PhD. Remy Michael Balarezo Nuñez, Universidad de Piura – UDEP PhD. Ivan Montiel, Baruch College, City University of New York
Para Lampadia
El Covid-19 llegó al país abruptamente haciendo que el Gobierno tome medidas drásticas, pero necesarias, que han sacudido nuestra economía y sociedad. Por un lado, el impacto en nuestra sociedad y en la salud pública es muy significativo, con un número de contagiados de 4,342 y un total de 121 muertos (cifras que crecen día a día) a fecha 8 de abril del 2020. El daño económico por otro lado, está siendo también muy significativo, con un 55% del PBI paralizado y con alta probabilidad que más de un millón de personas pierdan sus trabajos.
Nuestro país no es ajeno a eventos disruptivos y que han puesto a prueba al Gobierno, a las empresas y a la sociedad. En los últimos 40 años hemos pasado por una guerra contra el terrorismo, hiperinflación, shock económico, fenómeno del Niño de 1998, terremoto de Pisco del 2007 y hace apenas tres años el Niño Costero. Hoy nos enfrentamos a un nuevo gran reto de la sociedad actual, el Covid-19. Hemos decidido llamarlo un gran reto, ya que los profesores George, Howard-Greville, Joshi y Tihanyi (2016:1880) definen este tipo de retos como “formulaciones de problemas globales que pueden ser solucionados mediante el esfuerzo coordinado y colaborativo”. Claramente, en cada uno de los eventos anteriores que ha afrontado nuestro país y en el Covid-19 en estos momentos, la manera de solucionarlos es como indican los profesores citados, a pesar si la “solución potencial” (en el caso de Covid-19, una vacuna) existiera. Dado que somos profesores e investigadores en gestión de empresas escribimos este artículo para hacer un llamado a las empresas peruanas a la acción rápida.
Desde el día que se planteó el aislamiento obligatorio empezaron las primeras reacciones por parte de las empresas peruanas y gremios industriales. Algunas de estas acciones han liderado la respuesta para ayudar a limitar el impacto negativo del Covid-19. Por ejemplo, las principales acciones han sido reunir importantes sumas de dinero para poder adquirir y donar al Gobierno respiradores, material sanitario y pruebas, o donación de productos propios o alimentos a las poblaciones más vulnerables. Por otro lado, y en menor medida, organizaciones que han puesto a disposición de los ministerios y el Gobierno sus capacidades y recursos para reparar instrumentos médicos, producir mascarillas, desarrollar APPs informativos, repatriar – albergar peruanos del exterior, etc. y empresas que han decidido mantener la planilla y el pago de sus colaboradores a pesar de la cuarentena obligatoria.
El primer tipo de acciones, y las más comunes en nuestro país en situaciones similares, las podemos clasificar como filantrópicas. La extrema pobreza y desigualdad que convive dentro de las grandes ciudades del país y la cultura solidaria que tenemos por aspectos religiosos – familiares hace que los directivos y trabajadores de las empresas realicen este tipo de acciones. El segundo tipo de acciones, menos comunes en nuestro país en situaciones similares, las podemos clasificar como innovación rápida responsable (Gutierrez, Castillo y Montiel, 2020). Nuestra posición es llamar a la acción a las empresas peruanas en desarrollar innovaciones rápidas responsables ante situaciones como el Covid-19. Creemos que, si bien la filantropía es una acción de responsabilidad social loable, la consideramos deficiente al momento de enfrentar grandes retos. Por eso nuestro llamado a que las empresas peruanas evolucionen hacia una responsabilidad social “5.0”, mediante la innovación rápida responsable. Importante también será el no tomar acciones simbólicas o relaciones públicas, intentando aparentar que se ayuda a paliar Covid-19 pero sin realmente contribuir sustancialmente a solucionar la crisis, en un fenómeno que se empieza a denominar “coronawashing”. Aquellas empresas las cuales los ciudadanos descubran a posteriori este comportamiento simbólico y engañoso, pagarán un precio bien caro. No solamente eso, sino que tal comportamiento es del todo irresponsable.
A continuación, damos ideas de acciones que pueden realizar las empresas peruanas ante el
Covid-19 o futuras situaciones similares.
1. Promover prácticas que protejan a todos los grupos de interés (stakeholders).
Este tipo de prácticas debe generar un beneficio social a todos los grupos de interés. Acá las empresas deben evitar quedar atrapadas en la visión financiera, sino más bien capturar los diversos intereses de los grupos de interés teniendo una visión sostenible de largo plazo (Kaplan, 2020; Barney, 2020). En el Perú algunas empresas han llevado este tipo de prácticas ni bien se impuso el aislamiento obligatorio. Por ejemplo, distintas cadenas de hoteles nacionales e internacionales pusieron su infraestructura a disposición del Gobierno para recibir a peruanos repatriados del exterior como también para albergar a trabajadores de la sanidad y de las fuerzas armadas. Por otro lado, algunos fundos agroexportadores ubicados en localidades de bajos recursos al interior del país pusieron a disposición sus maquinarias e insumos a los municipios con la finalidad de poder desinfectar las calles y lugares públicos.
Finalmente, pequeños empresarios (bodegueros) de los distritos emergentes, han decidido ir contratando por día a distintos trabajadores de la zona – cuadra. De esta manera un día le dan trabajo a su vecino, al día siguiente al hermano del vecino, luego al otro vecino y así con la finalidad de que puedan llevar un ingreso diario a la familia.
