrece una visión escéptica sobre las políticas comerciales del candidato demócrata, Hillary Clinton, y en particular por su oposición al TPP, el acuerdo negociado con Japón y otras 10 economías.
Según el estudio, las amenazas de Trump de romper los acuerdos comerciales existentes e imponer aranceles punitivos de 45% a los productos de China y uno similar de 35% a los productos importados de México, probablemente desencadenaría una guerra comercial y causaría un enorme daño a la economía de Estados Unidos.
«Mientras que la política comercial de Clinton sería perjudicial, la política comercial de Trump sería terriblemente destructiva», dijo Adam Posen, presidente del instituto. «Su enfoque sobre la economía global de librar una guerra comercial y proteger intereses especiales no competitivos sería desastroso para el bienestar económico y la seguridad nacional de los estadounidenses.»
La semana pasada, Trump se comprometió a impulsar el crecimiento de Estados Unidos en casi 4 % y crear 25 millones de puestos de trabajo si es elegido. Pero el estudio Peterson muestra que si cumple con sus promesas de política comercial y nuestros socios comerciales responden del mismo modo, algo muy probable, la economía de Estados Unidos terminaría en recesión en un plazo de dos años, al contraerse el consumo, la inversión y el gasto del gobierno.
Tal guerra comercial también afectaría a los trabajadores de cuello azul (clase trabajadora) para quienes Trump plantea, supuestamente, sus políticas comerciales más duras.
Los investigadores encuentran que el mayor impacto del comercio en el empleo se daría en el sector manufacturero y en estados como Washington, donde se encuentra el fabricante de aviones Boeing, y en ciudades como Los Ángeles, donde el puerto es el punto de llegada de la mayor parte del comercio chino. Si China toma represalias y, por ejemplo, detiene la compra de aviones de Estados Unidos, se perderían 179,000 empleos.
Pero su mayor impacto en el empleo llegaría como consecuencia de una guerra comercial que resonaría por toda la economía, golpeando los centros de distribución al por menor, las tiendas de comestibles, restaurantes e incluso hospitales, según lo encontrado por el estudio.
También es probable que esto conduzca a la escasez y a altos precios de bienes de consumo – incluyendo productos tan populares como los Smartphone – y potencialmente incluso tendría un impacto en los ahorros de pensiones en Estados Unidos.
Por ejemplo, según el estudio, debido a que China obtiene relativamente poca ganancia del popular Smartphone de Apple, que se ensambla en su país, «el iPhone podría ser el arma secreta de la venganza china. Las pérdidas infligidas a sí mismos por la China serían mínimas, pero cortar los suministros de Apple podría alterar gravemente su disponibilidad y aumentar el precio de un amado producto de consumo.»
«A la luz de la ubicuidad de las acciones de Apple, esta acción podría afectar negativamente los planes de jubilación de los estadounidenses», escribieron.
Los investigadores citan estudios que demuestran que sería imposible construir un iPhone desde cero en EEUU e incluso, si Apple fuera capaz de hacerlo, el costo adicional sería de alrededor de US$ 100 por aparto.
Agregaron: «Por otra parte, con las firmas chinas moviéndose al mercado de teléfonos inteligentes, China podría alterar no sólo la producción de iPhones, sino también la oferta de los modelos alternativos. El aullido colectivo de dolor puede incluso inducir la reconsideración del más ardiente proteccionista.»
Lampadia