EDITORIAL DE LAMPADIA
Habíamos preparado un editorial resaltando los mensajes positivos del discurso de Pedro Cateriano ante el Congreso, que ayudarían a crear un clima más esperanzado en el futuro del país, aunque faltara el anuncio de cambios en la estrategia sanitaria. (Ver el texto a continuación de este editorial).
Por eso, lo que jamás imaginamos es que se le negara el voto de confianza. Es una decisión suicida, en medio de una pandemia. Revela la hegemonía de la pequeña entraña de los intereses mezquinos por encima del interés nacional. Aprovechar el río revuelto para pescar a como dé lugar. La incapacidad para unir esfuerzos ante el enemigo común.
La señal para la inversión es pésima, de modo que la recuperación del país queda casi condenada; peor aún si el Congreso, envalentonado, aprueba la batería de leyes populistas que tiene en cartera. La gestión del gobierno, que ya era deficiente, se trabará aún más con un nuevo cambio de gabinete en menos de tres semanas.
Es prácticamente la anarquía, la ruptura de la civilización democrática. Pero hay que señalar que el primer responsable ha sido el presidente Vizcarra, que ha cosechado los vientos que sembró al haber disuelto (inconstitucionalmente a nuestro juicio) el Congreso anterior, como consecuencia de una crisis política que fue forzada y azuzada por él mismo al proponer el 28 de julio del año pasado el adelanto de elecciones.
Doble irresponsabilidad al disolver sin tener partido propio. La disolución del Congreso solo tiene sentido para zanjar la confrontación buscando un nuevo Congreso con mayoría propia para poder gobernar. Acá se trató solo de un ejercicio populista para acumular popularidad.
Definitivamente el Congreso actual ha resultado mucho peor que el anterior, que en medio de sus desatinos cuando menos tenía una fuerza que ordenaba el debate controlando impulsos populistas y no le censuró siquiera un ministro al presidente Vizcarra. ¿Pero éste? Jamás congreso alguno había negado el voto de investidura a un nuevo gabinete. Ni había aprovechado la pérdida brutal de ingresos y empleo de la gente para dar irresponsablemente cuanta ley o proyecto de ley populista puede imaginarse, hipotecando el futuro del país y socavando las bases mismas del crecimiento.
Es increíble que una de las razones del baloteo haya sido la elocuente defensa de la minería hecha por el ex Premier. Que el Frente Amplio sea anti extractivista, vaya y pase. Pero que se sumen otros es un indicador de una enfermedad nacional. Si un paciente en estado de gravedad no quiere tomar el remedio que lo curará, es que ya no tiene, precisamente, remedio.
Quizá Cateriano debió hablar menos y actuar. Solo por defender unas ideas fue visto como arrogante. Y faltaron cambios en la estrategia sanitaria. Pero más cierto es que en Podemos, Alianza para el Progreso y buena parte de Acción Popular, se han juntado intereses pecuniarios vinculados a las universidades con prejuicios ideológicos impensables hace pocos meses en esos partidos y pequeñez política absoluta. Ha sido la alianza entre la ruindad y las izquierdas lo que se tumbó a Cateriano. En cambio, los enemigos íntimos, los protagonistas de la confrontación en el Congreso anterior, el Partido Morado y Fuerza Popular, coincidieron en el voto a favor. Habla bien de la actitud superior de Fuerza Popular en este caso.
¿Qué le queda a Vizcarra? Quizá lo que debió hacer con el Congreso disuelto: poner un primer ministro del Congreso, consultado con el Congreso, para ir a una cohabitación a la francesa. Uno que refleje el pensamiento populista y anti reformas de la mayor parte de bancadas. Pero eso sería mayor desastre aún. Dios nos coja confesados. Lampadia
[Proyecto de editorial antes de la censura del gabinete]
Cateriano en el Congreso
Un mensaje positivo; ojalá pueda cumplirse
Aunque faltó una nueva estrategia sanitaria
Fue positivo el discurso del primer ministro Pedro Cateriano ante el Congreso. Sin duda ayuda a crear un clima más esperanzado en el futuro del país.
Tuvo anuncios interesantes en Salud (rectoría de Salud, telemedicina, historias clínicas, etc.), incluyendo un proyecto de ley para la creación del Organismo Público Descentralizado de Productos Farmacéuticos y Dispositivos Médicos, que reemplazaría a la actual Digemid, sumamente lenta y burocrática para otorgar registros y autorizaciones.
