Alejandra Benavides
Para Lampadia
En 2019, Cuba cumplió 60 años de Revolución Comunista, y nada que celebrar. Fidel Castro ilusionó a los cubanos con la posibilidad de una Cuba “digna”, basada en los principios de Justicia, Igualdad y Soberanía, omitiendo el infierno que tendría que padecer su gente, para llevar a cabo un experimento que ya sabemos fallido. Se justificaron atropellos a las libertades individuales, a los derechos humanos, a la integridad física, a la propiedad privada, maquillándolos de “inversión” y no costo. Con la ayuda de organismos internacionales como la ONU, los Castro lograron lavarse la cara e inclusive hoy forman parte del Consejo de Derechos Humanos de la organización. Sin embargo, las cifras no se pueden lavar.
La revolución comunista cubana significó la muerte de más de 7,000 cubanos (oficialmente): 3,110 fusilamientos, 1,170 ejecuciones extrajudiciales, 847 muertos y desaparecidos en combate y 18 presos políticos muertos en huelga de hambre. Hasta el 2018 se estima que más de 2 millones de cubanos han huido de la isla, el 80% a EEUU. Si bien Cuba no reporta estadísticas al Banco Mundial (como hoy tampoco lo hace Venezuela), se estima que sus niveles de pobreza oscilan entre el 50% y 90% de su población y un salario promedio de US$37 mensuales. Vale recalcar que en 1957, Cuba era el tercer país con mayor PBI per cápita de la región (por debajo de Venezuela y Uruguay).
Al 2020, Cuba importa más del 80% de la canasta básica que consume su población, por lo que es dependiente de las divisas que provienen del turismo, de la exportación de medicinas y misiones médicas, y del apoyo de países “amigos”. La tasa de inversión promedio de los últimos 20 años es de 12% del PBI, déficit fiscal de 8% y una tasa de endeudamiento público del 51% de su PBI. La famosa industrialización se volvió un espejismo, y la descapitalización ha convertido a Cuba en un país obsoleto, incompetente e improductivo. La isla ocupa el puesto 178 de 186 países en ranking de libertad económica, a pesar de que intentan convencer que están en una nueva etapa de “apertura”.
La pandemia ha ahondado en los problemas de la isla: 240,000 casos detectados de COVID-19 y 1,600 muertos (oficiales) desde el inicio de la pandemia, y un incremento exponencial desde inicios de julio de este año a más de 6,000 contagios detectados diariamente. Esto ha contribuido a una contracción del ya deteriorado turismo, por lo que el gobierno cubano ha dejado de percibir divisas y por ende suspendido la importación de productos básicos, maquinaria, entre otros – en el 2020 las importaciones de productos chinos cayeron en 40%.
La megalomanía -común en dirigentes comunistas, de los Castro y Miguel Díaz Canel ha imposibilitado un diálogo serio con EEUU. Nunca se llegó a un acuerdo sobre el justiprecio de las expropiaciones de empresas americanas y continúan echándole la culpa al Imperio Yanqui y otros por sus propios fracasos. Mantienen los argumentos falaces de su pensamiento.
El pueblo cubano esperó demasiado por un paraíso que nunca llegó, y hoy dejan en claro que ya fue suficiente. #SOSCUBA Lampadia
Referencias
https://elpais.com/internacional/2016/12/04/america/1480807461_024845.html
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-46532629
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/12/141218_cuba_eeuu_ruptura_relaciones_historia_mes
https://www.dw.com/es/cuba-de-la-dolarizaci%C3%B3n-a-la-eurizaci%C3%B3n/a-57986283
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46501/13/BP2020_Cuba_es.pdf
https://www.reuters.com/article/cuba-china-comercio-idESKBN2A60CD