2. Innovar rápido y responsablemente.
Nos referimos a cambios rápidos que generan beneficio social, como desarrollar productos- servicios distintos a los ordinarios, desplegar los recursos y capacidades actuales de la empresa para nuevas actividades o desarrollar nuevas formas organizativas. En el Perú, los pequeños textileros del cluster de Gamarra han empezado a fabricar una mascarilla especial hecha con tela de anti-fluido y que son reutilizables y a coste muy bajo con la finalidad de evitar contagios entre la población. Por otro lado, algunas universidades privadas, concretamente en las facultades de ingeniería, han empezado a reparar y fabricar respiradores mecánicos que son escasos en el sistema de salud de nuestro país y que son claves para evitar muertes de Covid-19. También tenemos constancia de lavanderías que han puesto sus servicios a disposición y están innovando y creando nuevos protocolos sanitarios en sus procesos para poder lavar material sanitario si se les pide.
Finalmente, una empresa del sector construcción con la iniciación del trabajo remoto en casa y la implementación de reuniones virtuales (Zoom, Microsoft Teams, etc.) ha hecho que ya no se realicen visitas a subsidiarias y/o proyectos al interior del país y en la región. Su CEO ha decidido este año eliminar los viajes, generando un ahorro de aproximadamente USD 150K y con ese dinero poder mantener puestos de trabajo y sueldos durante la cuarentena obligatoria.
3. Colaborar de manera ágil con todos los grupos de interés (stakeholders).
Finalmente, el trabajo colaborativo y coordinado entre el Gobierno, ONGs, Ministerios, Fuerzas Armadas, Policía, Organismos Internacionales, etc. Este tipo de prácticas han sido difíciles de encontrar en nuestro país. Como ejemplo, la Marina de Guerra del Perú en su buque insignia está potabilizando (desanalizando el agua de mar) y de manera conjunta con SEDAPAL y las Municipalidades está haciendo llegar esa agua potable a 40 asentamientos humanos. Por otro lado, para evitar que los estudiantes de los colegios públicos pierdan clases, el Ministerio de Educación de manera conjunta con el medio de comunicación público han empezado a transmitir las clases en la T.V y radio.
Cada una de estas acciones tiene matices que las asemejan al concepto de innovación rápida responsable y que debe desarrollarse en el muy corto plazo con la finalidad de proteger la sociedad y salvar vidas (Gutiérrez et al., 2020). Creemos que las empresas privadas tienen mayor capacidad y recursos que otros tipos de organizaciones para detectar áreas de necesidad luego de un desastre, aprovechar oportunidades de respuesta y reconfigurar sus recursos de manera rápida para solucionar los problemas (Ballesteros, Useem y Wry, 2017) y son más eficientes cuando se deben desarrollar soluciones novedosas para enfrentar problemas sociales y mejorar el bien social (Luo y Kaul, 2018). Estudios recientes muestran que empresas que han invertido en capacidades de innovación y relación con sus stakeholders durante una crisis, como la crisis financiera del 2008, han sido capaces de mantener su competitividad luego de terminada la crisis (Flammer y Ioannou, 2018; Wenzel, Stanske y Lieberman, 2020)
Por tal motivo, este artículo es un llamado a las empresas peruanas a la acción inmediata, pero no desde una acción filantrópica ni mucho menos simbólica coronawashing. En vez, el sector empresarial debe volcarse en explorar vías para la innovación rápida responsable que permitan a las empresas cooperar con sus grupos de interés de manera ágil, coordinar y crear valor social para paliar la pandemia y/o cualquier otro gran reto. Lampadia
Referencias
Ballesteros, L., Useem, M., & Wry, T. (2017). Masters of disasters? An empirical analysis of how societies benefit from corporate disaster aid. Academy of Management Journal, 60(5), 1682-1708.
Barney, J. B. (2020). Measuring performance in a way that is consistent with strategic management theory. Academy of Management Discoveries, 6: 5–7 (https://journals.aom.org/doi/10.5465/amd.2018.0219).
Flammer, C., & Ioannou, I. (2018). To save or to invest? Strategic management during the financial crisis. Strategic Management during the Financial Crisis (October 28, 2018)Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=2621247 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.2621247.
George, G., Howard-Grenville, J., Joshi, A., & Tihanyi, L. (2016). Understanding and tackling societal grand challenges through management research. Academy of Management Journal, 59(6), 1880-1895.
Leopoldo Gutierrez-Gutierrez, Ana Castillo, & Ivan Montiel (2020), «Companies vs. Coronavirus: A Call for Rapid Responsible Innovation» (https://one.aom.org/covid-19-insights- from-business-sustainability-scholars)
Luo, J., & Kaul, A. (2019). Private action in public interest: The comparative governance of social issues. Strategic Management Journal, 40(4), 476-502.
Kaplan, S. L. (2020). Beyond the business case for social responsibility. Academy of Management Discoveries, 6: 1–4 (https://journals.aom.org/doi/10.5465/amd.2018.0220).
Wenzel M, Stanske S, Lieberman MB. Strategic responses to crisis. Strat Mgmt J. 2020;41:V7– V18. https://doi.org/10.1002/smj.3161