Sin embargo, no explicó cambios en la estrategia sanitaria a fin de contener el nuevo embate de la pandemia, un vacío inexplicable. Nada acerca de conseguir el apoyo de la logística privada para aislar y abastecer a los contagiados y sus contactos, a fin de cortar la cadena de contagios. Aunque sí anunció que se está invitando a otros gremios empresariales (distintos al de las clínicas) a participar en el Comando Covid, lo que implica que por ese medio quizá se consiga el aporte tecnológico y logístico privada. Es imperioso.
Hizo una elocuente defensa de la importancia de la minería, sobre todo para un momento de gran dificultad como el actual. En realidad, es increíble que haya quienes se oponen a poner en valor el recurso más rico e importante que tenemos para nuestro desarrollo, más aún cuando existe la tecnología para no perjudicar el ambiente. Anunció una serie de medidas para simplificar procedimientos y reducir plazos, a fin de facilitar la inversión. Explicó la modificación al Reglamento de Exploraciones Mineras para que, entre otras cosas, la ficha técnica ambiental (FTA) se apruebe en diez días hábiles con silencio administrativo positivo.
No se refirió directamente a Tía María ni a ningún proyecto minero en particular, pero en el capítulo de agricultura -no en el de minería- anunció la construcción de represa Yanapuquio en valle del Tambo, donde está Tía María, con una inversión de 608 millones de soles para irrigar más de 11 mil hectáreas. Esperemos que esa obra forme parte de un plan para sacar adelante el proyecto minero y que se nombre a alguien encargado de llevarlo a cabo. Pues, al final, ¿de dónde salen los recursos para las obras hidráulicas y para las obras en general?
Cateriano reveló que hay más de 13 mil millones de soles de canon que los gobiernos regionales no han ejecutado, y anunció un DU para usar expeditivamente ese dinero en salud y agua potable, por ejemplo, en el corredor minero. Pero allí debería aprovecharse para difundir masivamente las tecnologías de Sierra Productiva, que incluyen agua segura en las viviendas, pero permiten que los campesinos salgan de la pobreza por sus propios medios convirtiéndose en empresarios. Haku Wiñay tiene algo de esas tecnologías, pero debe ser reorientado sobre todo a los microreservorios familiares y al riego por aspersión. Ese programa debería ser priorizado porque es mucho más importante que varios de los programas de empleo temporal que mencionó el Premier (Trabaja Perú, por ejemplo), pues entraña una transformación estructural del agro andino -que es una deuda histórica del país-, y con efecto inmediato.
Cateriano informó que el segundo bono universal se distribuirá por medio de la banca celular (en lugar de billeteras electrónicas), lo que supone desaprovechar una vez más el bono para hacer inclusión financiera. ¿Qué impide masificar billeteras electrónicas? En cambio, sí formuló un anuncio muy promisorio: inclusión financiera con cuenta DNI para todos, en poco tiempo. Una cuenta DNI no es exactamente una billetera electrónica, pero es posible depositar dinero en ella y desde allí pagar a otras billeteras electrónicas. Veremos.
Hubo otros anuncios esperanzadores. Por ejemplo, que desde junio pasado la plataforma de PerúEduca puede capacitar simultáneamente hasta 500 mil docentes. Eso es un cambio revolucionario. Puede ayudar a mejorar rápidamente la calidad del profesorado. Si eso se suma a la distribución de tablets con cursos interactivos incorporados, podemos soñar con un salto en la calidad educativa de la escuela pública en pocos años.
También anunció un tren de pasajeros Callao-Chosica, Choquequirao, la interconexión eléctrica con Chile, más competencia bancaria, 6 mil grilletes electrónicos, expediente penal electrónico, un observatorio de avance de obras, entre otros.
¿Qué faltó? Fuera de la estrategia sanitaria arriba mencionada, lo siguiente:
• Anunciar una flexibilización de las normas laborales para recuperar millones de empleos formales perdidos y facilitar los emprendimientos. Podría convocar a las asociaciones de micro y pequeños empresarios para que formulen una propuesta de normatividad laboral inclusiva.
• Un comando público-privado para recuperar economía (aunque sí lo convocó en el comando Covid),
• Proponerle al Congreso trabajar una agenda legislatura conjunta. O una política de diálogo con las comisiones para frenar la hemorragia populista
• Aprobar reformas de gobernabilidad para darle viabilidad al próximo gobierno, que deberá reconstruir el país.
El balance del discurso, sin embargo, es positivo. Ahora hace falta que se cumpla lo anunciado. Podría pedirle a la Contraloría que empiece a sancionar a los funcionarios que demoran o que no deciden. Comencemos por allí. Lampadia